lunes, 20 de febrero de 2012

Las relaciones entre don Juan José de Austria y Vincencio Juan de Lastanosa (Parte I)


1. Retrato de Vincencio Juan de Lastanosa, grabado del siglo XVII.


BREVE BIOGRAFÍA DE VINCENCIO JUAN DE LASTANOSA*

Vincencio Juan de Lastanosa (1607-1681) es una de las figuras más destacadas de la historia cultural oscense y aragonesa, en su doble faceta de mecenas y coleccionista (el museo lastanosino fue uno de los ejemplos españoles más notables de los Gabinetes de Curiosidades o Cámaras de Maravillas, tan característicos de la Europa del Barroco).

Los Lastanosa, se establecieron en Huesca a mediados del siglo XVI, donde se integraron pronto en la oligarquía urbana que dominaba el Concejo. En el año 1628, Vincencio Juan de Lastanosa vio reconocida su infanzonía y la de su familia en la Real Audiencia de Aragón.

Vincencio Juan de Lastanosa nació en Huesca el 25 de febrero de 1607. Tuvo tres hermanas y un hermano, Juan Orencio, que fue canónigo de la Catedral. Juan Orencio Lastanosa vivió con él en su Palacio del Coso y colaboró de forma estrecha en cuantas empresas de carácter cultural y artístico emprendió su hermano. Vincencio Juan quedó huérfano de su padre, Juan Agustín Lastanosa, a los 12 años. Su abuelo materno, Juan Baraiz y Vera, jugó por ello un papel fundamental en su infancia y juventud.


Con apenas 18 años, Vincencio Juan de Lastanosa casó con Catalina Gastón, que solo tenía trece. Tuvieron 14 hijos, de los que siete llegaron a la edad adulta. Catalina Gastón murió precisamente de sobreparto, con 32 años. El primogénito y heredero, Hermenegildo, se hizo fraile cartujo, abocando a la familia a una gravísima crisis. A Vicencio Juan le sucedió finalmente su hijo menor, Vicente Antonio. Sin embargo, al morir éste sin descendencia en 1696 la herencia familiar pasó a otro de los hijos, Juan Francisco, quien ya había tenido un niño siendo clérigo y que más tarde colgó los hábitos y contrajo matrimonio legítimo, con lo que consiguió por fin dar continuidad al linaje.

Vincencio Juan de Lastanosa desempeñó varios cargos en el Concejo oscense, siendo el más importante el de Prior de Jurados, en 1675-1676. Fue también Diputado del Reino de Aragón en 1671-1672. En el año 1642 mandó contra los franceses una de las compañías de la ciudad durante la guerra de Cataluña. Tuvo igualmente una actuación destacada en la terrible peste que asoló Huesca en 1651-1652. En 1677, gracias seguramente a sus relaciones con don Juan José de Austria, fue nombrado Gentilhombre de la Casa de Carlos II.

Lastanosa fue amigo y protector del jesuita aragonés Baltasar Gracián, quien publicó en Huesca por primera vez, gracias a su mecenazgo, varios de sus libros. Precisamente, el que Vincencio Juan de Lastanosa aparece citado en varias obras de Gracián.

Otros escritores, artistas e intelectuales aragoneses que mantuvieron relaciones con Lastanosa fueron el Conde de Guimerá, Juan Francisco Andrés de Uztarroz y Diego José Dormer, ambos Cronistas del Reino de Aragón, Ana Francisca Abarca de Bolea, Manuel de Salinas, el jesuita Jerónimo García, Francisco de Artiga, Diego Vincencio Vidania, Juan Francisco Montemayor o el pintor Jusepe Martínez. Son, junto a Gracián, los miembros del Círculo lastanosino.

Lastanosa reunió en su Palacio del Coso una gran biblioteca y museo. El palacio era ya de por sí un edificio notable, con una fachada en la que destacaba una torre con una estatua de Hércules desnudo, que sostenía sobre sus hombros la esfera del Universo. Tras el palacio se extendían unos singulares jardines, cuyos elementos más sobresalientes eran un gran estanque navegable y un laberinto vegetal. Los jardines lastanosinos ocupaban buena parte del espacio del actual Parque Municipal, que es por tanto heredero directo de aquellos. La biblioteca, de la que existe un detallado catálogo conservado en Estocolmo, contaba con cerca de 1.500 libros y manuscritos. Por lo que hace a sus colecciones, estaban formadas por pinturas, esculturas, grabados, monedas, medallas, camafeos y piedras preciosas, antigüedades, mapas, instrumentos científicos, objetos exóticos, fósiles y prodigios naturales, armas, etc. Esta clase de colecciones, eclécticas y maravillosas, eran comunes en la Europa de su tiempo. Se las conocía como Gabinetes de curiosidades (Cabinets de curiosités) o Cámaras de maravillas (Wunderkammern). Con ellas se pretendía recrear una imagen lo más completa posible de la naturaleza y las realizaciones humanas.

La biblioteca y museo de Vincencio Juan de Lastanosa se inscriben plenamente en este fenómeno europeo. Sin salir apenas de Huesca, Lastanosa supo mantenerse en contacto con otros eruditos y coleccionistas de Europa. En Francia fueron especialmente estrechas sus relaciones con Francisco Filhol, un clérigo de Toulouse que había reunido colecciones similares a las suyas. En Italia, el mecenas oscense intercambió correspondencia con el célebre jesuita alemán Athanasius Kircher.

El coleccionismo y estudio de las monedas antiguas fue una de las grandes pasiones de Lastanosa. Los dos libros que publicó el mecenas oscense fueron justamente de tema numismático: uno en 1645 sobre las monedas ibéricas (“Museo de las medallas desconocidas españolas”) y otro de 1681, el año de su muerte, sobre la moneda aragonesa (“Tratado de la moneda jaquesa y de otras de oro y plata del Reino de Aragón”). La alquimia fue otra de las materias que más le interesaron. Durante tres años estuvo viviendo en su palacio un alquimista y sacerdote italiano, Nadal Baronio, que preparó para él oro potable, con resultados según cuenta Lastanosa milagrosos para el restablecimiento de la salud.

El siglo XVII, la época de Lastanosa, es el siglo de la Revolución Científica. En esta centuria comenzaron a resquebrajarse las antiguas concepciones sobre la naturaleza y el ser humano, que llevaban vigentes 2.000 años. Unas concepciones que hablaban de un Universo pequeño centrado en una Tierra inmóvil, y con apenas 6.000 años de antigüedad, según los relatos bíblicos. El telescopio, utilizado en el siglo XVII por primera vez para observar los cielos, constituye uno de los símbolos de la Revolución Científica. En la Huesca del Barroco, Vincencio Juan de Lastanosa poseyó tanto telescopios (“anteojos de larga vista”, los llamaba el mecenas oscesne) como microscopios.

Al morir Lastanosa, su biblioteca y colecciones se dispersaron, y los jardines acabaron desapareciendo. Finalmente, el propio palacio fue demolido en el año 1894. En la actualidad, el principal testimonio que Huesca conserva de los Lastanosa son sus dos capillas familiares, una en la Catedral, bajo la que hay dos criptas subterráneas en las que están enterrados Vincencio Juan de Lastanosa, su mujer Catalina, su hermano Juan Orencio y otros miembros de su familia (y por una singular coincidencia histórica, también el naturalista altoaragonés del siglo XVIII Félix de Azara), y una segunda capilla, construida por sus descendientes en la iglesia de Santo Domingo.



2. Retrato de don Juan José de Austria, grabado de Joannes Blavet (1675).


SUS RELACIONES CON DON JUAN JOSÉ DE AUSTRIA:

En 1669 don Juan partió desde Barcelona con rumbo a Madrid con la intención de derribar al valido de la reina regente doña Mariana, el padre confesor Juan Everardo Nithard y alzarse con el poder. Aunque consiguió lo primero (Nithard fue expulsado de la Corte con rumbo a Roma, donde ejercería como embajador extraordinario), no pudo alzarse con las riendas del gobierno, siendo nombrado por la Regente como virrey de Aragón, además de “Vicario General de los reinos de la Corona de Aragón”. A partir de entonces residiría en Zaragoza, como virrey de aquel Reino, residiendo en el Palacio de la Aljafería.

El 28 de junio de 1669, un día antes de que don Juan José de Austria hiciera su entrada en Zaragoza, el Concejo oscense conoció de manera oficial “la dichosa nueva de que el señor D. Juan de Austria viene por virrey y Capitán General de este Reino y Vicario General de la Corona de Aragón”. La ciudad decidió “darle el bienvenido con el agasajo, aparato y ostentación y cumplimiento” que merecía “dicho señor D. Juan por sus reales prendas y naturales, y ser hijo del serenísimo señor D. Phelipe quarto, Rey que está en gloria, y por el amor y cariño que este Reino y Corona de Aragón le tiene”. Un día después las autoridades municipales eligieron a cuatro ciudadanos para que acudieran a Zaragoza a saludar a don Juan de Austria: eran Vincencio Juan de Lastanosa, Antonio Costa, Francisco Gómez y Pedro Santolaria. Sin embargo, algo debió ocurrir porque el 30 de junio se comunicaba al Concejo que “la nominación de síndicos para dar el bienvenido al señor don Juan de Austria” no se había “podido efectuar por algunas legítimas ocupaciones de algunos de los nombrados”. En tales circunstancias se desplazó finalmente a la capital aragonesa, como representante único de Huesca, Vincencio Juan de Lastanosa. Se acordó, no obstante, que Lastanosa eligiera “las personas que le pareciere para acompañarle” (1).

Cuando acudió a Zaragonza para dar la bienvenida al nuevo virrey, Vincencio Juan de Lastanosa tenía ya 62 años, 22 más que don Juan. El encuentro entre los dos hombres dio inicio a unas interesantísimas relaciones. La confirmación de que la bienvenida del verano de 1669 fue el momento en que don Juan José y Lastanosa se conocieron la proporciona un texto inédito del año 1675. Se trata de un elogio de Lastanosa compuesto por el fraile carmelita descalzo José Trigo de Latas, que reza así:

“Su docta patria [Huesca] le eligió para la Embaxada que hiço a su Alteza el serenísimo señor Príncipe Don Juan de Austria, en que logró el Príncipe conocer lo superior del genio cortesano, docto y noble de nuestro Héroe, de que quedó pagado que en adelante siempre le comunica y consulta quanto toca en buenas letras, con ser Príncipe tan cabal Su Alteza. Digno premio a tan desvelados estudios y venerables canas” (2).


(Continuará)

Fuente principal:

* Garcés Manau, Carlos: “Un Lastanosa poco conocido (1665-1679). Las relaciones con Juan José de Austria”. Argensola, revista de ciencias sociales del Instituto de Estudios Altoaragoneses, nº 115. Huesca, 2005.


Notas:

* Tomo esta biografía de la web dedicada a Vincencio Juan Lastanosa “Proyecto Lastanosa”, obra del Instituto de Estudios Altoaragoneses, dependiente de la Diputación de Huesca.


(1) AMH, actas, nº 162, ff. 113 r-v, 115v, 116v, 117v, 123r y 139r.

19 comentarios:

  1. Seguiré con interés las relaciones y encuentros entre estos dos personajes tan importantes.
    Un saludo.

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  2. Un personaje inquieto, amante de los libros y del saber científico, en unos años difíciles para que los avances y la cultura se abrieran camino en una Europa dominada por el fanatismo religioso.
    Un saludo.

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    1. Cayetano fueron estos años los que empezaron a romper con el fanatismo religioso, los antecedentes de la Ilustración, del predominio de la razón...podríamos decir que Lastanosa muy un "novator", es decir, un ilustrado embrionario.

      Un abrazo.

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  3. Veremos que sale de esta relación. Por cierto que lo de las Cámaras de maravillas me resulta terriblemente atractivo.

    Saludos

    ¡NO SOY UN ROBOT Y ES TERRIBLE E INCÓMODO TENER QUE "DESCIFRAR" ESTAS NUEVAS "CIFRAS"!

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    1. Jordi a ver si algún día puedo dedicar una entrada a las Wunderkammern ;)

      Un abrazo.

      PD: no he entendido la parte final de tu comentario jejeje

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    2. Pued q para dejar un comentario te dejas los ojos pegados en la pantalla ¿No lo has observado en otros blogs?

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    3. La verdad es que no me he fijado...supongo que es por el nuevo método más "social" de respoder a los mensajes en blogger.

      Un abrazo Jordi

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  4. Tuvo, en efecto, mucha relación con Gracián. Tenía Lastanosa una personalidad barroca y debían de ver en él, sus contemporáneos, rasgos de excentricidad.

    Mis saludos.

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    1. Excéntrico pero al mismo tiempo respetado por sus conocimientos y por su mecenazgo.

      Un regio saludo.

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  5. Me ha gustado mucho su artículo de hoy, que veo siguirá con otra entrega, porque me ha ilustrado sobre los Lastanosa, familia de la que había oído hablar, pero sabía poco. El año pasado estuve en Huesca y sí, el parque municipal, ahora de Miguel Servet, es conocido por "Antiguos jardines de Lastanosa", que eran como bien dices los jardines del palacio. Un abrazo.

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    1. Me encantaría pues leer una de tus maravillosas entradas "en primera persona" sobre Husca y los antiguos jardines de Lastanosa....una pena que se perdiera el Palacio del Coso, una maravilla barroca común en Italia pero escasa en España.

      Un abrazo.

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    2. Pues tendrás ocasión amigo, pues la tengo escrita a la espera de su turno. Un abrazo.

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  6. un tipo muy interesante Lastanosa, no se como será la continuación de la relación con Juan José, pero todo apunta a una buenísima influencia...

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  7. Todo un personaje este Vicencio de Lastanosa, tal vez con una personalidad algo exagerada y recargada, muy propia de los tiempos que corrían, donde el imperio español empezaba a desinflarse. Veremos como acaba todo. Ah, majestad, está muy bien su nueva cabecera, con la gran obra de Claudio Coello de El Escorial. Saludos.

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    1. Un hombre del Barroco, amante de las artes, las letras y los misterios de la naturaleza...y todo ello sin salir apenas de Huesca y sólo gracias a sus buenos contactos.

      Me alegra que te guste mi nueva cabecera.

      Un abrazo.

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  8. Tremendo para la pobre señora acabar muriendo de sobreparto con solo 32 años y después de haber tenido 14 hijos.

    Lástima también que esa biblioteca no haya podido conservarse íntegra, pero veremos lo que dio de sí la relación entre dos caballeros aparentemente dispares, al menos en cuanto a la edad.

    Feliz tarde

    Bisous

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