jueves, 22 de noviembre de 2018

El VIII Conde de Oropesa, una breve biografía (PARTE IX y FINAL)

1. Posible retrato de don Vicente Pedro Álvarez de Toledo y Portugal, IX Conde de Oropesa e hijo del VIII Conde, o del hijo del primero, don Pedro Vicente, X Conde de Oropesa y nieto de don Manuel Joaquín.

Don Manuel Joaquín Álvarez de Toledo y Portugal se convirtió una figura clave en los inicios de la nueva monarquía de Carlos III de Austria (1706-1707). Su experiencia de gobierno durante el reinado de Carlos II, donde ejerció como Presidente de Castilla y primer ministro de facto (1685-1691 / 1698-1699), le convirtieron en un hombre imprescindible para la definición de la monarquía carolina en el oriente español (Cataluña y Levante). A él se debe el establecimiento del sistema de Secretaría de Estado al estilo de Madrid, aunque sus rivales políticos consiguiesen que dicha secretaría se dividiese en dos: una para los asuntos italianos tras la conquista de Milán y Nápoles, y otras para la Corona de Aragón y la Guerra en España. En las dos secretarías Oropesa incluyó a castellanos. Con estos cambios, así como con el alejamientos de Zinzerling y Günter, el Conde consiguió "españolizar" el entorno del rey Carlos.

Pese al escaso afecto que muestra por él, el cronista del exilio austracista Francisco de Castellví decía de don Manuel Joaquín: "El Conde de Oropesa, a quien en las cosas de España adhería la Corte por los grandes empleos que había ocupado y conocimiento de géneros en la diversidad de las provincias que hay en España" (1).

Una vez establecidas las dos Secretarías de Estado dirigidas por Romeo (Italia) y Vilana Perlas (Aragón), Oropesa procedió a impulsar el sistema polisinodial mediante la formación de los primeros Consejos: el Consejo de Aragón e Italia. La relación con Flandes, bajo dominio aliados desde 1706 fue muy escasa. En Valencia, también por iniciativa del Conde de Oropesa, el 2 de enero de 1707 se publicó la gracia de secretarios y seguidamente la formación del Consejo de Aragón en el que se incluyeron a "los sujetos más distinguidos en su servicio en los reinos de Aragón, Valencia y Cataluña". Los nombramientos para el Consejo de Italia también comenzaron pronto, si bien  fue una Junta de Italia la que inició su trabajo con regularidad. No fue hasta 1710, muerto ya don Manuel Joaquín, cuando Carlos tras la segunda incursión aliada en Castilla decide completar el organigrama del Consejo siguiendo la propuesta de Oropesa de 1706.

El Conde de Oropesa fue además uno de los considerados, junto a la emperatriz viuda y madre de Carlos III, Eleonor de Neoburgo, como posible candidato a ejercer el cargo de Virrey de Nápoles tras la conquista austriaca del Reino partenopeo en 1707, aunque finalmente el cargo sería ejercido por el conde Wirich Philipp von Daun.

Oropesa podría haber desempeñado un papel más decisivo en la Corte pero murió pronto. El Conde. que sufría una larga enfermedad y había comenzado poco a poco a retirarse del gabinete carolino, falleció de una apoplejía fulminante el 23 de diciembre de 1707. Su exequias, celebradas en la iglesia barcelonesa de San Francisco, se hicieron "con grande autoridad y grandeza, celebrando de pontifical el obispo de Albarrazín", y dieron cuenta de la desaparición del hombre de Estado de mayor representación en dicha Corte. La muerte convirtió a Oropesa, a decir de los cronistas castellanos afines a Carlos III de Austria, en un "héroe digno de memoria eterna por su zelo i aplicación a la pública utilidad en los ministerios" y por su fidelidad al monarca austriaco.

Tras la muerte de su marido, la condesa viuda de Oropesa, doña Isabel Pacheco Téllez-Girón, se encontró con una difícil situación económica que amenazaba su status debido a la confiscación de sus estados en Castilla, Extremadura y Andalucía por parte de Felipe V. Ésto llevó a Carlos III a concederle una renta en 1708 de 12.000 reales sobre los bienes de los partidarios borbónicos en el Reino de Nápoles para que la señora se mantuviese "con la decencia que pide su calidad y representazión". No debió ser fácil su percepción pues en 1710 la Junta de Italia consultó una petición de la Condesa por la cesión de la administración y jurisdicción del Estado de Ferrandina, feudo situado en la Basilicata secuestrado al Duque de Montalto, lejano pariente de su marido, y en donde se había fijado su asignación. Doña Isabel lo justificaba porque de este modo se facilitaba "que con menos dispendio y más prontitud perciba la porción que Vuestra Magestad le tiene situada sobre él". La condesa viuda de Oropesa otorgaría codicilio y última voluntad el 7 de octubre de 1712 en Barcelona.

A don Manuel Joaquín le sucedió como Conde de Oropesa (IX) su hijo primogénito don Vicente Pedro Álvarez de Toledo y Portugal (1685-1728). Don Vicente Pedro fue uno de los nobles designados por Carlos III en 1708 para formar la comitiva que se trasladó a Génova para acompañar a su esposa Isabel Cristina a Barcelona. En 1711 viajó con el rey Carlos a Frankfurt para su coronación imperial y al año siguiente se encontraba en Viena siendo uno de los exiliados austracistas más destacados y a quien se le otorgaría el Toisón de Oro como reconocimiento a su fidelidad y la de su padre a la causa carolina. El IX Conde de Oropesa llegó a ser Presidente del Consejo de Flandes que se formó en la capital imperial, regresando a España tras la Paz de Viena (1725) entre Felipe V y Carlos V. El IX Conde de Oropesa casó con doña Encarnación Fernández de Córdoba y la Cerda Aragón Figueroa, hermana del Marqués de Priego y Duque de Medinaceli.

Su hija segunda, doña Josefa Antonia, se casó en 1697 con su primo Manuel Gaspar Alonso Gómez de Sandoval y Rojas, futuro V Duque de Uceda, en cuya descendencia recaerá más tarde el Condado de Oropesa, estrechando aun más el vínculo entre las Casas de Oropesa y Uceda. El tercer hijo, don Antonio Álvarez de Toledo y Portugal, Conde de Alcaudete, hizo carrera militar al servicio del Emperador luchando contra el Turco en Hungría al mando del Regimiento Imperial Nº50 o Alcaudete. A diferencia de su hermano mayor, don Antonio siguió fiel a Carlos VI después de la Paz de Viena, quien le otorgó la Grandeza de España y el Toisón de Oro. Murió en Praga el año 1734.

La última hija del matrimonio entre don Manuel Joaquín y doña Isabel Pacheco fue sor Agustina de Jesús, que en 1699, a la edad de seis años, ingresó en el convento de Religiosas Agustinas Recoletas, situado en Calzada de Oropesa y fundado por su padre en 1674; en 1714 fue elegida priora de la Comunidad.


CONCLUSIÓN:

Con la muerte del VIII Conde de Oropesa desaparecían casi 40 años de historia de España, 40 años de servicio a la Casa de Austria desde que comenzara a servir en 1669 como capitán de una de las compañías Guardia Chamberga durante la regencia de doña Mariana de Austria. Desde allí y gracias a su ilustre sangre (pertenecía al linaje de los Álvarez de Toledo y era familia de los reyes portugueses, Casa Braganza-Portugal) fue ascendiendo hasta llegar a ser Presidente de Castilla (1684), el primer puesto del Reino, y primer ministro de facto tras la caída del Duque de Medinceli. La llegada de la nueva reina Mariana de Neoburgo le apartó largo tiempo de la Corte (1691-1698), pero volvería a finales de siglo para asentar la sucesión bávara que finalmente se vería frustrada por la muerte del pequeño Príncipe Electoral (1699). Después sería, junto al Almirante de Castilla y otros pro-imperiales, víctimas del Golpe d Estado encubierto por el motín popular de los gatos que le alejaría para siempre de la Corte. Tras la muerte de Carlos II permanecerá retirado en el Palacio del Infantado de Guadalajara hasta que la llegada del archiduque Carlos en 1706 haga pública su desafección con el nuevo régimen borbónico. Junto a Carlos III de Austria se convertirá en una figura clave, gracias a su amplia experiencia de Gobierno, para definir la nueva monarquía oriental hispano-italiana al modo de España. Su temprana muerte le impedirá alcanzar mayores cotas de poder, pero su legado será duradero y perceptible en la estructura de la nueva "España" austracista.


NOTAS:

(1) Castellví, Francisco: "Narraciones históricas...", III, p. 339.


FUENTES:


  • Canal, Jordi: "Exilios: los éxodos políticos en la historia de España, siglo XV-XX". Silex Ediciones, 2007.
  • Ferrero, Remedios; y Guia, Lluìs (eds): "Corts i parlaments de la Corona d'Aragó: unes institucions emblemàtiques en una monarquia composta". Universitat de València, 2008.
  • León Sánz,Virginia: "Felipe V y la sociedad catalana al finalizar la Guerra de Sucesión". Revista Pedralbes Nº 23, 2003, 271-294.
  • León Sánz,Virginia: "Acuerdos de la Paz de Viena de 1725 sobre exiliados de la Guerra de Sucesión". Revista Pedralber Nº 12, 1992, págs. 293-312.
  • Quirós Rosado, Roberto: "Monarquía de Oriente. La corte de Carlos III y el gobierno de Italia durante la guerra de Sucesión española". Marcial Pons, 2017.


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