viernes, 21 de octubre de 2011

Estatuaria carolina (XIII): Carlos II en la Grand Place de Bruselas

1. La Grand Place tras el bombardeo francés de 1695 en un grabado de Augustin Coppens. Statens Museum for Kunst, Copenague.

A las 7 de la tarde del 13 de agosto de 1695 las piezas de artillería del ejército de Luis XIV dirigido por el mariscal Villeroi comienzan a bombardear Bruselas, la capital de los Países Bajos españoles. Nos encontramos en la fase final de la llamada Guerra de los Nueve Años o de la Liga de Augsburgo (1688-1697), el último conflicto del siglo XVII que finalizará con el Tratado de Rijswijk (1697).

Las primeras salvas alcanzaron la Iglesia de San Nicolás, causando el incendio de 3 o 4 casas, incendio que, atizado según las fuentes por un fuerte viento procedente del oeste, se propagó rápidamente por toda la ciudad.

Interrumpido únicamente durante tres horas en la mañana del día 14, el brutal bombardeo se prolongó hasta el día 15 de agosto, causando, como se ha dicho, un incendió de enormes dimensiones que el mismo Villeroi describía a Luis XIV el día 16 de agosto:

Le désordre que nous avons fait dans Bruxelles est au-delà de ce qu’on peut dire, l’on a jamais veu un embrasement pareil” (1).

Tras el bombardeo francés, la ciudad de Bruselas quedó casi arrasada: el Ayuntamiento sufrió un gravísimo incendio, los daños fueron enormes en la zona en torno a la Grand Place (rue au Beurre, rue des Fripiers, marché au Charbon, rue de la Montagne, rue Marché aux Herbes, rue des Chapeliers, rue des Bouchers y todas las calles transversales), la iglesia de San Nicolás y su suntuoso campanario desaparecieron pasto de las llamas,…

2. El busto de Carlos II en la Maison du Roi d'Espagne de la Grand Place. Foto del autor.

A pesar de los gravísimos daños sufridos, la reconstrucción de Bruselas será bastante rápida. Ya en octubre de 1695, el gobernador de los Países Bajos, el elector Maximiliano Manuel de Baviera, dictará una serie de disposiciones encaminadas a este fin. Sin embargo, en esta entrada nos centraremos exclusivamente en la reconstrucción de la Grand Place y más particularmente en la de dos de sus edificios: la Maison de la Corporation des Boulangers (1697) y la Maison de la Corporation des Bateliers (1697).

Maison de la Corporation des Boulangers o Casa del gremio de panaderos fue reconstruida en 1697 como indica uno de los dos cronogramas de la fachada, situado sobre un busto de Carlos II:

HAC STATVIT PISTOR VICTRICIA SIGNA TROPHÆI

QVO CAROLVS PLENA LAVDE SECVNDVS OVAT

“El panadero ha recogido aquí las banderas victoriosas a modo de trofeo por el cual Carlos, en plena gloria, triunfa”

Este cronograma, cuyas letras de mayor tamaño suman el año 1697 en el que fue reconstruido la casa (C + VI + I + VI + C + I + C + I + I + I + V + C + L + V + L + L + V + D + C + V + D + V + V=1697), se trata de un dístico elegiaco obra del poeta Petrus van der Borcht (2)

El segundo cronograma se sitúa sobre el arco de la puerta de entrada, justo encima de un busto de San Auberto, obispo de Cambray y patrón de los panaderos:

HIC QVANDO VIXIT MIRA IN PAVPERES PIETATE ELVXIT

Cuando vivió en esta tierra, brillo por su extraordinaria bondad

Hoy en día esta casa, que se ha convertido en una popular cervecería, es conocida como la Maison du Roi d’Espagne por la inscripción en lengua flamenca situada debajo del busto de Carlos II: Den Coninck van Spaignien. Precisamente es este busto en piedra de Carlos II lo que nos interesa en esta entrada. La figura del Rey, claramente idealizado y con corona dorada alrededor de sus sienes, aparece circundado por una corona de laurel también dorada (símbolo de victoria), así como por dos esclavos encadenados (uno turco y otro de apariencia occidental), así como por numerosos trofeos militares, en un conjunto encaminado claramente a exaltar la figura de Carlos II.

3. El remate del edificio de La Cornet con el medallón de Carlos II. Foto del autor.

El segundo edificio protagonista de esta entrada se trata de la Maison de la Corporation des Bateliers, es decir, la Casa del gremio de los marineros, popularmente conocida como “Le Cornet” (El Cuerno) debido a un bajo relieve a forma de cornucopia situada en la parte baja de su fachada. Tras la destrucción del edificio original a consecuencia del bombardeo del mariscal Villeroi, el gremio de los marineros encargó al arquitecto Antoine Pastorana su reconstrucción (1697) que diseñó el remate del edificio a forma de popa de barco.

Por contrato del 3 de abril de 1697, los decanos del gremio de marinerosros confiaron a Pierre van Dievoet la ejecución de todas las esculturas de la fachada. En el remate a forma de popa, Dievoet dispuso un medallón con la imagen de Carlos II con una corona dorada rodeado de cuatro figuras alegóricas representando el viento necesario para mover las embarcaciones. A los lados del remate o piñón dos figuras representando a dos marineros y en la parte superior el escudo de armas de Carlos II sujetado por dos leones dorados.

Fuentes principales:

* Smolar-Meynart, Arlette (dir.): “Autour du bombardement de Bruxelles de 1695. Désastre et relèvement”. Bulletin du Crédit Communal, Bruselas, nº 199, 1997.

Notas:

(1) Carta del mariscal Villeroi a Luis XIV, 16 de agosto de 1695 desde el campo de Anderlecht, ASHAV.

(2) Alain van Dievoet: “De inscriptionibus latinis Fori Maximi Bruxellensis”. Melissa, Bruselas, 1993, n º52, pp. 14-16.

4. Situación de La Cornet y la Maison du Roi d'Espagne en la Grand Place. Foto del autor.

14 comentarios:

  1. Bonitas fotos, regios edificios... Ustedes los españoles dejan huella en todos los lugares que pisan, no? jajaja

    Algo que me sorprende, amigo Carolvs, es que no te has pronunciado sobre la muerte de Gadafi... cual es tu opinion?


    Un abrazo

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  2. Matu: hay muchos recuerdos y restos españoles en los antiguos Países Bajos españoles, actualmente Bélgica. De hecho hay una serie de libros titulados "Recuerdos españoles en Flandes" que tratan de ese tema.

    Pues de Gadafi la opinión que me merece es que era un sátrapa pero que desde luego la muerte y humillación que ha recibido probablemente no sean de recibo, al igual que la actitud hipócrita de todos los gobiernos de Occidente que antaño bebían los vientos por él y se hacían fotos juntos.

    Un abrazo.

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  3. Las guerras es lo que tienen, que no respetan nada, ni vidas ni propiedades ajenas. Y de esas "gloriosas hazañas" siempre el patrimonio artístico es una de las víctimas, aunque me alegra saber que en los Países Bajos la recostrucción fue admirablemente rápida.
    Un saludo.

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  4. Nunca imaginé que sobrevivieran tantas representaciones de Carlos II y en lugares tan alejados. Una cervecería llamada "La casa del rey de España". Veo cierta ironía en ello, ¿no?
    Un beso

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  5. Una de las cosas que más me están impresionando de esta serie de artículos es que, a pesar de la decadencia indudable, el poder real no olvidaba la necesidad de impulsar la iconografía monárquica, la imagen exterior del proyecto histórico de la Casa de Austria.

    Saludos.

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  6. Cayetano: la guerra y la destrucción del arte a lo largo de la historia desgraciadamente son dos cosas que van unidas de la mano y el caso de Bruselas no fue una excepción, aunque gracias la labor de Maximiliano Manuel de Baviera, la reconstrucción fue veloz.

    Un abrazo.

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  7. Carmen: en los Países Bajos hay aún muchos restos del período español y no podía ser menos del reinado de Carlos II. Puede ser un poco irónico lo de la cervecería sí, pero creo que sólo responde al hecho de la inscripción en la fachada que comento.

    Un beso.

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  8. Retablo: cuando los ejércitos y armadas flaqueaban, era necesario reforzar el poder regio a través de su exaltación en el arte y la arquitectura para que los súbditos fuesen conscientes del poder del Rey.

    Un saludo.

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  9. Estoy impresionado, como ya he dicho en otros comentarios de esta serie, de la gran cantidad de figuras de Carlos II que hay en el extranjero en comparación con la pocas que hay en España. ¿Razones?
    Un abrazo.

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  10. DLT: una de las razones principales era la ausencia de la persona real en estos territorios. La debilidad de la Monarquía a partir de la década de los '60 del s. XVII hizo necesaria hacer mucho más visible la imagen real, tanto en Italia como en los Países Bajos para evitar escisiones o complots secesionistas.

    Un saludo.

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  11. Destrucción y reconstrucción, esa es la historia. No sabía que había efigies o relieves de Carlos II en Bruselas, y más en una casa de cervezas, que no le pegaba mucha. Un saludo, majestad.

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  12. Paco: lo de la cervecería es cosa del siglo XX, antes era la Corporación del gremio de panaderos que con ese busto pretendían exaltar la figura de su Rey y darle mayor lustre a su casa con la presencia regia en la fachada.

    Un saludo.

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  13. No solo de una manera ideal, a pesar de todo nos represento en una Europa convulsa, llegando a Bruselas,sede del Consejo y Parlamento europeo.
    ¿Alguno ha llegado a más...?
    Salud¡¡

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  14. Javier: ten en cuenta que entonces Bruselas estaba bajo el dominio del Rey de España y, por tanto, era lógica su presencia allí.

    Un abrazo.

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