lunes, 12 de febrero de 2018

Francisco Antonio de Borja: un cardenal efímero en la Guerra de Sucesión

Por: Alberto Martín Monge



La vida de don Francisco Antonio de Borja-Centelles y Ponce de León, a pesar de su posición, sufre de un vacío historiográfico debido, en gran parte, a su repentina muerte cuando más alto estaba en el escalafón eclesiástico y en un momento histórico, la Guerra de Sucesión española, en el que podría haber alcanzado un gran protagonismo político. Nació en Cerdeña el 27 de marzo de 1659, de donde procedía parte de su familia. Era hijo de Francisco Carlos de Borja, IX Duque de Gandía, y de María Ana Ponce de León (1). Descendía de unas de las grandes familias nobiliarias de España: por su rama paterna era nieto del VIII Duque de Gandía y de Artemisia Doria Colonna (que unía dos de las Casas italianas más importantes al servicio de la Monarquía Católica); por su rama materna era nieto de Rodrigo Ponce de León, IV Duque de Arcos y virrey de Nápoles, y de Ana Francisca de Córdoba y Aragón, hija de los Duques de Segorbe. 

El ambiente italiano debió siempre influir en él, puesto que, además de nacer en Cerdeña, de dominio hispánico, ya sus padres, siendo Marqueses de Lombay (2), acompañaron a los Duques de Arcos al virreinato napolitano en 1647 (3). Asimismo, como es lógico, Roma debió estar muy marcada en su mundo por descender de San Francisco de Borja y, más recientemente, haber sido su tío-bisabuelo el cardenal don Gaspar de Borja (1580-1645), al que algunas fuentes atribuyen la donación de su fortuna a su sobrino Gandía (4), abuelo de nuestro biografiado, aunque en el primer testamento (1635) del cardenal nombra heredera a la Iglesia Colegiata de Gandía, y el Duque solo figura como albacea (5).

Como hijo segundón accedió a la carrera eclesiástica, puesto que su hermano mayor Pascual sería el X Duque de Gandía al heredar los títulos de la Casa a la muerte de su padre en 1665 (6), llevándose a cabo durante su jefatura de la canonización de san Francisco de Borja, «su quinto aguelo», en 1672, realizándose un festejo en el que se dispuso «un carro triunfal de 22 palmos de largo y 12 de ancho», donde colocarían diversos elementos simbólicos de la Casa, como el toro, y aparecerían versos relativos al santo familiar (7). Pascual de Borja merece un estudio más detallado, sobre todo por su múltiple correspondencia relativa a la Guerra de Sucesión, militando en el bando felipista junto a su familia, y convirtiéndose en adalid de la reconstrucción de Valencia tras la terrible situación económica y demográfica en que quedó después la guerra (8).

Otro de los hermanos, Carlos, también llegó a cardenal en 1720, apareciendo en una entrañable carta de nuestro Francisco Antonio, siendo capellán en Toledo, a Pascual, fechada en agosto de 1689, en la que se muestra realmente contento por haberlo visto y, en un tono emotivo, reitera al Duque que «los tengo a Vuestras Excelencias por amiguitos», respondiendo éste último que «sus sobrinos le envían sus abrazos» (9). Pese a la distancia, parece que los hermanos se mantuvieron unidos, como así demuestra el amor que profesaba en otra carta de 1701 a una de sus hermanas, Jesualda, monja clarisa en Gandía: «A las parientas dirá VE. todo lo que las debe respetar mi veneración. A mi querida Jesualda un millón de cosas», hablándole también al duque de su hija Ignacia (casada con el conde-duque de Benavente) y de temas relacionados con Felipe V (10).

En la promoción de Coronas del 21 de junio de 1700, el Papa Inocencio XII nombraba cardenal a Francisco Antonio de Borja, que contaba entonces con 41 años. Su pariente el Conde de Chinchón, Julio Savelli y Peretti, sobrino, a su vez, del cardenal Montalto, se holgaba mucho, desde Roma, donde tenía información de primera mano, de este nombramiento “que ha sido en esta Corte con aplauso” (11). Otro partidario borbónico, el I Marqués de Castelldosrius, embajador en París, nada más llegar a la Corte francesa el nombramiento, hacía igual elogio del reciente cardenal (12). El Marqués de Albayda también felicitaba al Duque de Gandía por el capelo de su hermano, recordando que su Casa fue fundada por el cardenal Milá (Luis de Milá y Borja), sobrino de Calixto III y primo de Alejandro VI (13).

A los pocos meses, el 1 de noviembre, fallecía Carlos II y comenzaba un periodo de inestabilidad y guerra en el que nuestro cardenal se posicionaba del lado del nuevo Rey y de la nueva dinastía. El 9 de junio de 1701 se emitía la Real Orden de presentación del cardenal Borja para el obispado de Calahorra (14), donde su antepasado san Francisco de Borja había predicado y donde dejó gran huella (15). En noviembre de 1701 ya se da cuenta al cabildo de Burgos del nombramiento del cardenal Borja como nuevo arzobispo, cantándose un Te Deum y enviándose diputados a Madrid a darle la enhorabuena (16). La carrera de Borja era meteórica tras la entronización del nuevo monarca.

Sin b, en 1702 se empieza a resentir de manera grave su salud, y en marzo de ese año sufre una apoplejía (17), lo que hace saltar las alarmas del cabildo por si Felipe V nombraba a otro arzobispo que desmembrara el territorio cántabro de las Montañas Bajas, que pertenecía hasta ahora al arzobispado burgalés (18), pero unos días después, el 1 de abril, parecía que mejoraba de sus «ataques de alferecías» (similar a la epilepsia), dando unas esperanzas que se volvían a acabar tres días después, considerándosele ya al borde de la muerte (19).

Fallece finalmente el cardenal Francisco Antonio de Borja el 4 de abril de 1702, enterrándose en la iglesia de la Compañía de Jesús en Madrid junto a san Francisco de Borja, realizándose las honras fúnebres con toda solemnidad en Burgos el 8 de julio, siendo invitada toda la ciudad (20).

Haría falta un estudio más completo sobre este personaje que, si bien no ha dejado una inmensa huella historiográfica, merece la pena por el contexto en el que se enmarcó y por la familia de la que era miembro.


Notas:

  1.  Archivo Histórico de la Nobleza (en adelante, AHNobleza), Osuna, C. 537, D. 2. Capitulaciones matrimoniales de Francisco de Borja y María Ponce de León. Gandía, 17 de octubre de 1650.
  2.  Sobre este marquesado valenciano pueden consultarse: Gonzálbez Esteve, Elia: Análisis de un señorío valenciano. El marquesado de Lombay, tesis doctoral inédita, Universidad de Alicante, 1991. Ardit, Manuel: “La evolución de la renta feudal en el marquesado de Llombai (siglos XVI-XIX), en Revista de historia moderna: Anales de la Universidad de Alicante, nº. 24, 2006, pp. 11-30.
  3.  AHNobleza, Osuna, C. 128, D. 277, fol. 97. Libro de cuentas del IV duque de Arcos durante su estancia en Nápoles.
  4.  Soler Salcedo, Juan Miguel: Nobleza española. Grandeza inmemorial 1520. Visión Libros, Madrid, 2008, p. 236.
  5.  AHNobleza, Osuna, C. 540, D. 20, fols. 3r y 4v. Testamento otorgado por Gaspar de Borja y Velasco, cardenal arzobispo de Toledo. Roma, 18 de noviembre de 1635.
  6.  AHNobleza, Osuna, C. 540, D. 143-149. Traslados, copias simples y testamento autógrafo de Francisco Carlos de Borja Centelles [Doria Colonna], IX duque de Gandía.
  7. AHNobleza, Osuna, C. 538, D. 68. Informe sobre los festejos y actos organizados por Pascual Francisco de Borja Centelles, duque de Gandía, para la celebración de la canonización de Francisco de Borja duque de Gandía, ca. 1672. 
  8. En 1683, el arzobispo de Valencia, Tomás de Rocabertí, dio licencia para que don Pascual levantara una ermita en honor del santo: AHN, Osuna, C. 579, D. 17. Valencia, 16 de diciembre de 1683.
  9.   AHNobleza, Osuna, CT. 136, D. 41. 
  10.   AHNobleza, Osuna, CT. 113, D. 5. Francisco de Borja a su hermano Pascual de Borja, Toledo a 16 de agosto de 1689 / Gandía a 29 de agosto de 1698.
  11.   AHNobleza, Osuna, CT. 125, D. 1-4. El cardenal Borja al duque de Gandía, agosto de 1701.
  12.   AHNobleza, Osuna, CT. 205, D. 183. El conde de Chinchón al duque de Gandía, Roma a 21 de junio de 1700.
  13.   AHNobleza, Osuna, CT. 151, D.7. El marqués de Castelldosrius al duque de Gandía, París a 11 de julio de 1700.
  14.   AHNobleza, Osuna, CT. 205, D. 157-159. El marqués de Albayda al duque de Gandía, Valencia a 13 de julio de 1700.  Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores, Fondo Santa Sede, leg. 250, fol. 5v. Reales Órdenes, 1701-1716, presentación para obispados, etc.
  15.   Alcalde Arenzana, Miguel Ángel: “Tres generales jesuitas de talla internacional en Calahorra (II): Francisco de Borja”, en Kalakorikos: Revista para el estudio, defensa, protección y divulgación del patrimonio histórico, artístico y cultural de Calahorra y su entorno, nº. 12, 2007, pp. 363-376.
  16.   Archivo Histórico de la Catedral de Burgos (en  adelante, AHCB), RR. 92, fols. 406v-408, 409v.-411 y 414. 
  17.   AHCB, lib. 118, fols. 509-510. Fernando de Castro, abad de San Millán, al cabildo de Burgos, Madrid a 22 de marzo de 1702.
  18.   Ibídem, RR, 92, fols. 487v.-489, Burgos a 30 de marzo de 1702. Para entender el tema de las Montañas Bajas: Cofiño Fernández, Isabel: Arquitectura religiosa en Cantabria, 1685-1754. Las Montañas Bajas del arzobispado de Burgos, Universidad de Cantabria, Santander, 2004.
  19.   Ibídem, lib. 118, fols. 513-514. Fernando de Castro al cabildo de Burgos, Madrid a 1 de abril de 1702;  Ibídem, RR. 92, fols. 489v-492. Fernando de Castro al cabildo de Burgos, Burgos a 3 de abril de 1702.
  20.   Ibídem, lib. 118, fols. 517-518. Fernando de Castro al cabildo de Burgos, Madrid a 5 de abril de 1702;  Ibídem, RR. 92, fols. 541v-545. El conde de Chinchón envía sus condolencias al duque de Gandía, aprovechando para que intercediera por él ante Felipe V: AHNobleza, Osuna, CT. 205, D. 185.