domingo, 30 de mayo de 2010

ICONOGRAFÍA DE UN REY-NIÑO XI: LA ALEGORÍA DE EUROPA DE JAN VAN KESSEL


Navegando por internet el otro día en busca de otra cosa, me encontré por casualidad con este interesante cuadro de Jan van Kessel, padre (1626-1679), que representa una alegoría de Europa con fecha 1672.

La escena, a pesar de la escasa calidad de la imagen, estropeada aún más con las letras sobrepuestas, se desarrolla en una especie de galería de curiosidades tan del gusto barroco, con colecciones de insectos, conchas, etc…además, nos podemos encontrar con otras interesantes alegorías, como son el cuadro en el que se representa a la hostia sagrada y la corona papal, que vendría a representar a la Iglesia, hecho reforzado con la presencia de un cardenal en el lado derecho de la composición. A la izquierda de este cuadro, se nos presenta otro con una bola astral y otros elementos representativos del saber humano.

En primer plano nos encontramos con una serie de trofeos militares como son la armadura, el tambor, etc que serían una llamada a las continuas guerras que asolan al continente. En el plano de fondo, las distintas estatuas de dioses griegos y romanos vendrían a indicar diversas virtudes. Delante de éstas, nos encontramos con una mujer coronada como alegoría del continente, a la que varios angelotes ofrecen en don diversos objetos.

Pero bajo mi punto de vista, el tema más interesante son los retratos de los monarcas más poderosos del momento y que vendrían a indicar los diversos poderes que regían Europa. En segundo plano (rodeado por mí con un círculo rojo) tenemos al rey-niño Carlos II de España, lo que nos aporta una imagen más a mi serie “iconografía de un rey-niño” a la que ya he dedicado diversas entradas; a su derecha, y pesar de no estar 100 % seguro, seguramente se nos represente al emperador Leopoldo I, como indicaría el Toisón de Oro que cuelga de su cuello, al igual que lo hace del de Carlos II; a la izquierda del monarca hispano, probablemente se nos represente a Carlos II de Inglaterra; mientras que presidiendo la escena, en el retrato sobre la puerta, podemos ver a Luis XIV de Francia, quizás como una alegoría o señal de su dominio sobre el continente en esos momentos. Al retratado a la derecha de Leopoldo I no me ha sido posible identificarlo. Finalmente, al fondo de la puerta y bajo palio, tendríamos al Papa, como mediador entre todas las potencias y guía espiritual de toda la Cristiandad.

miércoles, 26 de mayo de 2010

FRAY ALONSO ENRÍQUEZ DE SANTO TOMÁS, OTRO ILUSTRE HIJO ILEGÍTIMO DE FELIPE IV (PARTE II)

Fray Alonso de Santo Tomás en un grabado de la Biblioteca Nacional de Madrid.


Según el Episcopologio de la Diócesis de Málaga, fray Alonso hizo su entrada en la capital malacitana el 24 de diciembre de 1664.

En junio de 1667 inició una visita pastoral a su Diócesis para conocer el estado de la misma.

En unión con el Cabildo Municipal estudió las medidas a tomar tras las horrendas catástrofes que provocaron las grandes inundaciones del río Gudalmedina sobre la ciudad.

En 1669 mandó construir la famosa finca o hacienda de El Retiro de Santo Tomás del Monte en Churriana (Málaga), clásico ejemplo de jardín barroco español. Era ésta una finca de labor con abundantes árboles frutales, viñedos y trigales cuando fue adquirida por el obispo. Aunque sin íperder el carácter utilitario de una hacienda de cultivo cuyos productos eran aprovechados y distribuidos por la Orden, fray Alonso formó anexo a la casa un jardín que reunía características medievales renacentistas y barrocas y que otorgó al lugar la condición de retiro y espacio de descanso y disfrute para su propietario y para los monjes del convento malagueño de Santo Domingo (1).

En el ámbito religioso participó en las canonizaciones de San Pedro de Alcántara, San Francisco de Borja, San Pascual Bailón, San Juan de Capistarno, San Juan de Sahagún y la beatificación de Rosa de Lima, entre 1669 y 1691.

Mantuvo y dio auge al Colegio de Clérigos Menores de Santo Tomás de Aquino, que sufrió diversas convulsiones y problemas de ubicación, pero fray Alonso los dejó tranquilos 1673. Promovió además, la fundación del Hospital de San Julián.

En 1677 socorrió con copiosas limosnas a la ciudad de Orán, la cual estaba sufriendo los extragos de una importante peste que había ya pasado a Cartagena y Murcia, y que en 1679 llegaría a la mismísima Málaga. Fray Alonso también llevaría a cabo una gran labor asistencial en el terremoto que asoló la ciudad apenas un año después, en 1680, y que causó numerosas víctimas y la destrucción de un gran número de inmuebles (según las fuentes parece ser que la catedral fue el único edificio que no sufrió daños) (2).

Un hecho notable durante su prelatura fue la celebración del Sínodo Diocesano del 21 al 27 de noviembre de 1671, que como él mismo indicaba, fue: “Convocado porque se han introducido diferentes abusos, corruptelas, y otras costumbres disonantes”, y en el cual se aprobaron una serie de Constituciones recogidos en cinco libros:

1.- En torno a la Fe Católica, el Clero, el Culto Divino, etc.,

2.- Celebración y recepción de los Sacramentos,

3.- Los Lugares sagrados y de culto, modo de guardar las fiestas, etc.,

4.- Procedimientos y Juicios eclesiásticos,

5.- Penas eclesiásticas, Aranceles,

Y que fueron editados en un volumen impreso en la ciudad de Sevilla en 1674 (3).

Sobresalió además este obispo como teólogo, filósofo y orador. Cabe destacar la polémica en la que fray Alonso se vio inmerso en el centro de la turbulenta controversia provocada por el Jansenismo (4) en el siglo XVII, con motivo de la aparición del infamatorio libro “Teatro Jesuítico” (Coimbra, 1654), en el que se criticaba duramente a la Compañía de Jesús, y que fue falsamente atribuido a él. Su respuesta, en extremo dura, negando tal acusación, quedó reflejada en la “Catholica Querimonia” (Málaga y Madrid, 1686), donde ataca indiscriminadamente a calvinistas y jansenistas, hecho por el que se vio dentro del ojo del huracán de una polémica dialéctica que se extendió por toda Europa.

Fray Alonso de Santo Tomás fue también un protector de las artes, ejerciendo como mecenas de artistas de la talla del escultor Pedro de Mena, que realizó diversos encargaos para la catedral malacitana, y del pintor Alonso Cano, con quien mantuvo una relación personal de amistad. Su espléndida “Virgen del Rosario”, conservada en la homónima capilla de la catedral de Málaga, fue un encargo del obispo.

Falleció el 30 de julio de 1692, siendo enterrado en el Convento de Santo Domingo.

Fuentes principales:

* Coronas Tejadas, Luis: “Fray Alonso de Santo Tomás y la Hacienda El Retiro”. Chronica nova, revista de historia moderna de la Universidad de Granada. 1995.

* Gil Sanjuán, Joaquín: “La sinceridad de Fray Alonso de Santo Tomás, obispo de Málaga, cuestionada por Antoine Arnauld”. Baética: estudios de arte, geografía e historia. 2006.

Notas:

(1) Nieto Caldeiro, Sonsoles: “El jardín barroco español y su expansión a Nueva España”.

(2) Santoja, Gonzalo: “Incierta memoria de las tempestades y terremoto de 1680”. Universidad de Salamanca, 1998.

(3) Constituciones synodales del Obispado de Málaga hechas y ordenadas por... Alonso de Santo Tomás, Obispo de Málaga... en la synodo que celebró en su S. Iglesia Cathedral el día 21 de noviembre de 1671”, Sevilla: Por la viuda de Nicolás Rodríguez, 1674.

(4) Movimiento religioso originado por Cornelio Jansen, obispo de Ypres, y cuya doctrina quedó reflejada en su célebre “Agustinus”·

PREMIO POR UN MUNDO MEJOR


Hoy me he encontrado con este premio que me otorga mi amigo Joaquí Sierra del blog Nosabíasque.net . Por ello le doy las gracias y os invito a todos a visitar su interesante blog sobre el salmantino pueblo de Candelario, una auténtica delicia para la vista.
Además, lo comparto con los siguientes blogs amigos:

- Paco de Arte TorreHerberos.

- Marco Antonio Cacela de Cacela Hispania.

- Madame Minuet de En la Corte del Rey Sol.

- Cayetano de Sociedades de Ayer y de Hoy.
- La Fuensanta y el Antón.

- Lady Caroline de Los líos de la Corte.

- Paraules, Paraules, Paraules.

- Selva del Olvido.

- Veritas-Boss.

- Cabopá de ¡Ay Maricarmen!

- Anno Domini 1672.

- Arte e Historia de España.

- Curistoria.

- Gema de Historias de Reinas.

- Juan de Historia y Presente.

A todos enhorabuena y en nada nos vemos con la segunda parte de la biografía de fray Alonso de Santo Tomás.

jueves, 20 de mayo de 2010

FRAY ALONSO ENRÍQUEZ DE SANTO TOMÁS, OTRO ILUSTRE HIJO ILEGÍTIMO DE FELIPE IV (PARTE I)

Fray Alonso Enríquez de Santo Tomás a los 18 años, por Juan Bautista Maíno (Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona).


De nombre oficial Alonso Enríquez de Guzmán y Orozco, conde de Castronuevo y marqués de Quintana (Vélez-Málaga, 9 de junio de 1931 – Málaga, 30 de julio de 1692), según el acta bautismal era hijo legítimo y natural de don José Enríquez de Guzmán y de Porres (1), marqués de Quintana y gentilhombre de cámara del rey Felipe IV, y de doña Constanza de Orozco, dama de la reina Isabel de Borbón. Sin embargo, la realidad era bien distinta: el niño fue fruto de los amores del Rey Planeta con la citada dama.

Precipitadamente, por voluntad real y previo acuerdo bien recompensado con don José Enríquez, se convino el matrimonio de éste con doña Constanza, encubriendo así, al menos en apariencia, el verdadero rostro de las cosas. La boda se celebró, y Alonso retuvo para sí el apellido Enríquez.

Pero, ni a los curiosos ni al pueblo, convenció la versión oficial. Antonio de Lorea, que escribió una “Historia de la provincia dominicana de Andalucía”, recogía la siguiente frase: “Los curiosos ociosos de España dijeron que fue este caballero [don Alonso Enríquez] hijo del señor don Felipe IV, monarca de España”; y en otra frase comentaba que el vulgo “lo miró con veneración y respeto, cosa a la que fácilmente se persuadieron por la semejanza en el rostro, el color del cabello, y la condición, generosidad, compostura,...”. Y es que observando el retrato que de él realizó Juan Bautista Maíno (véase imagen superior), hoy conservado en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (Barcelona), salta a la vista, como bien había apreciado el pueblo, el parecido entre don Alonso y su verdadero padre biológico, el rey Felipe IV.

Su controvertido origen, debido a la presunta filiación regia, a pesar de las opuestas apariencias documentales, dio lugar a que la mácula de su ilegitimidad se airease velozmente por la Península Ibérica y traspasase las fronteras para extenderse por todas las cortes europeas y llegase a la misma Curia Romana. La correspondencia entre el nuncio Cesare Monti y el cardenal Barberini, conservada en el Archivo Vaticano, donde se recogen los galanteos entre el monarca y doña Constanza de Orozco, arroja mucha luz sobre este tema (2), Hoy día, los historiadores no dudan en atribuir la paternidad ilegítima a Felipe IV.

Por la acelerada muerte de su supusto padre en 1632, y dos años después, la de su madre (1634), la crianza del infortunado niño de apenas tres años de edad, corrió a cargo de los abuelos paternos, condes de Castronuevo, y una vez desaparecidos éstos (1636) (3), su educación fue confiada a fray Antonio Enríquez de Porres, hermano del abuelo paterno y obispo de Málaga desde 1634 quien, al ser nombrado virrey de Aragón en 1640 (llegaría a Zaragoza en junio de 1641) (4), encomendó a su sobrino bajo el cuidado de ayos y maestros en el malagueño palacio episcopal, el cual fue formado en latín, retórica y teología.

Parece ser que tras la muerte del príncipe Baltasar Carlos en 1646 Felipe IV intentó por todos los medios legitimarlo y traerlo a la Corte (5), sin embargo, don Alonso siempre se negó a ello, negando igualmente su filiación regia.

Muerto su tutor y “tío” en 1648, cuando don Alonso contaba diecisiete años, éste decide abrazar la vida religiosa como modo de detener el manifiesto empeño de Felipe IV en legitimarlo como su hijo. En este sentido el joven aristócrata escribía a fray Juan de los Ángeles, padre provincial de la Bética (6) por la Orden de Predicadores, en los siguientes términos: “Sabrá Vuestra Paternidad Muy Reverenda quién soy yo, y cuan aficionado a la Religión…Yo he oído 15 materias de Teología con el fin proponendo; mal estoy en ellas; aunque he estudiado con cuidado, y en fin digo que ha más de un año que deseo ser religioso…y si esto no consigo, me condeno a los infiernos. 22 de agosto. Pro nunc El Conde de Castronovo, Marqués de Quintana; pro tunc Fray Alonso Enríquez” (6).

Los datos que proporciona esta carta reflejan un perfil complejo y atormentado, cuando tomó la decisión de abrazar la vida religiosa, motivado por el drama de su existencia. Huérfano de padre y madre, sobre el joven aspirante a dominico pesaba como una losa el drama de su más que supuesta paternidad regia, que él se negaba a aceptar, amparado en la presunción de ser hijo legítimo de los marqueses de Quintana. Falto de cariño hogareño, probablemente tuvo que enfrentarse igualmente al asedio femenino, acrecentado por su conocido linaje regio. El calor familiar lo encontró en la Orden de Predicadores, cuando trabó amistad con el dominico fray Antonio Delgadillo. Fue ese el momento en el que acopió valor suficiente para enfrentarse a la realidad, cortando de forma tajante con su atormentado pasado. Finalmente la toma de los hábitos tuvo lugar el día 29 de abril de 1648 en el convento de Santo Domingo de Málaga, donde don Alonso eligió el sobrenombre de Santo Tomás como una manera de trazar su modelo para su vida religiosa: vida espiritual, sistema escolástico y armonía de los postulados filosóficos con la Revelación.

Al conocer Felipe IV este hecho hace un último intento antes de que pronuncie los votos, por lo que el 5 de mayo del mismo año, el nuncio expide un buleto por el que el joven es sacado del convento y encerrado en su palacio. Intervienen en el intento de disuasión el Marqués de Mortara, el gobernador de la ciudad, el provisor y un enviado especial de la Corte, don Francisco de la Hoz, Maestre de Campo y Caballero de Santiago. Enterado el Rey de la inutilidad de sus esfuerzos mandó, por fin, que se dejase en paz al muchacho en el convento.

Según afirma Deleito y Peñuela en su libro “El Rey se divierte”: “...el Monarca estimó mucho a Fray Alonso, al cual don Juan de Austria trató como hermano y dio título de tal según las relaciones de la época...”.

Tras la toma de los hábitos fray Alonso prosigue su formación intelectual en los conventos de Santa Cruz la Real de Granada y San Pablo de Sevilla , donde impartió su magisterio como preceptor de frailes novicios y lector de Artes. En la ciudad hispalense será ordenado sacerdote antes de la edad canónica.

En 1655 regresa a Málaga y es elegido como prior del convento de Santo Domingo por los frailes. Tres años después, el 11 de mayo de 1658, la provincia dominicana de Andalucía reunida en Códoba elige a fray Alonso como provincial de la dicha provincia no sin polémica debido a la juventud del mismo por lo que el asunto llegó incluso a Roma, donde el cardenal Barberini, presidente de la Sagrada Congregación de Regulares, mandó investigar el caso al obispo de Códoba, don Francisco Alarcón, quien resolvió a favor del regio bastardo.

En 1661, Felipe IV, que nunca olvidó a quien sabía era su hijo, presentó a Roma a fray Alonso para el obispado de Osma. Su consagración, la primera que tuvo efecto en esta ciudad, se celebró en la iglesia del convento de Santo Domingo el Real, en 16 de abril de 1662. Toda la ciudad celebró este nombramiento por lo querido que era por todos y por los beneficios que había recibido aún siendo sólo prior y provincial de la Orden de Santo Domingo.

A pesar de su nombramiento como obispo presidió el capítulo provincial de Andalucía. Partió a Osma y entró el 9 de junio de 1662, llevando a cabo su juramento al día siguiente. Gobernó aquella Iglesia hasta el año 1664 en que fue presentado a la de Plasencia, de la que tomó posesión el 7 de junio de 1664. En ese mismo año, Felipe IV le presentó para la mitra de Málaga de la que tomó posesión el 15 de diciembre.

Fuentes principales:

* Aniz Ariarte, Cándido y Hernández, José María: “Santo Domingo, canónigo de Osma: la presencia dominicana en la diócesis de Osma”. Salamanca, 1997.

* Bravo Caro, Juan Jesús: “Fray Antonio Enríquez de Porres, Obispo y Virrey por la gracia de Felipe IV”. Baética: estudios de arte, geografía e historia. 2008.

* Gil Sanjuán, Joaquín: “La sinceridad de fray Alonso de Santo Tomás, obispo de Málaga, cuestionada por Antoine Arnauld”. Baética: estudios de arte, geografía e historia. 2006.

* Reder Gadow, Marion: “Un obispo carismático: Fray Alonso de Santo Tomás. Fundación de la Capilla de San Andrés y Casa Pía por los hombres de negocios de los Estados Generales y Ciudades Hanseáticas”. Isla de Arriarán: revista cultural y científica. 1998.

Notas:

(1) Otras fuentes consultadas también se refieren a él como José Enríquez Porras de Guzmán. En Aniz Iriarte, Cándido y Hernández, José María: “Santo Domingo, canónigo de Osma: presencia dominicana en la diócesis de Osma”. 1997.

(2) Gil Sanjúan, J. y Pérez de Colosía Rodríguez, M° I: “Fray Alonso de Santo Tomás, aristócrata y obispo”. En “El esplendor de la Memoria. El Arte de la Iglesia de Málaga”. Málaga, 1998, pags. 47 a 52.

(3) Archivo Catedral de Málaga, leg. 1031, nº 2, Actas Capitulares, 22, fol.390r. Málaga 7 de mayo de 1639. El cabildo de la catedral acordó hacer las honras por el conde de Castronuevo, hermano del Obispo.

(4) Bravo Caro, Juan Jesús: “Fray Antonio Enríquez de Porres, Obispo y Virrey por la gracia de Felipe IV”. Pag. 20.

(5) A modo de recordatorio señalemos que don Juan José de Austria había sido legitimado por Felipe IV en 1642, por lo que desconozco cuales podían ser las intenciones para esta segunda legitimación, más aún cuando jamás quiso reconocer a don Juan el título de infante y, por tanto, otorgarle un futuro derecho a la sucesión de trono.

(6) Queirós, P: “Reseña histórica de algunos varones ilustres de la Provincia de Andalucía de la Orden de Predicadores”, Almagro, 1915, pag. 317.

(7) Otras fuentes consultadas también afirman que cursó estudios en Alcalá la Real y Salamanca. Móndejar, Francisco: “Episcopologio de la Diócesis de Málaga”.

(8) Pérez de Colosía Rodríguez, Mº I. y Pérez Rosa, J.A., .OP: “El marqués Alonso Enríquez de Guzmán, insigne dominico y obispo malagueño del siglo XVII” en “Homenaje a Antonio de Bethencourt Massieu”, tomo III. Las Palmas de Gran Canarias, 1995, pp.33-66.

lunes, 17 de mayo de 2010

MEME SI YO FUERA...


Mi amiga Gema del blog Historias de Reinas me deja el siguiente simpático test que paso a realizar animando a todos mis lectores a hacerlo para así conocernos mejor…

SI FUERA ...

Si yo no tuviera mi nombre ... me gustaría llamarme (nunca me lo he planteado, pero…) Felipe
Si yo fuera hombre ... sería Juan José de Austria
Si yo fuera mujer... sería Mariana de Austria
Si yo pudiese elegir no ser alguien.. sería un famosillo casposo del corazón
Si yo fuera un animal ... sería una león
Si yo fuera una mascota ... sería un perro
Si yo fuera un insecto ... sería un escorpión
Si yo fuera un arbol ... sería un roble
Si yo fuera una flor ... sería una rosa
Si yo fuera un sentido ... sería la vista
Si yo fuera un sabor ... sería el salado
Si yo fuera una temperatura ... 23ºC
Si yo fuera un elemento ... sería el agua
Si yo fuera una parte del cuerpo ... sería las manos
Si yo fuera un adjetivo ...sería especial
Si yo fuera una comida ... un jamón ibérico
Si yo fuera una galleta ... sería una galleta María
Si yo fuera una bebida ... sería un vino tinto
Si yo fuera una fruta ... sería una manzana
Si yo fuera un postre ... sería un coquillo (postre típico de mi pueblo)
Si yo fuera una golosina ... sería una lengua
Si yo fuera un olor ... sería el húmedo después de llover
Si yo fuera un sonido ... sería el sonido Grunge
Si yo fuera un color ... sería el azul marino
Si yo fuera un trabajo ... sería historiador o un economista
Si yo fuera un vicio ... sería la historia
Si yo fuera una Religión ... creo que todas me decepcionan, tengo mis propias creencias sobre la vida y la eternidad
Si yo fuera un electrodoméstico ... una nevera
Si yo fuera un objeto del baño ... sería un gel de ducha
Si yo fuera un libro ... sería cualquiera de calidad sobre Carlos II
Si yo fuera un escritor ... sería Nietszche
Si yo fuera una película ... sería Pulp Fiction
Si yo fuera un director de cine ... sería Tarantino o Almodóvar
Si yo fuera un actor ... sería no lo se…
Si yo fuera una actriz ... igualmente no se…
Si yo fuera una serie de televisión ... sería Que vida más triste
Si yo fuera un personaje de cine/tv ... sería el Capitán Alatriste
Si yo fuera una canción ... sería Come as your are de Nirvana
Si yo fuera un grupo/banda ... sería Nirvana (sin duda)
Si yo fuera un cantante ... Kurt Cobain
Si yo fuera un disco ... sería In Utero de Nirvana
Si yo fuera un instrumento musical ... sería una guitarra eléctrica
Si yo fuera un cuadro ... sería Carlos II como gran maestre de la orden del Toisón de Oro de Carreño y cualquiera de las pinturas negras de Goya
Si yo fuera una escultor ... sería Leone Leoni
Si yo fuera una prenda ... sería un pantalón vaquero
Si yo fuera un regalo ... sería un libro
Si yo fuera un juego de mesa ... sería la baraja española
Si yo fuera un mueble ... sería el sofá
Si yo fuera un perfume ... sería ummm alguno de CK
Si yo fuera un coche ... sería cualquiera
Si yo fuera una estación del año ... sería Otoño
Si yo fuera una fecha ... sería el 12 de octubre
Si yo fuera una hora del día ... sería las ocho de la tarde
Si yo fuera un mes ... sería Julio
Si yo fuera un día de la semana ... sería sábado
Si yo fuera un momento del día ... sería la noche
Si yo fuera un lugar ... sería el Barrio de Malasaña
Si yo fuera una ciudad ... sería Madrid
Si yo fuera un planeta ... sería la Tierra
Si yo fuera un continente ... sería Europa
Si yo fuera un mar ... sería el Atlántico
Si yo fuera un deporte ... sería el atletismo
Si yo fuera un número ... sería el 13
Si yo fuera una sensación ... sería el amor
Si yo fuera un estado de ánimo ... sería la alegría
Si yo fuera un pecado ... sería la tentación
Si yo fuera un defecto ... sería el orgullo
Si yo fuera un dolor ... sería dolor de cabeza
Si yo fuera una edad... sería la mía…
Si yo fuera una palabra ... sería complicado

viernes, 14 de mayo de 2010

LOS OTROS HERMANOS ILEGÍTIMOS DE CARLOS II: LOS HIJOS ILEGÍTIMOS DE FELIPE IV

Felipe IV por Velázquez.

Nota: Antes de iniciar esta entrada me gustaría comentar la complejidad que la misma entraña al tratar sobre personajes de los que en muchas ocasiones se trató de esconder su origen y sobre los cuales existe una documentación muy escasa y, sobre todo, confusa que hace que los mismos se pierdan en los mares de la historia. Por ello, obvio el hecho de que puedan existir errores de fechas o nombres.

Legendaria fue la promiscuidad sexual de Felipe IV, hecho que causó no pocos escándalos entre sus contemporáneos. En este sentido, el prelado Garcerán de Albanell, considerando que tales aventuras y amoríos dañaban el prestigio de la Corona, escribía al Conde-Duque de Olivares, al que hacía en gran parte responsable de ello, lo siguiente: “Suplícole cuanto me es posible que evite las salidas del rey de noche y mire la mucha parte de culpa que tiene pues las gentes publican que le acompaña en ellas y de las aconseja […]; en realidad ese gusto no es bueno, aunque se tome por entretenimiento por las muchas circunstancias que le hacen dañoso y por la libertad que se toman los vasallos para hablar y reconocer algunas cosas que contradicen el decoro de un monarca […]. V.E. considere bien que ha de dar cuenta a Dios de lo que al rey aconseje, asegurándole que si complace a S.M. en cosas poco lícitas, correrán riesgo su alma y el estado”. El Conde-Duque le contesta, entre negativas de las acusaciones y amenazas veladas, diciéndole al prelado que no se meta en los que no es de su incumbencia. Ante el Consejo Real, con presencia real y del inquisidor general, llegó a decir textualmente el de Olivares: “la misión de los frailes es sólo rezar y la de las mujeres sólo parir”.

En esta misma línea abunda Quevedo (enemigo declarado del valido) en una carta que escribe a un amigo en 1629 en la que dice: “El conde, sigue condeando y el rey durmiendo, que es su condición. Hay, parece, nuevas odaliscas en el serrallo y esto entretiene mucho a Su Majestad y alarga la condición de Olivares para pelar la bolsa, en tanto que su amo pela la pava”.

Con toda esta promiscuidad sexual, dejó Felipe IV un gran número de bastardos de los que sólo ocho o nueve están bien documentados, pero que según algunos autores llegan hasta los sesenta. Por su parte, Fernando González-Doria reduce la cifra de ilegítimos a treinta. Sólo se conoce el nombre de seis de ellos, todos con su tratamiento de don:

1. Don Francisco Fernando Isidro de Austria (Madrid, 1626 – Isasi, 12 de marzo de 1634), que fue el primero y que murió a los ocho años de edad en la villa de Isasi. Parece que fue muy amado por Felipe IV, que incluso le legitimó póstumamente, mandándole enterrar en el Real Monasterio de El Escorial, en el panteón de infantes (1) , lo que niega la afirmación que muchos historiadores mantienen sobre el hecho de que Felipe IV solo reconoció a don Juan José de Austria como hijo habido fuera del matrimonio. Don Francisco Fernando era hijo de la hija del Conde de Chirel o de Charela.

El primer amor extra-conyugal conocido de Felipe IV ocurre cuando aún no había cumplido los veinte años; se enamoró de la hija del Conde de Chirel, una niña de familia de ilustre prosapia, y para poder conseguir su propósito de llegar a una relación más íntima, envía al padre de la joven a Italia al mando de unas galeras. El padre, ignorante de la situación, zarpa orgulloso hacia su destino; la madre, que sabía perfectamente lo que ocurría y el porqué de esta distinción hacia su marido, calla y no pone obstáculo a lo que se avecinaba. Con el frecuente trato real llega un embarazo del que nace como hemos visto el primer bastardo real, al que se llamó Francisco Fernando de Austria, que murió niño, siendo seguido a la tumba por su madre poco tiempo después. La casa de la familia primero fue cerrada a cal y canto y posteriormente el Rey la convirtió en convento, y con el nombre de la “Concepción Real” fue entregado a las monjas Calatravas, conservándose todavía hoy este convento con este mismo nombre en la Calle Alcalá de Madrid. Una autor anónimo escribía estas decimas:

Caminante, ésta que ves

casa, no es quien ser solía;

hízola al rey mancebía

para convento después.

Lo que un tiempo fue y lo que es,

aunque con rojo señal

y título en el umbral,

ella lo dice y enseña

que casa en la que el rey empreña

es la “Concepción Real”.

2. Ana Margarita (Madrid, ¿? – Madrid, ¿?): desconozco tanto su fecha de nacimiento (aunque según mi opinión debió ser en torno a 1630), como la de su muerte. Según las fuentes consultadas entró como religiosa agustina en el Real Monasterio de la Encarnación de Madrid a los 12 años, donde profesó con el nombre de Margarita de San José en 1650. Se dice que murió a los 26 años (1) como Superiora de dicho convento. Parece ser que el Rey sintió un gran afecto por ella y por ello le otorgó el tratamiento de Serenidad.

3. Fray Alonso Enríquez de Santo Tomás (Vélez-Málaga, 9 de junio de 1631 – Málaga, 30 de julio de 1692), conde de Castronuovo y marqués de Quintana. Fue obispo de Osma, Plasencia y Málaga. Debido a la importancia histórica que tuvo le dedicaré íntegramente la próxima entrada.

4. Don Alonso Antonio de San Martín (Madrid, ¿? – Cuenca, 20 de julio de 1705), fue hijo habido con doña Tomasa Aldana, dama de la reina Isabel de Borbón. Recibió el apellido San Martín por don Juan de San Martín, ayuda de Cámara del Rey y gentilhombre de boca, que le crió y prohijó por orden de Felipe IV (2). En el archivo de la Iglesia de Cuenca consta que fue colegial comensal de San Ildefonso de Alcalá (beca que se dio sin pruebas por la notoriedad de su sangre), arcediano de Huete, abad de Alcalá la Real (3), y Obispo de Oviedo, para cuyo puesto había sido promovido por la reina regente doña Mariana de Austria, vacante por la promoción al Obispado de Códoba de Fray Alonso Salizanes, que dio comisión de tomar en su nombre posesión a don Toribio de Mier Iguanzo, arcediano de Babia, y canónigo de esta iglesia, cosa que hizo el 20 de marzo de 1676. En 1681 fue promovido al Obispado de Cuenca, cuya sede gobernó durante 23 años, hasta el mismo día de su muerte el 20 de julio de 1705. Se encuentra enterrado en la Catedral de Cuenca.

5. Fray Juan del Santísimo Sacramento (Juan Cossío) (Ciudad Real?, ¿? – Nápoles, ¿?), fue criado por un tal don Francisco Cossío en Liébana. Entró como religioso en la Orden de San Agustín, trasladándose después a Nápoles donde parece que sobresalió como predicador en los púlpitos. Escribió la famosa “Vida del venerable Siervo de Dios Vicente de Paul” (Nápoles, 1701). Sobre él escribía fray Enrique Florez en su “Memorias de las Reynas Catholicas…” (Madrid, 1761): “Al verle por la calle, solían algunos pronunciar sin cautela: Allí va el hermano del Rey, (que era Carlos II) como oyó un Religioso, à quien traté. El interesado se mantuvo bajo el velo en que el padre le dejó, sin blasonar jamás su nacimiento: pero los que le trataron, convenían en que todas sus acciones eran de sangre Real”.

6. Don Fernando Valdés (¿, ¿? - ¿Milán?, 1702), fue gobernador de Novara y General de Artillería del Estado de Milán hasta su muerte en 1702. Parece que fue hijo de una tal Ana María de Uribeondo y que contrajo matrimonio con María de Capece, aunque sobre éstas dos afirmaciones albergo grandes dudas. En muchas fuentes se cita que tuvo un hermano llamado don Carlos, hijo también de Felipe IV, mientras otras fuentes funden los dos nombres dando a entender que fue solo un don Carlos Fernando el hijo del Rey.

7. Doña Luisa de Orozco Calderón (¿?, ¿? - ¿?, ¿?), hija de María Inés Calderón “La Calderona”, y, por tanto, hermana de don Juan José de Austria. Es un personaje que he descubierto recientemente y del que no tenía la más mínima idea sobre su existencia por lo que aún duda bastante (4).

Fuentes:

* Álvarez y Baena, José Antonio: “Hijos de Madrid ilustres en santidad, dignidades, armas, ciencias y artes. Diccionario histórico”. Tomo primero. Madrid, 1789.

* Álvarez Lobato, Pablo y Álvarez San Miguel, Carlos: “Felipe IV, el sexo y su época” en “Sexualidad, psquiatría y biografía”. Barcelona, 2007.

*Florez, Enrique: “Memoria de las Reynas Catholicas”. Madrid, 1790.

* Risco, Fray Manuel: “España sagrada: Tomo XXXVIIII de la Iglesia exenta de Oviedo desde el medio del siglo XIV hasta fines del siglo XVIII…”. Madrid, 1795.

Notas:

(1) No he podido interpretar si la fuente se refiere a que murió de edad de 26 años o si se refiere a que murió a los 26 años de profesar, por tanto, en 1676. Me decanto por la última opción.

(2) “Semanario Pintoresco Español: lectura de las familias” dirigido por Ángel Fernández de los Ríos. Madrid, 1848. Pag. 26.

(3) En Risco, Fray Manuel: “España sagrada: Tomo XXXVIIII de la Iglesia exenta de Oviedo desde el medio del siglo XIV hasta fines del siglo XVIII…”. Madrid, 1795, pag. 174, se indica que fue además (o) abad de Tuñón, dignidad de la Iglesia de Oviedo, a cuyas rentas se agregaron después la Colegiata de Covadonga &c.

(4) Álvarez Lobato, Pablo y Álvarez San Miguel, Carlos: “Felipe IV, el sexo y su época” en “Sexualidad, psquiatría y biografía”. Barcelona, 2007. Pag. 88

domingo, 9 de mayo de 2010

LA VIDA PRIVADA DE DON JUAN JOSÉ DE AUSTRIA


Retrato ecuestre de don Juan José de Austria por José de Ribera (1648). Real Sitio de El Pardo, Madrid.



Durante la estancia de don Juan José de Austria en Nápoles durante 1647/1648, vino a suceder un episodio que acabaría afectando a la vida del bastardo en los años venideros, y que no fue otro que conocer al pintor setabense José de Ribera, conocido en aquellas tierra como “Lo Spagnoletto”, en alusión a su origen español y a su baja estatura. Este artista, nacido en la valenciana localidad de Játiva como hijo de un zapatero, marcharía a Italia en torno a 1608-1610, de donde nunca más volvería. Consta que anduvo durante algún tiempo por Lombardía, y que en Parma llegó a realizar un encargo público que le valió admiraciones y rivalidades, pero fue en Roma donde se desenvolvió principalmente su actividad durante sus primeros años italianos, hasta 1616. Más tarde pasaría a Nápoles, donde residiría hasta su muerte, y allí casó con Catarina Azzolino, hija de un rico pintor siciliano llamado Juan Bernardo Azzolino.
Amante de las artes, tal y como ya habían anticipado aquellos que le formaron en Ocaña durante sus años mozos, y seguramente también debido a la herencia genética de su padre Felipe IV que también lo era, lo cierto es que don Juan no desaprovecharía su estancia en tierras partenopeas para perfeccionar su técnica con los óleos. A juzgar por los numerosos retratos oficiales que realizara este pintor valenciano a don Juan en aquellos años de la revuelta napolitana, entre ambos existió un importante vínculo emocional y artístico. Según González Asenjo, no resulta sorprendente aquella relación, ya que los principales protectores y clientes de este pintor fueron precisamente los virreyes españoles de Nápoles, desde el Duque de Osuna, al Conde de Oñate (1).
Según las noticias aportadas por De Dominici (2), sería Ribera el que se acercó a don Juan conocedor de las inquietudes artísticas de éste, le invitaría a visitar su casa, que parece ser se situaba en Santa María del Ángel, via di Nardò, frente a la Iglesia de San Francisco Severino, más tarde residencia del también pintor Luca Giordano. Dominici, quizás más preocupado por narrar la deshonra de Ribera, da entender que don Juan volvió al día siguiente a visitar aquella casa con la excusa de admirar sus lienzos: “sotto colore di ammirare le Picture del padre”, aunque quizás la verdadera intención fuese más bien otra: su hija.
En efecto, aquella relación entre Ribera y don Juan no resultaría simplemente artística, sino que se ampliaría a la esfera familiar, hasta tal punto que fue conocido por muchos el hecho de la existencia de relación entre el bastardo y una hija (o sobrina) del pintor, de la que, fruto de aquellos amores, nacería algún tiempo después una niña que recibiría el nombre de Margarita y el apellido de Austria. Infinidad de testimonios confirman la seducción de don Juan sobre aquella joven del entorno del pintor. Durante mucho tiempo se admitió que aquella era su hija María Rosa, tal y como afirman De Dominici, Fuidoro, Domingo Conforto y el mismísimo padre Everardo Nithard. En sus “Memorias”, el padre Juan Everardo Nithard, desde su exilio romano escribía sobre don Juan: “Empezó a darse a lascivos divertimientos, cuyos efectos testifica la prenda que después entró en el Real Convento de las Descalzas de Madrid, donde hoy se halla con el título de Excelentísima Señora, siendo su madre hija de un famoso pintor llamado Joseph Ribera” (3). Por otra parte, Inocencio Tidoro, contemporáneo autor de un diario sobre la revuelta napolitana escribía: “Tras el estrépito de Marte aún domina Cupido, pues teniendo Ribera una bellísima hija, admirada por todos cuantos contemplaban su extraordinaria belleza, cautivó el ánimo de su Alteza, que estimaba en mucho aquella casa” (4). Sin embargo, ciertas aportaciones posteriores vinieron a constatar que ninguna de las tres hijas de Ribera venía a poseer tal nombre.
Recientemente Benito Doménech, Pérez Sánchez (5) y Spinosa, han aclarado, al menos en parte, este asunto. Indican que la amante de don Juan pudo ser una sobrina ahijada de Ribera, llamada Rosa Azzolino. Esta tesis, que aparece referenciada en la obra de González Asenjo, constata como en la noche del 24 de marzo de 1648 don Diego de Álamos y don Antonio Enríquez, hermano del Marqués de Alcañíz, intentaron convencer a Rosa Azzolino que era “mirata da tutti vagamente et chiunque pasava da quel luoco contemplava le sue belleze, le quali erano tale che havessero rapito l’animo come si dice di Su Alteza, da cui era quella cosa molto stimata et favorita”. Descubiertos por Fernando Carrillo, gentilhombre de la cámara de don Juan de Austria, se retaron a duelo de espada para el día siguiente, en el jardín de la Iglesia de Santa Maria degli Angeli a Pizzafalcone.
Continuando con lo que narra González Asenjo, aquella reacción de Carrillo, atendía a que él mismo trataba con la susodicha “nipote del Ribera y con una sorella doncella D.Giovanni, la quale aveva ingravidata a quei poi partorisse un figliuolo, que fu dato con la madre secretamente in custodia all’Aldobrandina duchesa di Mondragone”. Resulta curioso ver como don Juan visitaría tiempo después a la citada Duquesa de Mondragón, que vivía en la Torre del Greco.
González Asenjo, siguiendo a De Dominici, da más datos sobre la amante de don Juan, como es el hecho de que al conocer el embarazo de la misma, vino a colmarla de preciosas joyas. Sin embargo, cuando la pasión finalizó, fue el propio bastardo el que se desharía de la joven, buscándole un matrimonio de conveniencia.
Por lo que respecta a la niña, ésta fue arrebatada de los brazos de su madre, algo parecido a lo que había sucedido con don Juan y su madre por orden de Felipe IV, y entregada al Conde de Eril para que se hiciese cargo de la misma. Más tarde sería internada en el convento de las Descalzas Reales de Madrid con tan sólo 6 años de edad en 1656, profesando allí a los 16 en 1666 (6). Resulta curioso observar como el jesuita Padre Nithard contribuyó al ingreso de la niña en el regio convento, a juzgar por la carta de agradecimiento que el propio don Juan escribió desde la Coruña al propio Nithard el 25 de julio de 1668 (7).
Sor Margarita de Cruz, nombre con que pasó a llamarse tras profesar, pasó en dicho convento el resto de sus días hasta el mismo instante de su fallecimiento cuando contaba 36 años, en 1686, siete años después de que lo hiciera su padre. Con todo, antes de ingresar en dicho convento, como se decía, fue cuidada por el Conde de Eril, marqués de Castelnou, sumiller de corps y mayordomo mayor de de la cámara de don Juan. A título de curiosidad, si no de ulterior comprobación, se puede citar la existencia en las Descalzas Reales de un retrato con el siguiente pie, y del que por desgracia no he conseguido una imagen para esta entrada a pesar de haberlo visto con mis propios ojos: “La Serenísima Señora Sor Margarita de la Cruz y Austria, religiosa profesa de este Real Monasterio, tomó el hábito de edad de seis años en el de 1656 y profesó en el de 1666. Murió de 36 años en 1686”.
Don Juan nunca olvidó a su hija, teniéndola constantemente en su mente, fundamentalmente cuando se acercaba al final de su vida. Resulta ciertamente emotivo observar como don Juan José, en los últimos días de su vida, y siendo ya el todopoderoso primer ministro de la Monarquía, se acercaba a dicho convento a ver a su hija y a pasar a su lado, en la tranquilidad que aquellas paredes propiciaban, largas horas. Además, en 1678 ordenó la realización en dicho convento de las obras de construcción de la famosa Capilla del Milagro. Además existen testimonios de continuos regalos y otras mercedes que don Juan hizo a su hija, tales como comida, ropa, etc, incluyéndose libros y pinturas de las colecciones privadas del bastardo regio.
Según González Asenjo, tampoco abandonaría don Juan a la familia Ribera, o al menos no sería en términos absolutos, ya que no conviene olvidar la estrechez económica que marcaría los últimos años de “Lo Spagnoletto”. En este sentido, al primogénito del pintor, Antonio Simón Jacinto Ribera Azzolino, vino a concederle una ayuda de costa por el valor de mil reales de vellón, el 7 de julio de 1660. Por otro lado a Ana Lucía, una de las tres hijas del pintor, ayudaría a conseguir una licencia de la Reina regente, el 26 de enero de 1667, para contraer matrimonio don Juan Moreano, hijo del Barón de Campo Florido.
A pesar de ser sor Margarita la hija más conocida de don Juan y de la que más datos se conservan, éste tuvo otras dos hijas naturales (que se sepa):
-Catalina (1661-26 de noviembre de 1714), murió como religiosa en un convento de Bruselas a la edad de 53 años (8).
-Ana María Juana Ambrosia Vicenta (1663-17 de marzo de 1705) (9), a los nueve años entró en el Convento de las Agustinas de Madrigal de las Altas Torres (Ávila) y profesó allí en el mismo año de la muerte de su padre (1679), declarando en la profesión ser hija del Serenísimo Señor D.Juan Joseph de Austria, hijo del Rey nuestro Señor D.Phelipe IV. Falleció a los 42 años, habiendo sido priora varias veces.
La información sobre ambas es muy limitada y confusa por lo que su historia es difícil de reconstruir. De Catalina, nacida según las fuentes consultadas en 1661, se puede decir que debió haber sido concebida durante la estancia de don Juan en la Corte tras su regreso de los Países Bajos y mientras esperaba para partir hacia Portugal, pero desconozco cómo pudo llegar a Bruselas donde murió, por ello me inclino a pensar que quizás nació en 1660, siendo concebida durante los últimos tiempos que el bastardo pasó en Bruselas como Gobernador de los Países Bajos, lo que aclararía la estancia de ésta en la actual capital belga. De Ana María, nacida siempre según las fuentes en 1663, ésta debió ser concebida durante la campaña de reconquista que el bastardo estaba realizando en Portugal. En una obra consultada se dice que quizás ambas niñas nacieron de una señora que, muerto don Juan, entró en las Carmelitas de Madrid, sin declarar nombre, ni familia (10)…
Fuentes principales:
* Florez, Fray Enrique: “Memoria de las Reynas Catholicas, historia genealógica de la Casa Real de Castilla Y León, todos los infantes”. Madrid, 1790.
* González Asenjo, Elvira: “Juan José de Austria y las Artes (1629-1679)”. Fundación de Apoyo a la Historia del Arte Hispánico. 2006.
* Rey Atuna, Luis: “Jusepe de Ribera y su circunstancia alavesa. En la conmemoración del IV centenario (1591-1652)”.
* Ruiz Rodríguez, Ignacio: “Juan José de Austria en la Monarquía Hispánica: entre la política, el poder y la intriga”. 2008.
Notas:
(1) González Asenjo, E: “Don Juan José de Austria y las Artes (1629-1679)”. Madrid, 2005. Pag. 76.
(2) Bernardo de' Dominici (1683-1759) fue un historiador de arte y pintor de finales del activo principalmente en Nápoles, famoso por su biografía sobre Luca Giordano (1727) y por su colección de tres volúmenes, amplia, aunque con defectos, con breves biografías de artistas napolitanos: "Vite dei Pittori, Scultori, ed Architetti Napolitani” (1742).
(3) Nithard, Juan Everardo: “Memorias”. Biblioteca Nacional. Sección manuscritos: V 126-146.
(4) Menéndez Pidal, Ramón: “Historia de España”, Volumen XXV. Madrid, 1982, IV, “Iglesia y Estado en la época barroca”, por Quintín Aldea Vaquero, p.759.
(5) Según Pérez Sánchez, no sería la hija de Ribera la seducida por don Juan José sino su sobrina María Rosa, hija de Juan, hermano del artista que siempre vivió a su lado.
(6) El 2 de septiembre de 1666 el Vicario Doctor Francisco Forteza reconoció la voluntad de una novicia que se hallaba en el convento de las Descalzas Reales.
(7) B.N.M, ms. 8345, fol.171.
(8) Revista Hidalguía número 59. Año 1963, pag. 538.
(9) Ibídem, pag. 538.
(19) Florez, Fray Enrique: “Memoria de las Reynas Catholicas, historia genealógica de la Casa Real de Castilla Y León, todos los infantes”. Madrid, 1790.