jueves, 21 de noviembre de 2013

El Príncipe de Darmstadt, de la fidelidad a la Casa de Austria al mito catalán (Parte I)

El Príncipe Jorge de Hesse-Darmstadt

El príncipe Jorge de Hesse-Darmstadt nació el 25 de abril de 1669, siendo hijo del landgrave Luis VI de Hesse-Darmstadt (1) y de su segunda mujer, Isabel Dorotea de Sajonia-Gotha. El Príncipe de Darmstadt tenía dos hermanos mayores: Luis, hijo de la primera mujer de Landgrave, y Ernesto Luis, hijo también de la Princesa de Sajonia.

La muerte de Luis VI en 1678 llevó al hermano mayor, Luis VII, a gobernar el Landgraviato, pero su súbita muerte apenas unas meses después, convirtieron a su hermano segundo, Ernesto Luis, en nuevo Landgrave bajo la regencia de su madre. Precisamente, esta minoría de edad va a hacer que la regente Isabel Dorotea se marcara como objetivo fundamental buscar un buen futuro a su hijo menor Jorge, cosa que pasaba por completar su formación mediante la realización de un "Gran Tour" por Europa (algo muy común entre la aristocracia europea de la época), por enviarlo como voluntario en algún regimiento para familiarizarlo con las artes bélicas, y por comenzar a buscarle una esposa que permitiese alianzas familiares suficientemente rentables.

Con 16 años Jorge abandona por primera vez Darmstadt junto a su hermano Ernesto Luis para iniciar su "Grand Tour", que les llevaría, pasando por Estrasburgo, Basilea, Ginebra, Marsella y Lyon, a París, donde serán acogidos por el Duque de Orleans, hermano de Luis XIV, cuya mujer, Isabel Carlota del Palatinado, estaba emparentada con los jóvenes príncipes. De la mano de Felipe de Orleans, ambos serán recibidos en audiencia por el mismísimo Luis XIV, convirtiéndose más tarde en unos asiduos de los actos cortesanos celebrados en Versalles durante su estancia en París, que se prolongará durante casi un año.

De París a Darmstadt, y de Darmstadt a Viena, donde el emperador Leopoldo I, casado también en terceras nupcias con una prima-hermana del Príncipe, Leonor de Neoburgo, requería el concurso de tropas de todo el Imperio para mantener la guerra contra los turcos. Jorge de Hesse-Darmstadt, como voluntario en el regimiento de su primo, el Duque de Neoburgo, participaría en la campaña de 1687, estando presente en la decisiva Batalla de Mohács (12 de agosto), en la que los imperiales derrotaron a los turcos del Gran Visir Sari Süleyman Pasha, dejando al Imperio Otomano sumido en una gran crisis que se saldaría con la toma de Belgrado al año siguiente (1688) y la firma años después de la Paz de Karlowitz (1699), que sellaba la hegemonía de la Casa de Austria en el este europeo y los Balcanes, y su ascenso como nueva gran potencia continental.

Tras estos hechos, Jorge de Hesse-Darmstadt pasaría a Grecia enrolado en un regimiento de 1.000 hombres que su hermano el Landgrave de Hesse-Darmstadt había mandado en apoyo de la República de Venecia en su lucha contra los turcos en la llamada Guerra de Morea (1684-1699). El joven Príncipe de 19 años de edad sería ascendido a Oberst (Coronel), siendo herido durante el fallido sitio de Negroponte (julio-octubre de 1688).

Tras un breve paso por Darmstadt para recuperarse de sus heridas, el Príncipe volvió a enrolarse en las armas imperiales que combatían contra los franceses en el Rin durante la llamada Guerra de los Nueve Años (1688-1697) tomando parte en el Asedio de Bonn (1688), residencia del Elector de Colonia, ocupada por los franceses.

Poco después, el Príncipe se alistaría en los ejércitos del rey Guillermo III de Inglaterra, siendo enviado a Irlanda para contribuir en la pacificación de la Isla que se había levantado en armas contra el nuevo Rey tras la Revolución Gloriosa de 1688, sirviendo de base de operaciones de los fieles del depuesto Jacobo II Estuardo, los conocidos como jacobitas, apoyados por Francia, la llamada "Williamite War of Ireland" (1689-1691) Durante su estancia en la Isla, Darmstadt estableció fuertes vínculos con la nobleza irlandesa e inglesa que posteriormente serían muy importantes en la Guerra de Sucesión, convirtiéndose además por aquel tiempo al Catolicismo, probablemente más por interés que por convicción. 

Tras su aventura irlandesa, Jorge de Hesse-Darmstadt recibiría su reconocimiento definitivo por parte del Emperador al ser nombrado en 1692 "Generalfeldwachtmeister" (General Mayor) de un regimiento de coraceros que llevaría su nombre. Al mando de estas tropas continuaría participando en las guerras de Hungría contra los turcos, y también con estas tropas va a ser enviado a España en 1695.

Su madre y regente del Landgraviato de Hesse-Darmstadt había conseguido, por tanto, que su segundo hijo completará su formación en Europa, que conociera personalmente al principal monarca de su tiempo, Luis XIV, que se convirtiera en uno de los jefes militares de mayor confianza del Emperador y que mantuviera una continuada actividad militar que aportaba importantes ingresos a la familia. La única cosa que faltaba era encontrarle una esposa, y a este fin se va a dedicar durante meses tanto su madre como la mismísima emperatriz Leonor, aunque las gestiones no van a fructificar. Hay que tener en cuenta, que el Príncipe de Darmstadt era primo-hermano de la Emperatriz, y que las hermanas de ésta también van a realizar matrimonios de alto nivel: Sofia se casará con el rey Pedro II de Portugal y Mariana con Carlos II de España. Evidentemente, estos lazos familiares, que el Príncipe se cuidará en mantener a través de una actividad epistolar, tendrán un peso considerable en las relaciones de Darmstadt con los principales gobernantes europeos y, por tanto, contribuirán a convertirlo en una pieza clave del engranaje diplomático que empezaba a ponerse en marcha ante la pevisión de que Carlos II muriera sin hijos.

CONTINUARÁ...

Fuentes: 

*Alvareda Salvadó, Joaquim: "La Guerra de Sucesión de España (1700-1714)". Crítica, 2010.

* López i Camps, Joaquim E.: "El Príncipe Jordi de Hessen-Darmstadt i la Guerra de Succesió. Alguns apunts per una biografia necessària", en "L'Aposta catalana a la Guerra de Successió (1705-1707). Actes del congrés celebrat a Barcelona del 3 al 5 de novembre de 2005 al Museu d'Història de Catalunya". Generalitat de Catalunya, 2007.

Notas: 

(1) El Landgraviato de Hesse-Darmstadt fue en estado del Sacro Imperio nacido en 1567 como consecuencia de la división del Landgraviato de Hesse entre los cuatro hijos del landgrave Felipe I. La residencia del Landgrave se encontraba en la ciudad de Darmstadt, que daba nombre al territorio. En 1806 fue elevado a la categoría de Gran Ducado.

8 comentarios:

  1. La historia también se escribe con personajes importantes que fueron relegados a un segundo plano, a pesar del parentesco -como ocurre con este caso- con algunos monarcas europeos, incluyendo el último de los Austrias españoles.
    Un saludo.

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    1. Así es amigo, aunque Darmstadt forma parte del imaginario nacionalista catalán y estoy convencido que este 2014, con el 300 aniversario de la caída de Barcelona (la Diada) se va a hablr muy mucho de este personaje que tiene incluso dedicada una calle en la Ciudad Condal: el Carrer del Princep Jordi.

      Un saludo

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  2. Los jacobitas fueron quizás los precursores de los legitimismos europeos del XIX.

    Saludos.

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    1. Hay muchas relación entre estos movimientos legitimistas, el primero de los cuales es, sin duda, el de los jacobitas, seguidos de los austracistas españoles (resultantes de la Guerra de Sucesión y exiliados en Viena e Italia principalmente)...y ya en el s XIX los carlistas en España y los legitimistas y orleanistas en Francia.

      Un saludo

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  3. No había príncipe que se preciase de serlo que no realizase su particular Grand Tour, una experiencia que se incluía dentro del concepto educativo de la época. El príncipe de Darmstatd no fue una excepción, como vemos. Buen futuro se le auguraba.
    Un saludo

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    1. Un hombre con gran experiencia internacional, que conoció muchos lugares y gobernantes que le permitían tener una clara visión de la Europa de su tiempo.

      Un beso

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  4. Una idea que me vino por vez primera leyendo, aquí mismo, la historia del buen duque de Béjar e inspirada por la antropología evolutiva. Esto es, por poner un buen ejemplo, antropología evolutiva: http://www.epjournal.net/wp-content/uploads/EP08376389.pdf

    Una de esas síntesis con asuntos aparentemente inconexos de las que hablaba John Boyd.

    La idea es la siguiente: nos hemos drenado de gente como Darmstadt o el duque de Béjar. Su inclinación natural al servicio, sus instintos de protección (¿oxitocina?,¿testosterona?), su natural belicoso, los han ido drenando de la población. Con la llegada de la guerra moderna los que eran rasgos adaptativos, que incrementaban su éxito reproductivo, se volvieron su condenación.

    Vulgarizándolo todo mucho: el que como jefe de banda vacceo conseguía statu social a través del riesgo de la guerra y, con eso, casarse más y mejor y asegurar un mejor futuro a sus más numerosos hijos, siglos más tarde, como oficial de fusileros, se aseguraba la muerte asaltando la brecha de un baluarte, sin que las recompensas compensasen el riesgo, como era antes el caso.

    Decía Felipe II : "me quedo sin la flor de mis Guzmanes" (cito de memoria).

    Todavía en la Guerra Civil cayeron once borbones, varios en los campos de batalla. Todavía en el accidente del Yak-62 cayó un sobrino nieto de uno de esos mismos borbones. Alistado, cómo no, en el Ejército...

    Sólo una hipótesis al volapié, de prisa y corriendo, apenas sofrita. Una de esas idea que cruzan la mente.

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    1. Muy buena teoría que concuerda con los hechos históricos, al fin y al cabo, hablando sólo para Castilla, esos que ahora eran la flor de la aristocracia y que comandaban ejércitos en diversos rincones de Europa, eran los nietos de los que se auparon a la nobleza a través de la Reconquista durante la Edad Media...la nobleza lleva en la sangre las artes marciales, aunque muchos de esos nobles nietos acabaron olvidándola, la falta de cabezas de las que hablaba Olivares, aunque otra tomaron otros derroteros como la diplomacia o la política de Corte en los Consejos y Juntas. En cuanto a los Borbones, a muchos les venia de sangre eso de guerrear: Luis XIV participó en gran parte de sus guerras, Felipe V lo hizo en la de Sucesión en Italia, Portugal y Extremadura, su hijo Carlos (futuro Carlos III) guerreó en Italia, al igual que su otro hermano Felipe (futuro Duque de Parma)...mas en nuestros días Alfonso XII tuvo ciertos aires marciales, al igual que don Juan, el padre de don Juan Carlos.

      Un saludo

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