martes, 11 de noviembre de 2014

Medalla Napoleón a la venta


Por diversas razones he decidido desprenderme de esta joya. Se trata de la famosa medalla napoleónica conocida como Medalla de Santa Helena (Médaille de Sainte-Hélène). Es la primera vez que comunico algo así por este blog, pero he pensado que quizás entre los lectores de este blog haya algún interesado.

El precio (negociable) son 150€.

Su historia es la siguiente:

El 12 de agosto de 1857, tres días antes de la fiesta de San Napoleón, Napoleón III firma un decreto que dispone:

«Queriendo honrar por medio de una distinción especial, a los militares que combatieron bajo las banderas de Francia en las grandes guerras de 1792 a 1815. Hemos decretado y decretamos lo que sigue: / Art. I: una medalla conmemorativa es dada a todos los militares franceses y extranjeros de los ejércitos de tierra y de mar que han combatido bajo nuestras banderas de 1792 a 1815. Esta medalla será de bronce y llevará de un lado la efigie del Emperador, del otro por leyenda: “Campagnes de 1792 à 1815 / A / Ses / Compagnons / De gloire / sa dernière / Pensée / Ste-Hélène / 5 mai / 1821” (“Campañas de 1792 a 1815 / A / Sus / Compañeros / De gloria / su último / Pensamiento/ Sta-Helena / 5 de mayo / 1821”). Será portada en un listón verde y rojo, suspendida en el ojal…».

En ocasión de la apertura de la sesión legislativa de 1858, Napoleón III precisa «Quise que una medalla venga a recordar a todos los que habían servido en nuestros ejércitos, el último pensamiento de su jefe. Más de 300 000 hombres en Francia y en el extranjero, pidieron esta medalla, recuerdo de la epopeya imperial y al recibirla, pudieron decirse con orgullo: “Y yo también, formaba parte de la Gran Armada”, palabras que el Emperador en Austerlitz, tenía razón de mostrarles como un título nobleza.» Es decir, un homenaje a los compañeros de armas de su tío, el gran emperador Napoleón I Bonaparte.

La leyenda cuenta que un viejo grognard interrogado sobre su preferencia entre esta medalla y la Legión de honor, habría respondido: «la Legión de honor, todo el mundo es susceptible de recibirla, la medalla de Santa Helena, solo los antiguos grognards pueden vérsela otorgar». La primera distribución oficial tiene lugar en París el 15 de agosto de 1857. Napoleón III en persona condecora a su tío Jerónimo Bonaparte, antiguo Rey de Westfalia; al mariscal Vaillant, ministro de la Guerra; al almirante Hamelin, ministro de la Marina; a los mariscales Magnan y Pélissier, duque de Malakoff; al mariscal conde de Baraguey d’Hilliers; Ornano, gobernador de los Inválidos, y a múltiples generales y almirantes. Los eclesiásticos no son olvidados: S.S. el Papa Pío IX, veterano de los Guardias de honor en 1813; Monseñor Pilly, obispo de Châlons; el Sr. Laroque, cura de San Ambrosio en París. Y no olvidemos al legendario capitán Jean-Roch Coignet.

En derecho, solo los solicitantes que han probado haber servido en la Gran Armada pueden convertirse en condecorables. Sin embargo, numerosos veteranos no están en condiciones de presentar los documentos de sus estados de servicio, a menudo perdidos o incautados por los prusianos en 1815. 


CAROLVS II

6 comentarios:

  1. Mucha suerte.
    Me imagino que siempre habrá un coleccionista que se encapriche de un objeto de estas características.
    Voy a darle publicidad en facebook.
    Un saludo.

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    1. Muchas gracias Cayetano, es un pieza de museo y seguro que a más de uno le gustaría tenerla.

      Un saludo

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  2. En realidad lo que dijo el viejo granadero de Napo sobre la elección de una u otra condecoración es muy cierta y aguda.

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    1. Así es don Javier, sólo los que lucharon al lado del pequeño corso podían lucir esto en el pecho, y eso en la France tenía un gran valor emocional y de honor.

      Un saludo

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  3. Voy a comentárselo a alguien que puede interesarle, por si acaso. Si su respuesta es afirmativa os pongo en contacto.
    Un beso

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