lunes, 26 de enero de 2015

Carlos Fernando de Austria, canónigo de la Catedral de Guadix e hijo de Felipe IV (Parte I)

1. Felipe IV en Fraga, obra de Diego Velázquez (1644). Colección Frick, Nueva York.

A las 9 de la noche del 31 de marzo de 1696, en Guadix (Granada), fallecía un hermano de Carlos II. Era el canónigo de la catedral de aquella ciudad granadina, pero no tenía título de Infante o tratamiento de Alteza Real. Su nombre era Carlos Fernando y su apellido de Austria. Era hijo ilegítimo de Felipe IV, pero a diferencia de otro de sus hermano, don Juan José de Austria, nunca había sido reconocido como tal por el Rey Planeta, aunque no por ello fue dejado a su suerte.

Carlos Fernando de Austria había nacido en 1639, fruto de los amores de Felipe IV y la vizcaína Casilda Manrique de Luyando y Hurtado de Mendoza, Guarda Mayor de damas de la reina Isabel de Borbón. Casilda Manrique procedía de una familia noble con una larga tradición de servicios a la Corona, su abuelo fue, por ejemplo, hombre de confianza del emperador Carlos V y de Felipe II, así como secretario del Consejo de Indias. Doña Casilda había nacido hacia 1597 en Orduña, hija de Juan de Luyando y de María de Sopelana. A los 13 años fue dada en matrimonio a don Juan Ortiz de Luyando, una acaudalado viudo y con una hija. De este matrimonio nacerían cuatro hijos: Alfonso y Diego, ambos caballeros de Calatrava y meninos de la reina Isabel de Borbón; Francisca, y Joseph, caballero del hábito de Santiago. Don Juan Ortiz de Luyando fallecería en 1623, dejando a doña Casilda viuda con 26 años y cuatro hijos a su cargo. Por aquel entonces tanto Alfonso como Diego, los dos varones mayores, ya ejercían de meninos en Palacio bajo el ojo vigilante de su tía Antonia, hermana mayor de su madre, casada con el Mayordomo de la Reina, el Vizconde de Santa Marta, don Antonio de Robles Guzmán, pariente del todopoderoso Conde-Duque de Olivares.

Parece que entre 1623 y 1633 Casilda se dedicó a administrar su patrimonio y la herencia de sus hijos, viviendo entre Vitoria y Orduña. Sería hacia 1634, cuando en agradecimiento por los servicios de sus antepasados a la Corona y también indudablemente gracias su cuñado, el Vizconde de Santa Marta, obtuvo por parte de Felipe IV el nombramiento de Señora de Honor y Guarda Mayor de las damas de la reina Isabel. Su hija Francisca, obtuvo el puesto de dama menina; pasando todos a residir en el Real Alcázar de Madrid.

Hacia 1638, Casilda llevaba ya unos años ocupando el puesto de Guarda Mayor de las damas de la reina Isabel y se movía con soltura en el ambiente palaciego. Por su cargo como Guarda Mayor, Casilda tenía trato frecuente con la Reina, pero también con el Rey, que parece que se debió fijar en ella y la cortejó hasta poder llevarla a su lecho.

En 1639, fruto de esos encuentros, nacería un niño. La comadrona sería doña Inés de Ayala, comadrona real durante un cuarto de siglo, tanto de hijos legítimos como bastardos. Al recién nacido se le impondrían los nombres de Carlos Fernando por los dos hermanos del Rey, el infante don Carlos y el cardenal-infante don Fernando. Al niño se le debió bautizar en las proximidades del Alcázar; seguramente en la Parroquia de San Juán o en la de San Nicolás.

2. Boda de Felipe IV y doña Mariana de Austria en un fresco de la bóveda de la galería del Palacio Real de Nápoles. Es posible que una de las damas del séquito de la nueva Reina se trate de Casilda Manrique.

Ante tal acontecimiento, y siguiendo la costumbre, se tomó la decisión de alejar al recién nacido, encomendándole dicha misión al hermano del Rey, el cardenal-infante don Fernando de Austria. Según relata el testamento del propio Carlos Fernando y varios memoriales, el niño fue enviado a Bruselas, donde el Cardenal-Infante ejercía como Gobernador de los Países Bajos desde 1634. Casilda, apartada de su niño, continuaría ejerciendo su cargo en Palacio. Un escenario que no se alargaría, ya que el 9 de noviembre de 1641 fallecía el Cardenal-Infante. Ante tal situación a principios de 1642, y siempre según el relato testamentario y del de los memoriales, el niño que apenas tendría tres años, es reclamado por el Rey y traído a la Corte con el fin de ser alimentado y educado al amparo de la Casa Real.

Sin embargo, el feliz encuentro de Carlos Fernando con su madre Casilda duró pocos meses, pues a finales de año ésta fue mandada a Viena en compañía de su hija Francisca, en calidad de Señora de Honor de la emperatriz María Ana de Austria, hermana de Felipe IV y mujer del emperador Fernando III. En la Corte imperial, Casilda fue los primeros cuatro años Señora de Honor entre las damas españolas de la Emperatriz, pero al fallecer ésta en mayo de 1646, por Real Cédula fue nombrada Guarda Mayor al servicio de la archiduquesa Mariana de Austria, futura esposa de Felipe IV, de apenas trece años de edad,. En 1649 regresó con el mismo cargo a España, acompañando a doña Mariana para sus esponsales con el Rey Planeta, que tuvieron lugar el 7 de octubre ese año en la localidad madrileña e Navalcarnero.

(CONTINUARÁ)

Fuentes:

* Miranda Rivas, Marcelo Fernando: "Nuevas luces acerca de Carlos Fernando de Austria". Revista "Nieve y Cieno", opúsculo anual, Guadix, nº 61, año 2015. ISSN: 1697 - 1647

* Rodríguez Sánchez, Sergio Antonio: “Un canónigo de la Catedral de Guadix era hijo de Felipe IV”. Revista “Nieve y Cieno”, opúsculo anual, Guadix, nº 46, año 2001, págs. 111-112.



12 comentarios:

  1. Según comentas en tu entrada, Casilda se movía con soltura por palacio desempeñando el puesto de Guarda Mayor de las damas de la reina Isabel ; aunque más "soltura" demostró Felipe IV para llevársela al catre. Y van...
    Un saludo.

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    1. Ya sabes aquello de la erótica del poder y más cuando el Rey era un monarca absoluto cuya palabra y deseo eran ley, a parte de ser un auténtico depredador sexual.

      Un saludo

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  2. Es muy interesante la mención de todos los oficios palaciegos. Y la relativa modestia de una prebenda en Guadix para un Habsburgo, por ilegítimo que fuese.

    Saludos.

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    1. Una modesta prebenda que sin embargo le reportaría no pocos beneficios pecuniarios como veremos en las próximas entradas.

      Un saludo

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  3. Mucha edad tenía Casilda cuando alumbró al hijo del Rey, en aquellos años no era frecuente parir tan tardíamente.Buen trabajo hizo la comadrona Dª Inés de Ayala.
    Un relato muy interesante.

    Saludos

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    1. Así, se ve que al aún joven Rey le atrajo la madurez de doña Casilsa que ya llevaba largo años de viudedad a sus espaldas y tres hijos.

      Un beso

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  4. El niño tuvo suerte porque, aunque no fue reconocido por el rey de manera oficial, sí que se le concedió un cierto estatus dentro de la corte. No en vano se le puso al cuidado de su tío el infante don Fernando. Y además a su madre, doña Casilda, se le mantuvo, y aun se le aumentó, su importancia dentro de la sociedad cortesana.
    Un beso

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    1. En la mayoría de los casos los bastardos recibían una buena formación y se les otorgaba algún puesto eclesiástico importante, aunque alejado de la Corte que les permitiese mantenerse dignamente.

      Un beso

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  5. La vida de Casilda Manrique de Luyando y Hurtado de Mendoza es mas que interesante y la mayoria de la información procede de mi articulo Rodriguez Leyva, Sergio Antonio: "La madre del canónigo Austria". Revista "Nieve y Cieno", opúsculo anual, Guadix, nº 60, año 2014, pags. 93-107. que no se cita en este blog, apareciendo solo la cita a la investigación que realizó mi padre en 2001.

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  6. Dada la dificultad, por su escasa difusión, en conseguir los artículos publicados por mi padre y por mí en "Nieve y Cieno", e incluso por mi pariente Marcelo Miranda, ofrezco su escaneo y envío al email que me indiquen.
    Un saludo cordial

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    1. Saludos, Ser, ¿podrías enviarme el artículo? Soy un gran aficionado a la Historia y sobre todo a esta época y a esta dinastía en concreto. Mi email es: blancorojo27@gmail.com Espero tu respuesta, gracias anticipadas.

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  7. Me he interesado mucho por la familia de Dª Casilda Manrique de Luyando
    Ella habia nacido en Sopelana el 24-4-1590, y era hija de Juan de Luyando y Hurtado de Mendoza, caballero de Santiago y secretario del Consejo de Indias y de Dª María Manrique de Butrón, dueña de la casa de Sopelana y patrona de su iglesia parroquial (rama bastarda de los señores de Butrón.
    Esta fecha y lugar de nacimiento constan en el expediente de la Orden de Santiago de su hijo Diego
    Juan Vidal-Abarca, de la Real Academia de la Historia y de la de Matritense de Heráldica y Genealogia
    juan.vidal.abarca@gmail.com

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