lunes, 20 de octubre de 2014

Visita a Pastrana (Guadalajara)

Retrato de Ana de Mendoza y de la Cerda, Princesa de Eboli, Condesa de Mélito y Duquesa de Pastrana.



Este fin de semana he tenido la suerte de visitar la preciosa villa ducal de Pastrana, sede de los duques del mismo nombre, situada en la provincia de Guadalajara.

En 1541, previo consentimiento papal, Carlos I vendía la villa de Pastrana a la condesa viuda de Melito, doña Ana de la Cerda y Castro, quien comenzaría la construcción del Palacio Ducal, no sin numerosos pleitos con los vecinos y el cercano Convento de San Francisco. Muerta doña Ana, el señorío pasó a sus hijos segundogénitos Gaspar Gastón y Baltasar Gastón, que en 1569 lo vendieron al Príncipe de Éboli, Ruy Gómez de Silva, marido de doña Ana de Mendoza y de la Cerda, nieta de la primera señora de Pastrana, al ser hija del primogénito de ésta, Diego Hurtado de Mendoza y de la Cerda. Posteriormente, éstos obtendrían de Felipe II el título de Duques de Pastrana.

Con sus nuevos señores, Pastrana vivió una época de gran esplendor, al emprender éstos grandes obras que dieran lustre a la capital de sus estados nobiliarios. En 1569 los Duques de Pastrana mandaron llamar a Santa Teresa de Jesús con el fin de fundar un convento de Carmelitas Descalzos, creando el de San José para mujeres y el de San Pedro (hoy del Carmen) para hombres. En 1570 los Duques trajeron a numerosas familias moriscas de las Alpujarras que dieron nueva vida a la Villa por su dedicación a la agricultura y al trabajo de la seda. Más tarde, los Duques completaron su obra ascendiendo la iglesia parroquial a Colegiata.


Muerto Ruy Gómez en 1573, la Princesa de Eboli y Duquesa de Pastrana, ingresa en el Convento de San José, incumpliendo reiteradamente la regla Carmelita, por lo que, a petición de las monjas, es llamada a la Corte por Felipe II para ocuparse de su patrimonio y familia. En 1576 regresa a Madrid, convirtiéndose en una de las damas más acaudaladas y respetadas de la Corte. Allí comienza una vida de intrigas junto al secretario del Rey, Antonio Pérez, que terminarán con la famosa fuerte de don Juan de Escobedo, secretario personal de don Juan de Austria, la huida de Pérez a Aragón y posteriormente a Francia y la detención de la Princesa de Éboli, que acabará encerrada en su proprio Palacio de Pastrana junto a su hija Ana, hasta su muerte en 1592.

Los Duques de Pastrana continuarán, entroncados a mediados del XVII con los Duques del Infantado, dominando la vida de la Villa, aunque ya en el siglo XVIII desplazarán su residencia a Madrid, lo que sumirá a Pastrana en un lento declive.

A continuación algunas de las fotos que realicé durante la visita:


1. Palacio Ducal. De estilo renancentista en piedra de sillería y sin apenas ornamentación. En él estuvo, en la torre de levante (derecha), retenida la Princesa de Éboli. Estuvo en poder de los Duques de Pastrana-Infantado hasta 1892, cuando fue vendido a la Compañía de Jesús. Desde a entonces ha tenido numerosos propietarios hasta acabar en manos de la Universidad de Alcalá de Henares, a quien pertenece actualmente y quien se encargó de su restauración, tras años de abandono. En su interior apenas se conservan algunos artesonados y azulejos originales.

 2. Detalle de la puerta del Palacio Ducal, donde podemos leer 'DE MENDOÇA I DE LA CERDA', en referencia al los apellidos de su fundadora, así como el escudo de la familia Mendoza.

 3. Detalle de uno de los artesonados en madera de pino del interior del Palacio.

4. Plaza de la Hora, frente al Palacio Ducal, llamada así en referencia a la hora diaria a la que tenía permiso para asomarse al balcón la Princesa de Éboli durante su cautiverio.


5. Plaza de los Cuatro Caños (siglo XVI).

6. Puerta de acceso a la Iglesia Colegiata, cuyo interior alberga el Museo Parroquial, con numerosas obras de arte sacro, así como recuerdos de Santa Teresa, y el magnífico Museo de Tapices, con la extraordinaria serie de la conquista de Arcila por parte de Alfonso V de Portugal 'El Africano'. En el interior de la Colegiata se encuentra también el panteón familiar de los Duques de Pastrana.

7. Detalle del Museo Parroquial.

8. Museo de Tapices. Espectacular serie de tapices flamencos de finales del siglo XV, que narran las conquistas de Arcila y Tánger (Marruecos) por parte de las armas portuguesas de Alfonso V y su hijo, el príncipe Juan, futuro Juan II de Portugal. Esta serie está considerada la mejor serie de tapices del siglo XV y la obra de arte más importante de Pastrana, así como una de las joyas del patrimonio artístico español.

9. Detalle de uno de los tapices, donde podemos ver al rey Alfonso V junto a su hijo, el príncipe Juan.

10. Panteón familiar de los Duques de Pastrana.

11. Tumba de los Príncipes de Éboli.

. 12. Órgano en el interior de la colegiata.

13. Otro detalle del interior de la Colegiata: epitafio de los Condes de Mélito.

14. Vista de los tejados de Pastrana con la Colegiata al fondo.

15. Casa señorial.

16. La riquísimas migas pastraneras de las que disfrutamos para comer.

17. Y para termicar una vista de Pastrana desde la Ermita del Sagrado Corazón.


CAROLVS II












16 comentarios:

  1. Bonito lugar con esa sobria arquitectura castellana tan llena de historia.
    Un saludo.

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  2. No sé por qué, pero esta entrada no se actualiza en mi lista de blogs como la más reciente (figura la anterior). La encontré por casualidad en facebook gracias al enlace de Senovilla.

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    1. Lo he notado yo también, quizás es porque la dejé programada y a lo mejor tarda algo más en actualizarse.

      Un saludo

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  3. Deberías viajar más a menudo, nos has dejado una estupenda entrada, unas bonitas fotografías y una gran envidia por esas" migas pastraneras" con las que te regalaste.

    Saludos

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    1. La verdad es que he bajado el ritmo de viajes, sobre todo al extranjero, pero siempre me gusta escaparme para conocer el patrimonio nacional, que es inmenso y muchas veces desconocido.

      Un beso

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  4. Manífico relato histórico y estupenda reseña fotográfica. No conozco el lugar, aunque estuve algún tiempo en la cercana Brihuega, cuando una empresa petrolera buscaba petróleo por la zona.

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    1. Brihuega, lugar de una de las batallas más destacadas de nuestra historia en plena Guerra de Sucesión.

      Un saludo

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  5. Mucho es lo que la villa conserva de su pasado señorial y ducal y es por ello por lo que pueden sentirse orgullosos sus habitantes. La sombra de doña Ana de Mendoza planea aún por cada rincón, como si no hubiera muerto del todo y aún se asomase a la ventana enrejada de una prisión de por vida a través de la muerte. De su historia, en cierta forma deformada por la historiografía, se podrían contar muchas cosas, aún incluso no resueltas. Por ejemplo, su tendencia al capricho, su megalomanía y sus deseos de grandeza. ¿De qué manejos fue protagonista para que el rey acabara recluyéndola de por vida? La quema de documentos realizada por el propio rey corre un tupido velo de ignorancia manifiesta de la cual no podremos nunca desembarazarnos.
    Un beso

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    1. En ocasiones la leyenda se come a la realidad histórica y el caso de la Princesa de Éboli es flagrante. Necesitamos, sin duda, una biografía seria y revisada que aclare mucho de los aspectos de su actividad política y aclare cuáles fueron sus verdaderos objetivos.

      Un beso

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  6. Pues no he estado nunca, aunque sé de su importancia, como bien apuntas, y que es lugar que no debe dejar de conocerse. La última vez que anduve por Guadalajara lo llevaba en la agenda, pero me faltó tiempo.
    Un saludo.

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    1. Te lo recomiendo para la próxima, ya sólo visitar la Colegiata merece la pena.

      Un saludo

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  7. La relación de santa Teresa y de las carmelitas con la princesa de Éboli fue muy tormentosa. Las fotografías son estupendas.
    Saludos.

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    1. Así es retablo, fueron muchos los problemas que la Princesa, por su vida disoluta, tuvo con dichas monjas, que acabaron por abandonar la ciudad.

      Un saludo

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  8. Me extraña que no haya imagen, así que tal vez es que ya no está expuesto. Me refiero al catafalco de los duques de Pastrana, aunque creo que ya pertenece al XVII. Yo tuve la suerte de verlo expuesto en una exposición en el museo de Santa Cruz en Toledo pero estoy casi seguro que pertenecía a la Colegiata de Pastrana. Era un túmulo funerario todo recubierto en telas negras con brocados dorados con decoración vegetal y escudos, rodeado de grandes candelabros de ebano. Lo recuerdo como algo realmente singular.
    Un saludo.

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    1. En efecto es famoso el catafalco de los Duques de Pastrana, la verdad sólo vimos alguna pieza suelta que estaba en el museo, creo que el catafalco en sí estaba en restauración.

      Un saludo

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    2. Pues que sea para bien si está en restauración. Así no hay disculpa para otra visita, cuando tengan un sitio para poderlo montar completo y añadir a los tapices algo igualmente único.
      Un saludo.

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