domingo, 11 de octubre de 2009

LOS RETRATOS DE CARLOS II POR CARREÑO DE MIRANDA HASTA 1675

Hasta que Carlos II alcanzó la mayoría de edad estabelcida por su madre a los 14 años (1675), fue retratado en varias ocasiones por Juan Carreño de Miranda, nombrado pintor de cámara por la regente doña Mariana de Austria en 1671. El monarca es colocado en el mismo escenario que su madre en los retratos realizados por este mismo pintor (véase la entrada "Iconografía de una reina regente II), es decir, en el simbólico Salón de los Espejos del Alcázar de Madrid.

El primero de esta serie de retratos (primera imagen), hoy en el Museo de Bellas Artes de Asturias, fechado en 1671 fue compuesto seguramente como "pendant" del de doña Mariana en el Museo del Prado, subrayando así la complementariedad en el gobierno de madre e hijo y recuperando así la tradición española de representar al rey y a la reina por separado.

Carreño siguió la forma tradicional en este tipo de representaciones, es decir, efigiando al monarca en pie, vestido de seda negra, apoyando la mano izquierda y el sombrero sobre un bufete y sosteniendo sobre la derecha el decreto firmado, que venía a representar su poder legislativo absoluto. No obstante, el pintor asturiano ahondó en una serie de significados alegóricos y simbólicos, ausentes anteriormente, aglutinados en torno al solemne Salón de los Espejos. Los leones sobe los que descansan los bufetes y las águilas que enmarcan los espejos, son los distintivos heráldicos de la Monarquía Hispánica y del Imperio. Los espejos reflejan la cabeza del retratado pero también una serie de lienzos que decoraban el recinto, algunos de los cuales aumentan el contenido simbólico del lienzo. Así en el espejo de la derecha son perceptibles (especialmente en el ejemplar del Museo de Berlín, fechado en 1673) el cuadro de Felipe IV a caballo pintado por Rubens en 1628, y el del suplicio del gigante Ticio realizado por Tiziano. El primero apunta la legitimidad dinástica del retratado, mientras que el segundo parece servir de amenazante recuerdo a cuantos atenten contra su suprema autoridad. Los rayos de Júpiter, que aparecen en la zona superior del marco de los espejos completan el programa, ya que éstos eran el instrumento de castigo para los que osaban desafiar el poder del rey de los dioses.

(Fuente principal: "Retrato de Estado y propaganda política: Carlos II (en el tercer centenario de su muerte" de Alfonso Rodríguez G. de Ceballos)

(Para saber más sobre los retratos de Juan Carreño de Miranda a Carlos II, léase el artículo de Miguel Morán Turina: "Reinterpretando a Velázquez: Carreño y el retrato de Carlos II"

* La segunda imagen es el retrato de Carlos II presente en el Museo del Prado y fechado en 1675.

1 comentario:

  1. Majestad, no se me adelante usted, pero que me pisara mi entrada commemorativa; aunque no se si decidirme por alguno de Carreño o alguno de Claudio Coello. Ya veremos. Buenas noches.

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