miércoles, 15 de febrero de 2012

Don Juan José de Austria en la correspondencia entre Felipe IV y sor María Jesús de Ágreda

En carta fechada el 19 de mayo de 1647 escribía Felipe IV a la madre sor María Jesús de Ágreda, refiriéndose a don Juan José de Austria, que iba embarcado al servicio de la Armada con rumbo a Nápoles:


“He resuelto que vaya en ella un hijo que produjeron los descuidos de mi mocedad. Dios se sirva perdonármelos y tenerme de su mano para que no vuelva a ofenderle. Hállase ya de dieciocho años…Hele puesto los mejores consejeros…Vos, sor María, le encomendad a N. º Señor”.


En otra carta del 7 de mayo de 1648, sor María escribía al Rey manifestándole el gozo por el éxito de don Juan al aplacar la rebelión de Nápoles:


“aumentado por haber venido por la mano de don Juan”


Acaba la carta con elogios para el joven don Juan:


“que promete muchas y felices esperanzas”


Su Majestad agradece a sor María la carta anterior, sobre todo porque el triunfo de Nápoles:

“haya sido obrado por la mano de este muchacho del que le dan buenos informes. Es temeroso de Dios y virtuoso”


Las alusiones a don Juan José en el epistolario entre Felipe IV y la monja de Ágreda, que se extiende a lo largo de 22 años (4 de octubre de 1643 a 22 de mayo de 1665, en que muere sor María Jesús) llegan a la cifra de 56, lo que da una idea de la importancia y la presencia que el bastardo real tuvo en la política española de aquella época.

Fuente principal:


* Escanciano Nogueira, Servando: “La madre del señor don Juan de Austria, abadesa del Real Monasterio de Valfermoso de las Monjas (Guadalajara)”. Wad-al-Hayara: Revista de estudios de Guadalajara. 1987.

14 comentarios:

  1. No suena muy halagador para un hijo ser descrito como un mero producto de un descuido de mocedad, y en términos en los que parece lamentar enormemente su nacimiento. Y eso de "para que no vuelva a ofenderle"... vamos vamos, como si el buen hombre no hubiera repetido. Qué desfachatez :)

    Feliz tarde, monsieur

    Bisous

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    1. Madame ya sabemos la doble moral de los reyes con respecto a sus bastardos a los que culpaban de sus propios "descuidos"...

      Un beso.

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  2. Y si lo dijo esta monja no lo hizo por peloteo ni servilismo; porque de todos son conocidos sus valores humanos, su apuesta por la pobreza y por los necesitados, su inclinación por la caridad. Fue una figura imprescindible de la espiritualidad de su tiempo, vinculada siempre a los verdaderos valores cristianos, no a conseguir favores terrenales como era harto frecuente en religiosos sin vocación de la época del Barroco.
    Un saludo.

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    1. Sor María supo ver la valía de ese joven de 18 años, su grandeza humana, militar y política...que gran rey se perdió España!

      Un saludo.

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  3. Qué interesante. Desde luego lo que ocultan las cartas del rey con esta intrigante mujer tiene que ser cuando menos sorprenente.


    Un saludo!

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    1. ESte epistolario ha permitido al historiador conocer el autético carácter de Felipe IV, separando al hombre del Rey.

      Un saludo.

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  4. Poco amor se aprecian en las palabras de la reina hacia su hijo, y mucha más ternura y comprensión en las de Sor María Jesús. Ay lo que se puede extraer de la historia en el epistolario privado. Un abrazo, majestad.

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    1. Paco, supongo que te refieres a la palabras del Rey (Felipe IV)...lo cierto es que creo que en el fondo tenía un sentimiento encontrado entre el amor paternal y el odio por sus "pecados" de juventud de los que don Juan era imagen viva.

      Un abrazo.

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  5. Algo tenía Juan José para que Felipe IV lo distinguiera entre sus bastardos, que por lo que se cuenta fueron unos cuantos...

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    1. Se dice que hasta más de 40...don Juan tenía desde luego una valía intelectual, militar y política que Felipe IV supo ver, aunque no quisiese reconocerlo.

      Un abrazo.

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  6. Me hace gracia la frase del rey cuando dice "un hijo que produjeron los descuidos de mi mocedad", pues ya sabemos todos que el rey Felipe IV tuvo más de un descuido a lo largo de su vida.
    Un beso

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    1. Ya sabes la hipocresía de los reyes y la alta sociedad en este tipo de cosas...defensores de la rectitud moral y al mismo tiempo pecadores.

      Un beso.

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  7. Puede que lo del desliz de mocedad no fuera más que una justificación ante la religiosa, pues reconoce quererle, educarlo, encomendarle misiones... Pero sabido es, también, el desprecio que por el bastardo tuvo al final de su vida. Sería interesante conocer que pensamientos cruzaron sobre don Juan José cuando el rey ya no lo podía ni ver. Un saludo.

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    1. Creo que le amo como hijo que fue, y más tras las alegrías militares que le dio...quizás al final de sus días, la popularidad de don Juan y su ambición hicieron aflorar en el Rey sentimiento de culpa y preocupación por el futuro de sus hijos legítimos...no era lo mismo un chaval de 18 años (como en la carta) que el don Juan de 35 años, ya hombre, capaz y sano, que el Rey veía al final de su vida.

      Un abrazo.

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