domingo, 10 de octubre de 2010

LA RAMA TIROLESA DE LA CASA DE AUSTRIA: ¿UNA TERCERA VÍA SUCESORIA? (PARTE I)

Alegoría de la abdicación de Carlos V en Bruselas el 25 de octubre de 1555 (1620). Frans Francken. Rijkmuseum de Amsterdam.

Como es bien sabido, desde las abdicaciones de Carlos V de 1555/1556, la Casa de Austria quedó dividida en dos ramas, una primogénita en la persona de Felipe II, que recibió los reinos españoles e italianos, los Países Bajos, la Borgoña y las Indias; y una rama segundogénita encabezada por Fernando I, hermano del Emperador, que recibió los territorios patrimoniales de los Habsburgo formados por los ducados austríacos, Bohemia y Hungría, más la dignidad imperial (1). Este reparto atribuía, por tanto, a la rama primogénita o filipina la riqueza material, el poder y la preeminencia, cuyo signo más visible era la Orden del Toisón de Oro.

Para la Agustísima Casa, este reparto “momentáneo” no planteaba ningún problema: la extinción de una de las dos ramas de la Casa de Austria debía atribuir automáticamente la herencia a un miembro de la otra. Por esta razón, cuando una princesa austriaca se casaba con un vástago de una casa ajena a la dinastía, renunciaba formalmente a todos sus derechos a la Corona de España. Éste fue el caso de Ana de Austria, hija de Felipe III, cuando se casó con Luis XIII y de la infanta María Teresa, hija de Felipe IV, cuando se casó con Luis XIV.

Sin embargo, lo que es mucho menos conocido, es que durante varias décadas del siglo XVII, la Casa de Austria no estuvo formada sólo por dos ramas, sino que existió un tercera rama, la de los Condes del Tirol o Archiduques de Innsbrück, descendientes del archiduque Leopoldo V (1586-1632), hijo del archiduque Carlos II de Estiria (1540-1590) y hermano menor del emperador Fernando II (1578-1637). Esta rama fue, por tanto, la depositaria segunda de los derechos sucesorios a la Corona de España, en caso de no existir herederos legítimos a la misma, tras la rama segundogénita o rama vienesa, y por delante de la Casa de Saboya, descendientes de la infanta Catalina Micaela, hija de Felipe II, y de su esposo, el duque Carlos Manuel I de Saboya, y que siempre fue aceptada en los testamentos reales como depositaria de los derechos sucesorios en caso de no existir miembros austriacos.

Después de la división en dos ramas de la Casa de Austria, se trató de mantener la unión dinástica por medio de uniones matrimoniales. Maximiliano II, hijo de Fernando I se casó con María, hija de Carlos V; Felipe II se casó por cuarta vez con su sobrina Ana, hija de Maximiliano II; el archiduque Alberto, hijo de Maximiliano II, se casó con Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II; Fernando III se casó con la infanta María Ana, hija de Felipe III, y Felipe IV con Mariana, hija de Fernando III. Parece más que evidente, según los recientes estudios médico-históricos (2), que esta endogamia debilitó enormemente la vitalidad de la familia. La línea masculina del emperador Maximiliano II se extinguió en 1621 con la muerte del archiduque Alberto, el último de sus cinco hijos; la española en 1700 con la muerte de Carlos II y la austríaca en 1740 con el fallecimiento sin hijos varones del emperador Carlos VI (Carlos III de Austria para los austracistas españoles).

El emperador Fernando I, fundador de la rama vienesa, dispuso en su testamento la división de sus dominios entre sus tres hijos de la siguiente forma:

- Maximiliano II recibió la Baja Austria y la Alta Austria, con capital en Viena.

- Fernando, el Tirol, el Austria Anterior y el Landgraviato de Alsacia, con capital en Innsbrück.

- Carlos II recibió Estiria, Carintia, Carniola, Trieste, Gorizia y el noreste de Istria, territorios llamados conjuntamente Austria Interior, con capital en Graz.

Los hijos del archiduque Fernando estaban excluidos de la sucesión por ser fruto de un matrimonio morganático (3), por lo que a su muerte, ocurrida en 1595, sus territorios pasaron a la rama de Viena, representada ya por el emperador Rodolfo II, hijo de Maximiliano II. Por otra parte, cuando Carlos II de Estiria inició su mandato, era el único de los hermanos que aún no estaba casado, por lo que hubo que buscarle una esposa. La elegida fue su sobrina María de Baviera, hija del duque Alberto V de Baviera y de su hermana Ana de Austria. El matrimonio tuvo lugar el 26 de agosto de 1571 en Viena.

A pesar de todo, la rama de Graz, es decir, la del archiduque Carlos II, sobrevivió a la de Viena y a la de Innsbrück, siendo la única superviviente dos generaciones después: en 1619 fallecía el emperador Matías I, que había sucedido a su hermano Rodolfo II, tras su fallecimiento en 1612, en la dignidad imperial (4), siendo ambos hijos de Maximiliano II. Unos años antes Matías y sus hermanos aún vivos, el archiduque Alberto (5) y el archiduque Maximiliano (6), que no tenían hijos, acordaron nombrar sucesora a la rama estiria de la Casa de Austria, que en ese momento representaba el archiduque Fernando III de Estiria, hijo del archiduque Carlos II. Sin embargo, esta decisión se tomó sin tener en cuenta a Felipe III, jefe de la Casa de Austria como representante de la rama primogénita, por lo que éste empezó a reclamar sus derechos a los tronos de Bohemia y Hungría, así como a la posibilidad de ser elegido sacro emperador, a través del Conde de Oñate, su embajador en Viena. Finalmente, el asunto fue resuelto por tratado secreto de Oñate, llamado así en honor del embajador español, firmado el 29 de julio de 1619, por el cual Felipe III, más preocupado en asegurar el llamado “Camino español”, renunció a sus derechos sobre Bohemia y Hungría, a cambio de la cesión de Alsacia y de la investidura sobre varios feudos imperiales en Italia (Finale y Piombino) (7), además de ver reconocida la prioridad de su línea masculina ante la femenina del archiduque Fernando de Estiria.





El archiduque Fernando fue finalmente elegido rey de Bohemia en 1617 y de Hungría en 1618. Durante este último año, la dura política religiosa de los lugartenientes de Matías I en Bohemia hará prender la mecha de la insurrección que dará lugar a las famosas defenestraciones de Praga del 23 de mayo de ese año, que serán las causantes del inicio de la Guerra de los Treinta Años (1618-1648). El problema se agravará posteriormente por la aún más dura política religiosa de Fernando, educado por los jesuitas de la Universidad de Ingolstadt en los principios de la Contrarreforma.

El 28 de julio, sólo dos días después de que los Estados de Bohemia depusieran al archiduque Fernando y nombraran rey a Federico V del Palatinado, la Dieta imperial de Frankfurt elige como emperador al dicho Fernando, que a partir de ese momento será conocido como Fernando II. Es justo en este momento cuando se produce un hecho clave para el nacimiento de la rama tirolesa de la Casa de Austria: en ese mismo año de 1619, el ya emperador Fernando II, decide nombrar a su hermano menor, el archiduque Leopoldo (Leopoldo V), el cual era obispo de Passau desde 1598 y de Estrasburgo desde 1606, como nuevo gobernador del Austria Anterior y el Tirol, tras la muerte del anterior gobernante, su primo, el archiduque Maximiliano III. En 1623, Fernando II le transfirió la soberanía de estos territorios para sí y sus herederos (8). En 1625, una dispensa papal le permitió renunciar sus obispados en su sobrino Leopoldo Guillermo (9), hijo de su hermano Fernando II, que a la sazón contaba con tal solo 11 años de edad. Finalmente, el 18 de abril de 1626 contrajo matrimonio con Claudia de Medici, hija del Gran Duque de Toscana Fernando I, recibiendo el 4 de mayo de ese mismo año el juramento como nuevo Conde del Tirol (10). Nacía pues la rama tirolesa de la Casa de Austria.




Fuentes principales:

* Edelmayer, Friedrich: “Carlos V y Fernando I. La quiebra de la monarquía universal”. Universidad de Viena.

* García García, Bernardo J. (DIR): “El Imperio de Carlos V. Procesos de agregación y conflictos”. Fundación Carlos de Amberes. Madrid, 2000.

* Mora y Casarusa, Diego de: “Los Héroes y las maravillas del mundo. Dios, la tierra y los hombres”. Madrid, 1855.

* Patrouch, Joseph F.: “A negotiated settlement: The Counter-Reformation in Upper Austria under the Habsburg”. Studies in central European histories, 2000.

* Paz Aguiló, María: “Una imagen representativa del poder en Centroeuropa a finales del siglo XVI”. Instituto de Historia del CSIC, 2005.

* Rainer, Johann: “Tú, Austria feliz, cásate: La boda de Margarita, princesa de Austria Interior, con el rey Felipe III de España: 1598/99”. Investigaciones históricas: época moderna y contemporánea. Nº 25, 2005.

* Sterzinger, Anton von: “Istoria della principesca contea del Tirolo”. Innsbrück, 1780.



Notas:

(1) Una magnífica aproximación a este hecho en Edelmayer, Friedrich: “Carlos V y Fernando I. La quiebra de la monarquía universal”. Universidad de Viena.

(2) Álvarez, Gonzalo; Ceballos, Francisco. C. ; y Quinteiro, Celsa: “The role of inbreeding in the extincition of a European royal dinasty”. Revista PLOS One, 2009.

(3) El archiduque Fernando se casó en 1557 con Philippine Welser, hija de un patricio de Augsburgo. Su padre, el emperador Fernando I, aceptó este desigual matrimonio pero pactando que sus hijos quedarían excluidos de la sucesión, aunque recibirían el apellido Austria. Un hijo destacado de este matrimonio fue el cardenal Andrés de Austria, gobernador de los Países Bajos entre 1598 y 1599.

En segundas nupcias casaría con Ana Catalina Gonzaga, siendo una hija de este matrimonio, Ana de Austria, la esposa del emperador Matías I, hijo de Maximiliano II, y por tanto, primo suyo.

(4) El archiduque Matías, que en su juventud fue nombrado gobernador de los Países Bajos rebeldes (1577) por sus Estados Generales para oponerse a Felipe II, era gobernador de Austria desde 1593, rey de Hungría desde 1608 y de Bohemia desde 1611, por la incapacidad mental de su hermano, el cual fue recluido en su palacio de Praga hasta su muerte en 1612.

(5) El archiduque Alberto de Austria o Alberto VII (1559-1621) fue virrey de Portugal de 1583 a 1594, arzobispo de Toledo de 1595 a 1598 y gobernador de los Países Bajos de 1596 a 1598. En 1599 renunció a los hábitos y el arzobispado toledano para casarse con su prima Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II, junto a la cual pasó a gobernar los Países Bajos en calidad de soberano, según la cesión que el Rey Prudente les había hecho en su testamento.

(6) El archiduque Maximiliano III de Austria (1558-1618), era hermano del anterior, así como de los emperadores Rodolfo II y Matías I. Fue nombrado por Rodolfo gobernador del Tirol y Gran Maestre de la Orden Teutónica desde 1585, además de regente del Austria Interior, desde 1593 a 1595 desarrolló una intensa actividad en el Tirol. Poco dado a la ostentación cortesana, se preocupo de la instrucción pública haciendo de Innsbruck un centro cultural relevante. Educado como sus hermanos en los valores estéticos de la Corte de los Habsburgo, dio preferencia en Innsbruck a los libros y a la música, creando la cámara del tesoro de la Wallfahrtkirche Maríastein bajo la tutela archiducal y sobre todo fundando la abadía de Klosterneuburg como símbolo de la unidad dinástica archiducal austríaca. Bajo su custodia como regente del Tirol estuvo desde 1602 la Kunstkammer de Ambras. Entusiasta defensor de la Contrarreforma, desde su cargo de Gran Maestre de la Orden alemana, tuvo la habilidad de conciliar también a los príncipes protestantes en la defensa contra las invasiones turcas desde 1594 a 1599 en Croacia y Alta Hungría, actuando como general por designación imperial, con desigual suerte. En Paz Aguiló, María: “Una imagen representativa del poder en Centroeuropa a finales del siglo XVI”. Instituto de Historia del CSIC, 2005.

(7) La investidura de los territorios italianos sí que tuvo lugar, aunque la de Alsacia no llegó jamás a concretarse.

(8) Las fuentes consultadas con confusas en cuanto a la fecha exacta de la transferencia de la soberanía del Austria Anterior y el Tirol. Se encuentran tres fechas posibles: 1623. 1625 y 1626. Me quedo con la primera pues es la que permite un desarrollo más lógico de los acontecimientos, aunque si bien parece ser que la soberanía completa no se produjo hasta 1626 con el juramento de los Estados del Tirol a su nuevo soberano, poco después de la renuncia a su estado religioso y su matrimonio con Claudia de Medici.

(9) El archiduque Leopoldo-Guillermo de Austria (1614-1662), era hijo de Fernando II y de María Ana de Baviera. Obispo de Passau, Estrasburgo, Halberstadt, Magdeburgo, Olomouc y Breslavia, así como Gran Maestre de la Orden Teutónica. Fue nombrado gobernador de los Países Bajos en 1647 por Felipe IV, puesto que ocupó hasta 1656, cuando fue sustituido por don Juan José de Austria. Espero dedicar una entrada íntegra al personaje en un futuro.

(10) Sterzinger, Anton von: “Istoria della principesca contea del Tirolo”. Innsbrück, 1780.

25 comentarios:

  1. Lo de la endogamia ya venía de lejos en la rama española desde los tiempos de los Trástamara como mínimo, por ejemplo cuando se casan dos nietos de dos hermanos de padre, enemigos a muerte (Enrique II que mató a Pedro I "El cruel"): Enrique III, nieto del II, se casó con Catalina de Lancaster, nieta del "Cruel". En fin que ya venían desde algún siglo atrás con dichas bodas político-ambiciosas.
    Un saludo

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  2. Madre mia, qué cacao, por si faltaba algo hasta una rama tirolesa. Mire que dieron de sí los Austria, y sin embargo se extinguieron a causa de tanto unirse entre sí precisamente. Claro, para mantener la union dinastica era necesario seguir mezclandose, y mientras los genes resistieron les fue bien, pero a la larga condujo al desastre.

    Buenas noches, monsieur

    Bisous

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  3. Muy interesantes sus entradas Majestad. Por cierto muy interesante también saber que existe un libro sobre el archiduque Carlos de Austria en la Guerra de Sucesión española y que espero poder leer en momentos de más tiempo libre.
    También decirle (y espero disculpe, ya que no encuentro su email particular) que leyó mi entrada de Tlatelolco incompleta, pues se publicó antes de terminarla por clicar antes de tiempo. Saludos desde Madrid a las Italias.

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  4. Ya nos irá contando sobre esto, suena muy interesante saber que en vez de cantar la Marcha Real, podimos entonar un pintoresco canto tirolés en todas las ceremonias oficiales...

    Yoroleiyoroleiyoroleijiju! Abuelito dime tú...

    Reales saludos

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  5. José Eduardo: sì, también los Trstàamara practicaron la endogamia, aunque en me nos medida que la Casa de Austria, y el resultado fueron reyes enfermos como Juana la Loca...en cuanto a los Austrias todos conocemos los casos: el prìncipe don Carlos, el prìncipe Felipe Pròspero, Carlos II, ...

    Un saludo.

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  6. Madame: ya sabe que los Austrias pensaban que solo se podìan casar entre iguales y esto querìa decir, en la mayorìa de los casos, entre miembros de su misma familia...ya ve, hasta una rama tirolesa, la verdad es que hubo un montòn de archiduqes y archiduquesas, pero entre los destinados a la Iglesia y los que tuvieron problemas, nos encontramos, como lee, que para 1740 la familia estaba casi extinguida...

    Un beso.

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  7. Juan: me alegra de que te haya gustado. En cuanto a la biografìa del archiduque Carlos es muy recomendable, yo la estoy leyendo. La profesora Virginia Leòn, su autora, es la mayor experto sobre el personaje que existe en Espana.

    Me pasarè de nuevo por tu blog. No tengo el e-mail puesto pero quizàs te escriba asì estamos en contacto.

    Un saludo amigo.

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  8. Mathìas: jejeje, hombre la opciòn sucesoria tirolesa, como veremos, fue bastante lejana, pero los derechos a la Corona ahì estaban.

    Un real y afectuoso saludo.

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  9. Amigo, pasé a echar un ratito de lectura en tu casa en este día de puente...

    Saludos y un abrazo.

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  10. Hiperiòn: que suerte tenèis los que estais en Espana, aquì en Italia hoy estoy de curro :(

    Un abrazo.

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  11. Esto es un lío de familia y no los que nos pasan por la tele. Al final hasta pudimos ser tiroleses y todo, pero la historia fue la que fue y no hay vuelta de hoja: Carlos II se fue y sin descendencia.
    Un saludo.

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  12. Cayetano: aunque en realidad como veremos en la pròxima entrada, la opciòn sucesoria tirolesa no se llegò nunca ha plantear, por el fallecimiento de su ùltimo miembro en 1665...la verdad es que las opciones sucesorias durante el reinado de Carlos II variaron mucho: don Juan José de Austria, Borbones (Luis XIV y Felipe de Anjou), Austrias de Viena (Leopoldo I y el archiduque Carlos), Wittelsbach (José Fernando de Baviera), la opciòn iberista con un matrimonio con la Casa de Braganza planteado por el Conde de Oropesa...

    Un saludo.

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  13. ¿Y no salieron "bastardos" por ahí?... total, puestos a optar al trono que más da que fuese imposible esa opción.

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  14. Isra: bastardos habìa y muchos, pero ya sabes que estaban excluidos de la sucesiòn...el caso màs famoso era el del hermano de Carlos II, don Juan José de Austria...

    Un saludo.

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  15. Pues menudos follones tenían, ya que la endogamia provocaba graves perjuicios a la descendencia, y después pasaba lo que pasaba. Probablemente, los bastardos gozaran de mejor salud que los Reales, y en cierta medida, serían más validos, tanto física como intelectualmente, pero claro, como bien dices la sucesión es la sucesión. Esperamos la continuación.
    Salud¡

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  16. Javier: sin duda que los bastardos fueron mucho màs sanos y capaces, baste ver a don Juan José de Austria frente a su hermano Carlos II, o a todos los otros que hemso ido viendo en el blog...pero sì, la sucesiòn y la dinastìa estaban por delante de todo...

    Un saludo.

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  17. La cuestión ha quedado clara como el agua. Lo que no comprendo es por qué Carlos II decidió declarar como heredero a Felipe de Anjou por encima de otros vástagos más ligados a su propio linaje. Sí María Teresa renunció a sus derechos a heredar la corona pòr considerarse que se unía los intereses de otra rama y se alejaba de los de la Casa de Austria, ¿por qué al final pasó la corona española a manos de los Borbones? Lo más lógico es que hubiese quedado todo en familia.

    En cuanto a los enlaces endogámicos, los resultados fueron nefastos, aunque esto pasaba por desconocimiento médico. Todo era cuestión política.

    Saludos

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  18. Demasiadas ramas en el árbol genealógico de esta familia para dar al final frutos de tan mala calidad. Un buen injerto a principios del XVII no hubiera ido mal. Saludos.

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  19. Carmen: en realidad la cuestión sucesoria a favor del del Anjou se decidió en el último año del reinado carolino gracias a las gestiones del embajador francés Harcourt y del Cardenal Portocarrero...antes Carlos II estaba decidido por la sucesión en Baviera, al ser este el familiar más cercano, nieto de su hermana Margarita, como demuestra el hecho de que lo declarase heredero en los testamentos de 1696 y 1698...pero la prematura muerte del príncipe electoral cambió todo...por otra parte, años antes y quizás después de la muerte de José Fernando, la opción más clara fue la del archiduque Carlos II al que Carlos II pidió incluso venir a España a través de su padre leopoldo I con un regimiento de alemanes para defender Cataluña, algo que pedía también el Príncipe Jorge de Hesse Darmstadt, pero Leopoldo I parecía más preocupado en defender hungría de ls turcos, convencido de que a pesar de todo Carlos II le nombraría heredero a él o a su hijo segundogénito como marcaban las normas de la dinastía aquí expuesta....Sin Embargo, carlos II parece ser que se cansó de esta actitud vacilante de su tío, a lo que se unió la mala imagen austriaca en la Corte por sus repetidas negativas de ayuda desde la década de los 60 y por la mala imagen de doña Mariana de Neoburgo, además hay que sumar las gestiones, como decía de POrtocarrero y Harcourt...el golpe de gracia fue el motín de 1699 que acabó con los grandes austracistas fuera del gobierno, sobre todo Oropesa y el Almirante, y que dejó el campo libre a Portocarrero y los suyos para convencer al rey de que la mejor opción era la francesa, algo ye ratificó el Papa, ya que a la vista de los acontecimiento, solo Luis XIV y su amistad podían mantener la MOnarquía en su integridad que fue la mayor preocupación de Carlos II en sus años finales tras los diversos tratados de reparto...

    ...de ahí la importancia de Carlos II, que fue el único Austria/Habsburgo que dio prioridad a la razón de estado sobre los intereses dinásticos...es decir, el primer ejemplo de gobernante moderno de España...aún así algunos dicen que la presión de Portocarrero, tras el "golpe de estado" de 1699 (motín de los gatos), así como de su grupo, acabó apabullando al monarca que se decidió por la sucesión en un nieto de Francia...

    Un beso y no dudes en preguntar si aún tienes dudas ;)

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  20. Desdelaterraza: la verdad es que sí, pero la política Habsburgo fue siempre profundamente endogámica y dinástico-centrista...no concebían gobernar de otra forma y eso acabó matándoles...

    Un saludo.

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  21. Conocía la existencia de las otras ramas austriacas, aunque no con la información excelente que proporcionas.

    La cesión de facto de los territorios alsacianos a los Habsburgo de Madrid hubiese sido todo un puntazo, pero no eran tontos los de Viena. En cambio los lejanos Finale y los Presidios toscanos no tenían demasiado valor para aquellos, y por eso fueron transferidos. Pobre compensación fue esa.

    Mis queridos Habsburgo, sin saberlo, se estaban destruyendo con tanto casarse entre ellos. Reforzaban alianzas, pero las consecuencias se pagaron caras.

    Saludos, Alberto.

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  22. Jordi: me alegro de que te haya gustado. La cesión de Alsacia además no pudo llevarse a término porque el territorio fue invadido por Francia durante la Guerra de los Treinta Años como veremos en la entrada que viene...Finale y los Presidios eran ya españoles desde tiempos de Felipe II y lo único que se buscaba era una investidura formal, que al final llegó, pero ganarse no se ganó nada...

    ...como dices los Austrias (me gusta más llamarlos así que Habsburgo) se acabaron suicidando ellos solos con esta política dinástica...

    Un saludos.

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  23. Jesús que lío de familia... solo nos habría faltado aquí una guerra de sucesión a 3 bandas

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  24. José Luis: sí, la verdad es que es un poco lío como ves, todos mezclados con todos, pero al finla todo quedaba en familia.

    Un saludo.

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