sábado, 21 de agosto de 2010

LAS GUERRAS DEL REINADO (II): LA GUERRA DE DEVOLUCIÓN (PARTE II)

El Mariscal Turenne, jefe del cuerpo principal de batalla francés durante la Guerra de Devolución.


Las fuerzas francesas de invasión, aproximadamente 50.000 hombres, se dividieron en tres cuerpos principales con misiones muy diferentes. El principal de ellos, compuesto por unos 35.000 hombres, estaba dirigido por el Mariscal General Turenne y en el asistía también el propio Luis XIV. Este cuerpo entró en los Países Bajos por el condado de Hainaut. Su misión principal era la conquista de distintas plazas, siendo el ejército que debía hacerse cargo de las misiones de mayor envergadura. Un cuerpo volante dirigido por el Marqués de Crequi, compuesto por unos 5.000 hombres, entre los que había bastante caballería, asistiría al cuerpo principal y le flanquearía entrando más al este, hacia Luxemburgo. El Mariscal de Aumont con unos 8.000 hombres tenía como misión principal atacar por la zona cercana a la costa, en las cercanías de Dunkerque, para que las guarniciones de aquella parte, las mejor asistidas y dotadas de tropa, no pudieran coordinar esfuerzos ni ayudar al resto de los territorios flamencos.

Los cambios llevados a cabo en el ejército de Flandes tras la Paz de los Pirineos de 1659, habían hecho que se abandonara la posibilidad de mantener una fuerza de campaña, optándose por un contingente mucho más pequeño y económico, al que incluso a duras penas se le podía pagar. Este ejército era ante todo un cuerpo de guarnición para las fortalezas y ciudades más importantes, formadas por tropas mal equipadas y pagadas, además de encontrarse demasiado dispersas por todas las provincias de los Países Bajos (1). Difícilmente estas tropas podían representar una gran amenaza para un ejército francés, que les superaba en número y que estaba concentrado en tres grandes grupos, bien provisto de víveres y de municiones. Las primeras acciones de Castel-Rodrigo al estallar la guerra fueron intentar encontrar dinero, grano y hombres para defender todos los puestos avanzados, y sobre todo, Bruselas. Para ello visitó las ciudades de Amberes, Lovaina y Gante, de donde cogió pertrechos de guerra y grano para asegurar la defensa de Bruselas, esperando que los franceses se decidieran directamente a atacar la capital, reservando así para su defensa dos de los cuatro tercios de españoles que había en esos momentos en Flandes. Estas acciones provocaron el descontento en la ciudadanía, que veía el abandono de muchas plazas y se quejaba de las confiscaciones de alimentos (2).

La primera acción del cuerpo principal de batalla francés fue la toma de la ciudad de Binche el 31 de mayo, la cual fue ocupada sin resistencia, al carecer de guarnición. Después los franceses avanzaron hacia el interior y tomaron sin oposición el nuevo complejo fortificado de Charleroi, el 2 de junio, que fue volado previamente por Castel-Rodrigo ya que estaba sin acabar, imperfecto y sin guarnición, aunque por desgracia sólo una parte de las fortificaciones pudieron ser demolidas a tiempo, cayendo en manos de Turenne, que desde ese momento las hace perfeccionar. Las primeras decisiones del cuerpo principal del ejército galo fueron, por tanto, muy poco arriesgadas siendo operaciones muy meditadas, al haber estado durante algunos días observando las acciones emprendidas por los españoles. De hecho, las tropas francesas se internaron en los Países Bajos por la zona que parecía más indefensa, por el Condado de Hainaut, aprovechando el territorio del Obispado de Lieja y su posesión de algunas plazas en el interior del Condado adquiridas tras la Paz de los Pirineos, como Philippeville. Con esta ruta evitaban las grandes guarniciones de las plazas fronterizas más importantes, como la vecina Cambrai, que habían sido reforzadas previamente ante la presunción de que los ataques franceses serían, sobre todo, a las plazas situadas en primera línea. De hecho, como decía Castel-Rodrigo, los franceses buscaban las plazas en medio del País. Estas eran una pieza más fácil, sobre todo en los primeros compases de la guerra, cuando todavía no se sabía cual sería la resistencia que opondría el ejército de Flandes (3).

El cuerpo principal a la órdenes de Turenne, tras su entrada por Hainaut y la toma de Charleroi, se adentró en el interior de los Países Bajos, alejándose de las guarniciones fronterizas hispanas. El 17 de junio el Conde de Rennebourg, gobernador de Ath, abandona la ciudad con su guarnición, algo que aprovecha Turenne para ocuparla el 19 de junio. Luis XIV entra en persona en la plaza, jurándole fidelidad los habitantes a cambio del mantenimiento de sus privilegios. A partir de ese momento la ciudad será posesión francesa durante algunas décadas, en las cuales sus fortificaciones son modernizadas y perfeccionadas por el Vauban.

Mientras tanto, el cuerpo del ejército comandado por el Mariscal Aumont entró en los Países Bajos por la rivera del río Lys. Su primera acción fue dirigirse hacia Armentiers, que ocupó sin problemas el día 28 de mayo, ya que su guarnición, siguiendo las órdenes de Castel-Rodrigo, había abandonado la ciudad el día 23 de mayo, desmantelando la mayor parte de las defensas de sus fortificaciones. La plaza había estado ocupada hasta el momento por 18 compañías del regimiento de infantería alemana del coronel Rhingraf, unos 1.100 hombres, una defensa del todo insuficiente. El gobernador de los Países Bajos, con esta decisión de no combatir, reservaba sus fuerzas para una ocasión más propicia.


Fuentes principal:

* Rodríguez Hernández, Antonio José: “España, Flandes y la Guerra de Devolución (1667-1668). Guerra, reclutamiento y movilización para el mantenimiento de los Países Bajos españoles”. Colección Adalid/Ministerio de Defensa, 2007.


Notas:

(1) Se carece de fuentes concretas para saber de cuantos hombres disponía el ejército de Flandes para oponerse a los franceses ya que el Archivo de Simancas no ha dejado datos sobre el tema, pero Etienne Rooms, gracias a los fondos de la contaduría y pagaduría de Bruselas, ha hecho diversas estimaciones. Según este autor, al inicio de 1667 el ejército de Flandes disponía de 515 compañías de infantería, agrupadas en 32 tercios y regimientos, además de algunas compañías francas. A estos se le sumaban otras 132 compañías de caballería, que formaban diferentes regimientos o que servían sueltas. Tras estos datos Rooms afirma, aplicando métodos estadísticos, que el ejército estaría compuesto al menos de 27.000 infantes y 8.500 montados. Para determinar esa cifra, Rooms aplica que cada compañía de infantería tendría una media de 52,9 hombres, y 64,9 las de caballería.

(2) Avisos de Bruselas, 4 de junio y 15 de julio de 1667. Proclama del gobernador de los Países Bajos. A.S.V. Segretaria di Stato. Fiandra 55.

(3) Cartas del Marqués de Castel-Rodrigo de 8 y 28 de junio de 1667. A.G.S. Estado Leg. 2.106

13 comentarios:

  1. Carlos II, interesante como siempre!!Voy a darme una vuelta por tu blog, empezando desde el inicio.!Cuántas cosas aprenderé! Recordaré esas clases de historia que tanto anhelo.

    Por muchas veces que te lo repita, nunca será suficiente: Muchas gracias por toda esta labor y por poner la cultura al alcance de todos!!!

    Un abrazo muy fuerte!!:)

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  2. Que interesante.

    Cuanta estrategia.

    Me gusta leer esto. se aprende mucho.

    Un abrazo.

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  3. Chevalier: de nada, para mí es un placer contar con seguidores que sigan con tanta pasión las entradas que escribo.

    Un abrazo.

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  4. Gaucho; me encanta que te guste, la estrategia militar de aquella época es muy interesante. La guerra entonces, a diferencia de ahora, era un arte, eso si un arte macabro.

    Un abrazo.

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  5. Como siempre en las guerras, la pobre poblacion civil cargando con la fea parte de las confiscaciones de alimentos y demas calamidades.
    No me gustan las batallitas, monsieur, pero me ha hecho ilusion ver aparecer por aqui al marques de Vauban. Qué caso construyendo fortalezas!

    Feliz tarde de domingo

    Bisous

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  6. Madame: las guerras son así, al final siempre sufren los mismos...

    Vauban fue el arquitecto de fortalezas más importante de la historia, un genio en su campo.

    Un beso.

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  7. Monsieur, sobre su consulta, ahora está disponible en blogger. Solo tiene que ir a diseño, allí a editar entradas del blog, y en el cuadro que aparece tiene que activar la casilla correspondiente: la de mostrar botones para compartir, que verá de inmediato.

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  8. Me da lástima ver cómo poco a poco fue desintegrándose el Imperio Español, aunque nos lo cuente tan maravillosamente. Ahora tocan los Países Bajos...

    Con respecto a los comentarios que me hizo en el blog le dejo las dos respuestas:

    "Carlos II: no te preocupes, que no tenía nada que reprocharte. Además conozco perfectamente el gusto que tienes hacia todo lo que tenga que ver con Historia, y la muerte del pretendiente carlista era un buen motivo para puntualizar sobre el pasado y el presente.

    Muchas gracias por tu aclaración. Es que el asunto de la reunión de los Borbones había salido en El mUndo el pasado fin de semana y lo tenía reciente. Lo que no recordaba era el nombre de don Leandro.

    Abrazos fuertes"

    "Carlos II: interesante vida la de este hombre. Imagino que no debió sentarle nada bien que Franco le usurpase su grupo ideológico y político en pro de un régimen cuyos principios no compartía. Podemos decir entonces que era el descendiente de un rey sin trono destronado a su vez de sus propio grupo ideológico.

    Un abrazo".

    Muchas gracias por todo y un beso

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  9. Carmen: en esos momentos España estaba sumida en la confusión de la Regencia, las luchas cortesanas, la guerra de Portugal y hay que decir que era difícil atender también a los Países Bajos, se quiso no ver como Luis XIV se saltaba a la ligera el Tratado de los Pirineos.

    En cuanto a lo otro no era nada :), solo que quería decirte que no era carlista pero si monárquico pues es la única cosa política en la que creo y por la que siento una gran pasión, aún así me parecía, como dices, importante señalar la muerte de este hombre por su gran importancia en la historia reciente y por representar la antaño importante facción carlista, además de ser, como ves, un denodado luchador por la libertad y la democracia y contra el franquismo, además de reconocer en 1678 a don Juan Carlos como rey legítimo.

    Un beso.

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  10. Majestad, colega, me sorprende mucho el hecho de que las plazas españolas hayan caído tan fácil, sin duda la moral la tenían bien baja.

    Por lo de Dominic, me refería a que es el pretendiente Habsurgo al trono español, creo que es bisnieto de la hermana del último Rey Carlista legítimo o algo así, esta URL confirmará lo que digo:

    http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Pretendientes_carlistas_al_trono_espa%C3%B1ol#L.C3.ADnea_carlista_Habsburgo-Borb.C3.B3n_.28carloctavistas.29_.28desde_1936.29

    Espero que me disculpe el malentendido.
    Reales Saludos

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  11. Mathías: más que baja la moral lo que no había era hombres y dinero y los pocos que había se destinaban a proteger las plazas principales como Bruselas o Amberes...

    en cuanto a lo del pretendiente español de la Casa de Habsburgo éste no existe pues los Habsburgo renunciaron al trono de España tras el Tratado de Viena de 1725 entre Felipe V y el emperador Carlos VI (ex-pretendiente Carlos III de Austria durante la Guerra de Sucesión). Este tratado ponía fin al conflicto sucesorio español entre los Borbones y los Habsburgo de Viena y si por un casual quisiesen reclamar éste sería siempre Otón pues es el directo descendiente de Carlos VI a través dl matrimonio formado entre la hija de éste, María Teresa I, y su marido Francisco de Lorena, con lo que se inauguraba la línea de los Habsburgo-Lorena...

    ...los pretendientes al trono de España durante el franquismo eran don Juan Carlos, el Duque de Cádiz y el padre de don Carlos Hugo, todos Borbones de diversas líneas, sin embargo, la línea más directa, descendiente de Alfonso XIII era la de don juac Carlos, por lo tanto Paco hizo la elección justa :)

    Un real saludo.

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  12. Hasta ahora un tour de placer para los franceses...

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