jueves, 28 de octubre de 2010

LA RAMA TIROLESA DE LA CASA DE AUSTRIA: ¿UNA TERCERA VÍA SUCESORIA? (PARTE IV y FINAL)

Retrato del archiduque Segismundo Francisco, obra de Giovanni Maria Morandi (h. 1665). Kunsthisrisches Museum de Viena.


Tras la muerte a finales de 1662 del archiduque Fernando Carlos, el gobierno del Tirol pasó a manos de su hermano menor, el archiduque Segismundo Francisco (1).

Segismundo, nacido el 28 de noviembre de 1630 en Innsbrück, era el cuarto hijo del archiduque Leopoldo V del Tirol y de Claudia de Medici. Al igual que su padre, desde muy joven fue dedicado a la carrera eclesiástica, algo por otro lado normal entre los “segundones” varones de la Casa de Austria (2). En 1646 fue nombrado Obispo de Augsburgo, sin ser previamente ordenado sacerdote, aunque debido a su juventud (16 años), la diócesis fue gobernada por administradores. En 1653 se convierte en Obispo de Gurk, en Carintia, y finalmente, en 1659, el emperador Leopoldo I le nombra Príncipe-Obispo de Trento tras la muerte del anterior Obispo, Carlo Emanuele Madruzzo (3). Con este nombramiento se ponía fin al dominio de la familia Madruzzo sobre el Trentino (4), al tiempo que el Principado-Obispado pasaba nuevamente a la órbita tirolesa tras casi más de cien años de semi-independencia política, aunque en 1662 tuviese lugar la firma, entre los Habsburgo y el Capítulo de Trento, de un acuerdo sobre la jurisdicción eclesiástica favorable a Trento. Sin embargo, el Papa no confirmó jamás el nombramiento de Segismundo Francisco, por lo que sólo el apoyo de su primo el Emperador le permitió ostentar el dominio temporal y las regalías sobre el territorio, pero no el espiritual. El archiduque tomó posesión del Principado el 14 de septiembre de 1660 a través de sus representantes. El Obispado sería siempre gobernado por vicarios en nombre de Segismundo Francisco.

El archiduque Segismundo Francisco fue, al igual que su hermano Fernando Carlos, un gran amante y mecenas de las artes. De hecho, en 1652, acompañó a la pareja archiducal en un viaje que les llevó a recorrer varias cortes del norte de Italia, entre ellas la de Módena, donde residía su hermana, la archiduquesa Isabel Clara, casada con el duque de Mantua Carlos II de Gonzaga-Nevers. De esta visita se conservan numeroso escritos, entre ellos uno referente a un torneo celebrado en honor de los archiducales huéspedes, obra de Giuliano Cassiani: “La Gara delle stagioni, Torneo a cavalle, rappresentato in Modena nel passaggio de’ Ser. Arcid. Ferdinando Carlo, Sigismondo Francesco d’Austria, e l’Arciduchessa Anna di Toscana” (1652).


Grabado de la época en el que se representa al archiduque Segismundo Francisco.

Como se comentaba, a la muerte Fernando Carlos, Segismundo Francisco subió al trono tirolés con precedencia sobre las hijas de su hermano. Durante su corto reinado parece ser que destacó mucho más que su predecesor en las tareas de gobierno, aunque es escasa la información que sobre su persona y reinado se conserva (5). Un hecho destacado de su gobierno fue el pago de tres millones de libras tornesas que le efectúo Luis XIV por la cesión que de Alsacia hizo la Casa de Austria al monarca galo como consecuencia de la Paz de Westfalia (6). Por otra parte, Felipe IV le concedió el Toisón de Oro el 28 de agosto de 1663, enviándole la insignia por medio del tesorero de la Orden, Jacques Bruneau, la cual le llegaría el 19 de enero de 1664 (7).

En 1665, tras la dispensa papal que le permitía renunciar a sus cargos eclesiásticos (8), el archiduque Segismundo Francisco contrajo matrimonio con Eduviges del Palatinado-Sulzbach (1660-1681), hija del conde Cristiano Augusto del Palatinado-Sulzbach (1622-1708) y de Amalia de Nassau-Siëgen (1615-1669), con la intención de buscar un heredero que le sucediese en el trono y continuase la dinastía. El matrimonio por poderes se celebró en Sulzbach el 3 de junio (o 5 de junio) de ese mismo año. La nueva archiduquesa se puso enseguida de camino para Innsbrück, sin embargo, durante este lapso de tiempo Segismundo Francisco cayó enfermo, muriendo el 25 de junio a la edad de 34 años, sin haberse podido consumar el matrimonio. Su cuerpo sería enterrado junto al de su hermano Fernando Carlos y el de sus padres, Leopoldo V y Claudia de Medici, en la Iglesia de los Jesuita del Innsbruck (Jesuitenkirche).


Retrato de la emperatriz Claudia Felizitas, obra de Carlo Dolci (1675). Galleria degli Uffizi de Florencia.


Con la muerte del archiduque Segismundo Francisco se extinguía la línea masculina de la rama tirolesa de la Casa de Austria. A partir de ese momento el Tirol y los otros territorios del Austria Anterior pasarían a la rama vienesa representada por el emperador Leopoldo I, el cual viajaría hasta Innsbruck ese mismo año (29 de octubre) para hacerse jurar como nuevo soberano del Tirol. Leopoldo I crearía un consejo especial para gobernar el país, pero a partir de ese momento el Tirol sería regido por gobernantes nombrados desde Viena, perdiendo de esta forma su independencia para siempre. Sin embargo, no hay que olvidar un hecho importante y que muchos historiadores han pasado por alto: a la muerte de Segismundo Francisco la rama tirolesa no se había extinguido completamente, ya que aún quedaban con vida las hijas del archiduque Fernando Carlos y de Ana de Medici, las archiduquesas Claudia Felizitas y María Magdalena, que vivían en Innsbruck (?) junto a su madre.

La archiduquesa María Magdalena moriría el 21 de enero 1669 a la edad de 13 años, sin embargo, su hermana, Claudia Felizitas contraería matrimonio el 15 de octubre de 1673 en Graz con el emperador Leopoldo I, para el que serían sus segundas nupcias tras la muerte de su primera esposa, la infanta-emperatriz Margarita Teresa, hija de Felipe IV y doña Mariana de Austria. Este matrimonio, bajo mi punto de vista, fue ideado para “legalizar” la situación del Tirol, ya que de esta forma se unían las dos ramas austriacas de la Casa de Austria y los hijos nacidos de este matrimonio serían los legítimos herederos tanto del Tirol, como de los otros territorios patrimoniales de la Agustísima Casa. Sin embargo, Claudia Felizitas moriría apenas tres años después (8 de abril de 1676) siendo el único fruto de este matrimonio dos pequeñas archiduquesas que morirían siendo muy niñas: Ana María Sofía (muerta el 21 de diciembre de 1674) y María Josefa (muerta el 11 de julio de 1676).

Ana de Medici, que se había trasladado a Viena junto a su hija tras el matrimonio de ésta con Leopoldo I, moriría el 11 de septiembre de 1676, desapareciendo con ella el último vestigio de la rama tirolesa de la Casa de Austria.

A modo de conclusión, podemos decir que la muerte en junio de 1665 del archiduque Segismundo Francisco sin hijos varones, apenas 3 meses antes de que lo hiciese su primo Felipe IV (17 de septiembre de 1665), hizo imposible que el monarca español pudiese considerar a un miembro de la rama tirolesa en su testamento para sucederle en caso de muerte prematura o sin hijos de Carlos II. Así, Felipe IV estableció que en caso de morir sin descendencia el futuro Carlos II, los derechos sucesorios recaerían, por este orden, en la infanta Margarita Teresa y sus sucesores, en los descendientes de su hermana, la emperatriz María, casada con el emperador Fernando III, y por tanto, en la persona del Leopoldo I, hijo de ambos; y, por último, en defecto de estas dos ramas, en la descendencia de la infanta Catalina Micaela, duquesa de Saboya e hija de Felipe II.



Fuentes principales:

* Barbacovi, Francesco V.: “Memorie storiche della città e del territorio di Trento”. Volumen 2. Trento 1824.

* Mora y Casarusa, Diego de: “Los Héroes y las maravillas del mundo. Dios, la tierra y los hombres”. Madrid, 1855.

* Schlachta, Astrid von: “To rule and to prepare: Claudia de’ Medici an her european fellow widows”. Det Kongelige Bibliotek.

* Sterzinger, Anton von: “Istoria della principesca contea del Tirolo”. Innsbrück, 1780.

* Voltes Bou, Pedro: “Documentos de tema español existentes en el Archivo de estado de Viena”. Volumen 2. Instituto Municipal de Historia, 1965.


Notas:

(1) No he podido encontrar los motivos por los cuales la sucesión del Tirol recayó en Segismundo Francisco y no en la archiduquesa Claudia Felizitas, hija mayor del archiduque Fernando Carlos, ya que, a diferencia de los que sucedía en Francia, en los ducados austriacos, y en general en los territorios gobernados por la Casa de Austria, la mujer no quedaba excluida de la sucesión, aunque sí se daba preferencia a los varones.

(2) Ejemplos de este hecho serían el propio padre de Segismundo Francisco, el archiduque Leopoldo V, que antes de ser designado por su hermano Fernando II como Conde del Tirol, fue obispo de Passau y Estrasburgo; el archiduque Alberto, arzobispo de Toledo entre 1595 y 1598, antes de contraer matrimonio con la infanta Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II; el cardenal-infante don Fernando, hermano de Felipe IV, que fue cardenal-arzobispo de Toledo entre 1619 y 1641; el archiduque Leopoldo Guillermo, hijo del emperador Fernando II y hermano de Fernando III, que fue obispo de Passau, Estrasburgo, Halberstadt, Magdeburgo, Olomuc y Breslavia, además de Gran Maestre de la Orden Teutónica; el archiduque Carlos José, primer hijo del matrimonio entre el emperador Fernando III y la archiduquesa María Leopoldina, hija de Leopoldo V del Tirol, que sucedió en todos sus cargos a Leopoldo Guillermo tras la muerte de éste en 1662; etc

(3) Segismundo Francisco fue elegido en el Capítulo del 7 de febrero de 1659. Barbacovi, Francesco V.: “Memorie storiche della città e del territorio di Trento”. Volumen 2. Trento 1824.

(4) El Principado-Obispado de Trento fue gobernado consecutivamente por cuatro miembros de la familia Madruzzo: Cristoforo Madruzzo (1539-1567), Ludovico Madruzzo (1567-1600), Carlo Gaudenzio Madruzzo (1600-1629) y Carlo Emanuele Madruzzo (1630-1658).

(5) Por desgracia no he podido tener acceso a los documentos que se puedan conservar en los archivos de Estado de Innsbruck y Viena, ni a la única biografía que sobre su persona me consta que exista: Hans Sonnweber, “Erzherzog Sigmund Franz von Tirol", phil. Diss., Innsbruck 1949.

(6) “Los héroes y las maravillas del mundo: Dios, la tierra y los hombres…”, pag. 383. El 1648, el emperador Fernando III cedió, tanto en su nombre como en el de toda la Casa de Austria, la soberanía sobre la alta y la baja Alsacia, el Sundgaw y la prefectura de 10 ciudades imperiales a Luis XIV y a sus sucesores. El monarca galo, por su parte, para compensar las pérdidas que sufría el archiduque Fernando Carlos, le aseguró la suma de tres millones de libras tornesas, pero no quiso entregarlas sin que antes Felipe IV consintiese tal cesión territorial, lo que se llevó a cabo por a Paz de los Pirineos de 1659, por la que el Rey de España renunció a todos los derechos o pretensiones que pudiese tener sobre Alsacia, el Sundgaw y el Condado de Ferrette. Luis XIV, a través de un tratado firmado con Fernando Carlos el 16 de diciembre de 1660, prometió pagar los tres millones en cinco partes, en el espacio de tres años. Sin embargo, muerto Fernando Carlos el 30 de diciembre de 1662, el pago fue efectuado a Segismundo Francisco.

(7) Voltes Bou, Pedro: “Documentos de tema español existentes en el Archivo de estado de Viena”. Volumen 2. Instituto Municipal de Historia, 1965. Pp. 455-456.

(8) El 28 de mayo de 1665 renunció solemnemente al título de Obispo de Trento y a sus otras dignidades eclesiásticas. Barbacovi, Francesco V.: “Memorie storiche della città e del territorio di Trento”. Volumen 2. Trento, 1824.

33 comentarios:

  1. Que interesante.

    Un hombre sin hijos varones, el Segismundo.

    Yo tuve nueve, todos varones.

    Y no tengo tanta complicaciòn. debe ser por eso.

    (no voy a escribir "ficciòn pura". Ya encontrè un episodio de Carlos II que me gustò, y lo voy a "adornar!!)


    Saludos

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  2. Majestad, a pesar de contarlo de manera aséptica, casi me da pena el fin de esta rama. Ese Segismundo Francisco que tiene que renunciar a ser obispo de Trento para continuar la línea familiar y casarse y no poder consumar el matrimonio, y morir con 34 años...
    Que le vamos a hacer. Que tenga muy buen día

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  3. Gaucho: jejeje con tanto varón tu no habrías tenido ningún problema para la sucesión...

    Un saludo.

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  4. Paco: la verdad es que sí, una triste trayectoria la de esta rama, apenas 40 años duró en poder...

    Un saludo.

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  5. Hola, Carlos¡
    De ser nombrado obispo "a dedo", a dejar de serlo, y morir sin consumar matrimonio, es un poco penoso ¿no?, al igual que como dices que en el Tirol no había problemas de sucesión, siendo hombre y mujer. Para una vez que se da la paridad de género,en esa época tan de hombres y mira, XD.
    Un saludo¡

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  6. Javier: pues sí, mala suerte tuvo siempre el amigo Segismundo...lo de la igualdad de sexos la verdad es que era una cosa muy avanzada para la época, aunque los varones tenían precedencia, pero llegado el caso...

    Un saludo.

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  7. Segismundo Francisco, monsieur! Tenía nombre de culebron. Claro que el nombre de la esposa tambien se las traia. Es como una especie de trabalenguas.
    Lástima que falleciera el hombre solo tres meses antes de Felipe IV y sin heredero varon. Lo contrario hubiera simplificado un tanto las cosas, creo yo.

    Feliz dia, monsieur

    Bisous

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  8. Se ve que le hicieron mucho caso al testamento de Felipe IV... y es que me pregunto yo ¿como podía imponerse el testamento de Felipe IV al de Carlos II? no estaba reconociendo el propio Felipe IV una "cierta" incapacidad de su hijo... ¿?

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  9. Madame: la verdad es que sí, nombres de telenovela venezolana jejeje

    Un saludo.

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  10. José Luis: Felipe IV dejaba todo atado para el caso en el cual Carlos II muriese siendo niños, pero un testamento real anulaba a otro, y es así que sucedió con el de Carlos II respecto al de su padre. A pesar de que Felipe IV dejó bien claro que no permitía la sucesión en Francia, Carlos II reinterpretó a su padre diciendo que los hijos de Francia podrían heredar la Monarquía siempre que ambas coronas no quedasen unidas. Y es eso lo que hizo, dejar la Corona en manos de Felipe de Anjou, hijo segundo del Delfín, pues la Corona de Francia pasaría a su hermano mayor, el Duque de Borgoña...a pesar de que después Luis XIV no anulase los derechos del de Anjou a la corona francesa ante la difícil situación sucesoria que se planteaba en aquellos momentos con la muerte de todos los herederos directos, quedando tan solo el pequeño Luis XV y Felipe de Anjou, ya Felipe V de España...podemos decir que el testamento de Carlos II es probablemente el testamento real más importante de la historia de España y el que marcó todo el futuro...

    Un saludo.

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  11. Vamos, que la cosa sucesoria se estaba poniendo fea, al cerrarse posibles vías. Y mientras, Francia e Inglaterra van a ir afilando sus cuchillos para ver quién y cómo reparte la tarta española.
    Un saludo.

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  12. Cayetano: la verdad es que sí, como veremos en una próxima entrada (que es el motivo por el que estoy haciendo todas estas entradas sobre las diversas ramas), la Casa de Austria, a la muerte de Felipe IV estaba casi agotada quedando con vida solo 2 varones: Carlos II y Leopoldo I.

    Un saludo.

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  13. Puestos a elegir yo hubiera preferido cualquier Austria a los Borbones, con los que se acentúo la decadencia del imperio. Tenían más sangre española al descender de los Reyes Católicos, aunque a los Borbones creo que tampoco les faltaba por algun descendiente de Juana "La Loca", ¿o no?.
    Saludos.

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  14. José Eduardo: desde luego la Casa de Austria era la legítima heredera de la Casa de Trastámara, la última casa real de origen hispano, al ser Carlos V hijo de Juana "la Loca", heredera de los RR.CC. Pero los Borbones estaban igualmente emparentados por dos veces con la Casa de Austria al ser Luis XIV hijo de la infanta Ana de Austriam hija de Felipe III, y casar éste con la infanta María Teresa, hija de Felipe IV, de cuyo matrimonio nació el Delfín Luis, padre de Felipe V. Por tanto, dejando a parte las renuncias de las infantas al trono español y los intereses dinásticos, podemos decir que en 1700 Felipe de Anjou era un familiar mucho más cercano a Carlos II de los que lo era el archiduque Carlos, ya que la línea que unía a este con Carlos II era que su padre, el emperador Leopoldo I era hijo de la infanta María, mujer de Fernando III y hermana de Felipe IV. Por tanto, la Casa de Austria podía reclamar dos mayorazgos sobre uno de la Casa de Austria de Viena.

    Un saludo.

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  15. * La la Casa de BORBÓN podía reclamar dos mayorazgos sobre uno de la Casa de Austria de Viena.

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  16. Es posible, como apuntas, que el matrimonio entre Leopoldo y Claudia tuviera la intención de vincular fuertemente las dos ramas familiares, ya que muy posiblemente sospecharan de la intenciones francesas, como muy bien sabríamos los españoles años después.
    Un saludo.

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  17. Desdelaterraza: aunque es una conclusión mía personal, creo que los tiros iban por ahí, es decir unir "legalmente" las dos ramas austriacas de la Casa de Austria y así reforzar su autoridad, al menos en los territorios patrimoniales.

    Un saludo.

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  18. Pobre Segismundo, al que sus deberes dinásticos no le dejaban más camino que dejar su vida célibe y casarse con el único objetivo de dejar hijos en este mundo que continuasen su sucesión familiar. Pero es que no le dio ni tiempo. En fin, cosas de la providencia...

    Saludos

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  19. Carmen: pues sí, cada cual tenemos un destino que parece estar ya escrito y contra el que no se puede luchar...

    Un saludo.

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  20. Humm....que interezante tu blog. Azi que le daz atoda la hiztoria de nueztra patria madre.

    jejeje....disculpa mi jokoneria.

    En serio....muy interesnate tu blog. He leido con mucha atencion mucha de la informacion que das aqui. Y muchas cosas son totalmente novedozas para mi.

    Muchas gracias.

    Saludos.

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  21. Interesante la informacion gracias por compartir, te queda muy bonito el blog.
    un placer pasar por tu casa.
    que tengas un feliz fin de semana.
    un abrazo.

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  22. Ricardo: muchas gracias y se bienvenido a esta mi casa.

    Un saludo.

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  23. Ya quería yo romper los vidrios de mi casa con un canto tirolés, jajaja.

    Pero en serio, esta rama hubiera sido la alternativa perfecta a los problemas sucesorios de Carlos II.

    Un abrazo

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  24. Mathías: jejeje...sí, la verdad habría sido una buena alternativa.

    Un abrazo.

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  25. Puestos a pedir, pediría que el Cardenal Infante hubiera contraído matrimonio y engendrado abundante descendencia, pero ésta tampoco hubiera sido una mala opción. Lo que queda patente, a fin de cuentas, es que lo que extinguió la rama principal de la Casa de Hasburgu fue su política matrimonial, no sólo a la hora de planear los matriminios, sino también a la hora de no planearlos.

    Por cierto, aprovecho para felicitar al autor del blog por su excelente trabajo y para publicitar indecentemente el mío, recientemente creado y que quizás resulte interesante a algunos lectores.

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  26. Habsburgo: muchas gracias por tus palabras. El tema de la descendencia del cardenal infante lo traté ya en una entrada sobre los hijos bastardos del cardenal-infante que quizás te interese leer:http://reinadodecarlosii.blogspot.com/2010/06/los-hijos-bastardos-del-cardenal.html

    Un saludo.

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  27. Otro fin de semana más perdido entre tus monaracas...

    Saludos y un abrazo.

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  28. No hubo suerte tampoco con la tercera rama del Tirol y la descendencia fue escasa y de corta vida, acabando con la posibilidad de reinar en las Españas.

    Gracias a ti hemos podido conocer a fondo a los Austrias del Tirol.

    Saludos, Alberto.

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  29. Jordi: la verdad es que sí, esta rama apenas duró 40 años...

    Un abrazo amigo.

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    Respuestas
    1. la hija de juan de austria todavia sigue vivo sus descendientes?

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    2. la hija de juan de austria todavia sigue vivo sus descendientes?

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