sábado, 25 de diciembre de 2010

OTROS MIEMBROS DE LA CASA DE AUSTRIA: EL ARCHIDUQUE CARLOS JOSÉ

El archiduque Carlos José en un grabado de la época.

El archiduque Carlos José nació el 7 de agosto de 1649 en Viena. Fue el único hijo del matrimonio formado por el emperador Fernando III y su segunda mujer, la archiduquesa María Leopoldina del Tirol, hija del archiduque Leopoldo V del Tirol y de la archiduquesa Claudia de Medici, la cual murió al darle a luz. Era, por tanto, medio hermano de la reina doña Mariana de Austria y tío de Carlos II.

Con la muerte de Leopoldo Guillermo, el archiduque Carlos José se convirtió, en el heredero de sus distintos cargos eclesiásticos, a pesar de que aún era menor de edad (a la muerte de su tío, Carlos José contaba con tan sólo 13 años), algo por otra parte normal entre los segundones de la Casa de Austria. El joven archiduque recibió la primera tonsura (1) el 3 de septiembre de 1661 de mano del arzobispo de Viena, Philipp Friedrich von Breuner (2), mientras que en julio de 1662 su tío, el archiduque Leopoldo Guillermo le otorgó una canonjía en la Catedral de Olomuc en Moravia (3), por vacante de Mathias Arnold von Pallingen.

El archiduque Carlos José como gran maestre de la Orden Teutónica (s. XVII).

A través de un breve del 1 de septiembre de 1662, el papa Alejandro VII le nombraba Obispo Coadjutor de Passau (4), mientras que por una dispensa de 27 de octubre de ese mismo año le permitía ser elegido Obispo de Olomuc y Breslau a pesar de no poseer la edad canónica. Tras la muerte de Leopoldo Guillermo, el cabildo de la Catedral de Olomuc le eligió obispo por unanimidad (17 votos favorables de 17 votos posibles), siendo confirmada la elección por Alejandro VII el 23 de abril de 1663, con la condición de que hasta que llegase a la edad requerida la administración temporal y secular de la diócesis recayera en personas nombradas por la Santa Sede. La dispensa papal se extendía también, además de al Obispado de Olomuc, al de Passau y Breslau, y a la Gran Maestría de la Orden Teutónica, lo que permitía a Carlos José mantener todos sus beneficios e ingresos. El Papa también le permitió (23 de diciembre de 1663) el ejercicio de la jurisdicción penal en la diócesis. Sin embargo, nunca llegó a ejercer verdaderamente sus cargos eclesiástico y ni tan siquiera recibió las órdenes sacerdotales ya que a finales de 1663 caía enfermo de gravedad, muriendo el 27 de enero de 1664 en Linz, a la edad de 15 años.

Como curiosidad cabe decir que el jesuita y matemático Caspar Schott (1608-1666) construyó en 1661 su famoso “Organum Mathematicum” para la educación del pequeño archiduque, considerado un precedente barroco de los modernos ordenadores.


Fuentes principales:

* D‘Elvert, Christian: “Die Hoch - und Deutschmeister und olmützer Bischöfe Leopold Wilhelm und Carl Joseph, Erzherzoge von Osterreich”. 1863.


Notas:

(1) Según la Real Academia Española de la lengua tonsurar es el “rito preparatorio que precedía a la recepción de las antiguas órdenes menores” y que consistía en el corte o rapado de una parte del cabello.

(2) Philipp Friedrich von Breuer (1597-1669), el 5 de mayo de 1639 el emperador Fernando II le nombró obispo de Viena, cargo confirmado por el Papa Urbano VIII el 5 de septiembre de ese mismo año.

(3) Recuérdese que Leopoldo Guillermo era Obispo de Olomuc y, por tanto, capacitado para otorgar cargos en su diócesis.

(4) La dignidad de Obispo Coadjutor es dada por la Santa Sede y conserva casi las mismas características del Obispo auxiliar salvo que el prelado que goza de esta dignidad tiene derecho a sucesión a la sede episcopal cuando esta queda vacante. Lo que se pretendía, por tanto, es que tras la desaparición de Leopoldo Guillermo fuese el quien heredase el Obispado.

19 comentarios:

  1. Tanto beneficio y dispensa papal, para dewspués quedar en agua de borrajas. Sic transic gloria mundi, ni siquiera los poderosos se libraban, aunque iba bien encaminado. Me ha gustado el tema de Caspar Schott, personaje muy olvidado, pero adelantado.
    Un saludo

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  2. Javier: ya ves, tanto obispado y dispensa papal para morir antes de poder disfrutarlos y ejercer un verdadero gobierno sobre los mismo. Lo de Schott sería interesante tratarlo en una entrada...

    Un saludo.

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  3. En verdad que no me extraña que muriera tan joven: le aplastó (literalmente) el peso de tanta púrpura.
    Si le hubieran dejado disfrutar de su infancia seguramente hubiera sido más longevo.

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  4. Me imagino que en aquellos tiempos una cosa era la posición privilegiada para ocupar cargos eclesiásticos y otra muy distinta la vocación hacia ellos, en muchos casos nula.
    Sobre el artefacto que mencionas, parece ser que ya en el siglo XVI se construyó el primer aparato músico- matemático como el que cuentas, a manos también de un jesuita llamado Atanasio. ¡Es que estos jesuitas están en todo! Jejeje.
    Un saludo.

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  5. Aspi: muy probablemente el peso de tanta púrpura colaborase en tan joven óbito...

    Un saludo.

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  6. Cayetano: me parece a mi que de vocación había poca, basta ver al cardenl-infante don Fernando o al archiduque Leopoldo Guillermo.

    Precisamente ese Atanasio que citas era el profesor de Schott ;)

    Un saludo.

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  7. Estas vidas, como la del Archiduque, son bien melancólicas.

    Saludos.

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  8. Retablo: la verdad es que sí, parecen estrellas del rock: vivir deprisa y morir jóvenes.

    Un saludo.

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  9. Jajaja, el comentario de aspirante es muy atinado, demasiado peso religioso para un simple adolescente. Veo que hasta el día de navidad se empeña usted en mostrarnos a parientes suyos. Un cordial abrazo.

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  10. Paco: pues sí jejeje...ya ve, es que las tardes del día de Navidad son un poco tostón.

    Un abrazo.

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  11. Tal como me comentaba, monsieur. La epoca se llena de personajes que se veían obligados a seguir un camino en contra muchas veces de su vocación para entrar en la Iglesia, debido, simplemente, a que eran segundones.

    Feliz domingo

    Bisous

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  12. Madame: el orden dinástico primaba, y si te tocaba nacer segundo ya estabas marcado de por vida, aunque muchos re revelasen contra ese orden pre-establecido...

    Un beso.

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  13. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  14. Si se muere a los 25 años acaba siendo arzobispo, obispo y abad de media Alemania ¡Vaya con el niño imperial!
    En aquella época era normal concentrar en una misma persona de sangre real múltiples cargos eclesiásticos. Y es que la Contrareforma de Trento no acabó con los despropósitos de las edades de los altos cargos eclesiásticos, ni con la acumulación de dignidades.

    Saludos, Alberto.

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  15. Jordi: el niño-archiduque llevaba más púrpura que ningún otro prelado alemán, como su tío el archiduque Leopoldo Guillermo a quien sucedió en los mismos. Lo del nepotismo y los intereses dinástico en la Iglesia no se solucionó no, de hecho se agravó.

    Un abrazo.

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  16. Que barbaridad las carreras eclesiásticas de la época... ahora hay cardenales octogenarios con menos curriculum que este adolescente...

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  17. José Luis: jejeje es verdad...ya sabes que la sangre era una carta de presentación muy importante.

    Un saludo.

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  18. Un crío nombrado obispo a tan tierna edad y seguramente sin ningunas ganas de pertenecer al estado eclesiástico. Según tengo entendido no es un caso único ni mucho menos, sólo hay que ver los ejemplos del archiduque Alberto que fue dispensado de sus votos para poder casarse con la infanta Isabel Clara Eugenia o el cardenal- infante que ostentó siempre su alto título y se dedicó siempre a guerrear más que a bendecir.

    Besos

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  19. Carmen: así es, y la lista es aún mucho más larga: el archiduque Ernesto, hermano del archiduque Alberto; el archiduque Leopoldo Guillermo; don Juan José de Austria, etc.

    Un beso.

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