miércoles, 1 de septiembre de 2010

LAS GUERRAS DEL REINADO (II): LA GUERRA DE DEVOLUCIÓN (PARTE V)

Toma de Courtrai por parte de las tropas francesas en junio de 1667, obra de Adam Frans van der Meulen.


Tras la toma de Douai los franceses se situaron durante unos pocos días a la espera entre esa ciudad y las de Tournai y Lille. Con sus acciones empezaban a rodear y cortar las comunicaciones de dos plazas de capital importancia para el entramado defensivo de Flandes, Lille y Cambrai, por lo que Castel-Rodrigo se temió lo peor. Mientras tanto, el cuerpo del ejército dirigido por el Mariscal Aumont, con 4.000 infantes y 2.000 jinetes, se dirigió hacia Courtrai. La ciudad se rindió tras tres días de resistencia, hacia el 17 de julio. Pero al contrario de lo que había ocurrido en el resto de las ciudades, el Barón d’Hellem, gobernador de la ciudad, optó por refugiarse en el castillo con la guarnición. La ciudadela fue tomada por los franceses a la fuerza, muriendo en la lucha el propio gobernador y siendo capturados 200 hombres de la guarnición, ofreciendo los defensores una fuerte resistencia que causó muchas bajas entre los asaltantes galos (1). En la evolución de la guerra, tras acciones funestas en las que las ciudades y sus guarniciones apenas se defendían, se comenzaban a experimentar cambios. Los militares del ejército de Flandes empezaban a defender sus puestos pese a su clara inferioridad, y comenzaban a ofrecer resistencia a los invasores franceses.

Las tropas francesas parecían tener un objetivo claro, la toma de Lille, por lo que tras la rendición de Courtrai se situaron en observación de sus fortificaciones. Pero antes, ante las continuas peticiones del gobernador de la plaza y sus burgueses, el Marqués de Castel-Rodrigo envió desde Gante cerca de 1.000 hombres, entre caballería e infantería, hacia Ypres, para que desde allí se enviasen nuevos refuerzos a Lille. Con la llegada de estos nuevos efectivos la plaza parecía estar asegurada, por lo que los franceses decidieron momentáneamente dejar de lado la toma de la ciudad y se dirigieron hacia el interior del país con la intención de conquistar plazas peor defendidas. La primera en caer fue Oudernaade, hacia el 31 de julio. La ciudad capituló después de dos días de resistencia “haviendose entregado los naturales por verse sin esperanza de socorro” (2), quedando como prisioneros de guerra su escasa guarnición. Según la crónica contemporánea del nuncio vaticano, la ciudad se defendió durante un día entero del ímpetu de ataque enemigo, que la batió con 18 piezas de artillería. Pero al día siguiente la ciudad optó por capitular en buenas condiciones ante los franceses, aludiendo a la escasez de soldados (3).

Tras la ocupación de la plaza, el ejército francés se apoderó en la jornada siguiente de Alost (a 3 horas de marcha de Oudernaade) , aprovechando la noche cerrada para sorprender a sus habitantes. La villa no opuso ninguna resistencia a los franceses, que a su llegada encontraron que los burgueses les abrieron las puertas declarando su rendición para evitar represalias (4). La guarnición poco antes había abandonado la ciudad por orden de Castel-Rodrigo. En la villa habían estado alojados 1.100 infantes españoles del tercio de Antonio Furtado de Mendoza y 64 montados de la compañía española franca de Francisco Arizavala, a los que se dio orden de abandonar sus puestos. Castel-Rodrigo, consciente de las malas defensas de la plaza, no quiso arriesgar sus mejores y más fiables tropas (las españolas) en una acción de defensa que no habría cambiado el transcurso de la guerra, se prefería esperar una ocasión más propicia.

Se puede afirmar que el mes de julio de 1667 fue para los franceses un verdadero paseo militar por los Países Bajos Españoles, en donde ocuparon cuatro villas de mediana importancia, algo que en otros tiempos hubiera supuesto meses y meses de esfuerzos. En la toma de las ciudades apenas encontraron resistencia, lo que dio alas a los franceses, que después de la toma de contacto inicial empezaron a pensar que sería posible la conquista del corazón de los Países Bajos, que lejos de los puestos fronterizos apenas parecía defenderse. Para ello sería necesario seguir avanzando hacia el interior, para poder culminar en poco tiempo la toma de Bruselas, hecho que parecía en esos momentos muchos más posible que nunca.

Como queda dicho, por tanto, tras la toma de Alost, el cuerpo principal del ejército francés se fijó el objetivo de penetrar hacia el interior país, intentado así separar Flandes en dos mitades. En su avance un puesto clave era Dendermonde (Terramunda para los españoles), situada en la confluencia del Escalda y su afluente, el Dender. En este punto de inflexión de la guerra, la toma de este puesto suponía que Gante, Amberes, Bruselas y otra multitud de ciudades del interior del país quedarían amenazadas. El alto mando español lo sabía, por lo que con las primeras noticias de la posibilidad de que los franceses atacarían se enviaron refuerzos, que se unieron a la escasa guarnición compuesta por dos compañías libres, que juntas no llegarían al centenar de hombres, una de españoles, la del capitán Francisco Ramírez, y otra de valones. Desde la reserva posicionada en las cercanías de Bruselas se pudieron enviar cerca de 1.000 hombres a cargo del Maestre de Campo General del Ejército, Conde de Marsin, así como distintos pertrechos de guerra, municiones y alimentos para aguantar un asedio. El refuerzo estaba compuesto por 300 españoles del Tercio del Conde de Monterrey, 300 alemanes del Regimiento de Monfort y 200 valones del Tercio del Barón de Tursi, junto con 100 montados de diversas unidades. Los hombres pudieron entrar en la plaza al amparo de la noche, tras ejecutar una marcha forzada usando como cobertura las riveras de los ríos flamencos.

También desde Gante se enviaron entre 300 y 500 montados de las tropas de caballería que mantenía en reserva el Príncipe de Ligné, Gobernador de la Caballería del Ejército de Flandes, con órdenes de asegurar la zona y de permitir y posibilitar la inundación de los campos circundantes. Si al final los franceses optaban por atacar Terramunda, se instó a estos hombres a meterse dentro de la plaza, y si fuera necesario, en caso de asalto, desmontar y luchar con mosquetes como la infantería. Las tropas de la plaza quedaron al mando del Barón de Berlo, Sargento General de Batalla y antiguo coronel de un regimiento de infantería alemana, y del gobernador provisional de la plaza, el enérgico Andrés de Altuna, que instó al burgomaestre de la ciudad a que sus milicias colaboraran en la defensa. En cambio las tropas de caballería que venían al socorro de la plaza estaban dirigidas por el Maestre de Campo Louvigny. Éste último fue el encargado, con la caballería que traía bajo su mando, de ordenar la inundación de los campos circundantes a la plaza, abriendo para ello las compuertas fluviales. Con esta acción se dificultarían todos los movimientos franceses y el propio asedio de la plaza (5).



Fuentes Principales:

* Rodríguez Hernándes, José Antonio: “España, Flandes y la Guerra de Devolución (1667-1668). Guerra, reclutamiento y movilización para el mantenimiento de los Países Bajos Españoles”. Colección Adalid / Ministerio de Defensa, 2007.


Notas:

(1) Carta del Marqués de Castel-Rodrigo de 6 de julio y 4 de agosto de 1667. A.G.S. Estado Leg. 2.106. Avisos de Bruselas, 15 y 23 de julio de 1667.

(2) Carta del Marqués de Castel-Rodrigo de 4 de agosto de 1667. A.G.S. Estado Leg. 2.106.

(3) Almirante, José: “Bosquejo de la Historia Militar de España”. Tomo III. Madrid, 1923, pag. 285.

(4) Carta del Marqués de Castel-Rodrigo de 4 de agosto de 1667. A.G.S. Estado Leg. 2.106.

(5) Papeles sobre la reforma del ejército, 1662. A.G.S. Estado Leg. 2.099. Carta del Marqués de Castel-Rodrigo de 4 y 19 de agosto de 1667. A.G.S. Estado Leg. 2.106. Avisos de Bruselas, 6 de agosto de 1667. Relation extraordinarie du siege de Dermonde, honteusement levé par les Armées de France le 5 d’Aous 1667. A.S.V. Segretaria di Stato, Fiandra 55.

19 comentarios:

  1. Parece que no todo va a ser un paseo para los franceses. Comienzan a aparecer núcleos que optan por pertrecharse fuertemente para aguantar las embestidas de las tropas galas. No está de más enseñar los dientes de vez en cuando para que no se crean invencibles.
    Saludos.

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  2. Cayetano: así es, las cosas empiezan a no estar tan fácil para las tropas de Luis XIV, algo de los viejos Tercio quedaba aún...

    Saludos.

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  3. Monsieur, mal pintan las cosas, pero lo deja usted en un punto en el que se percibe una interesante reaccion. Quedamos a la espera de ver qué nos depara.

    Buenas noches, monsieur

    Bisous

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  4. Yo espero la reacciòn.

    Mi abuelo era español, y estuvo en la "Divisiòn Azul".

    Llevò esa medallita con orgullo hasta el dìa de su muerte.

    No puede ser que sus ancestros no hayan disparado un tiro!!

    Saludos

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  5. Madame: hay que darle algo de emoción :), pero si una reacción al menos sí que va a ver.

    Un beso.

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  6. Gaucho: algo del espíritu de los viejos Tercios de Flandes aún quedaba. Un gran personaje tu abuelo, sin duda, para participar voluntariamente en la División Azul.

    Un abrazo.

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  7. Me parece que todo el campo es orégano para los franceses. Mal pinta para la monarquía hispánica.

    Saludos

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  8. Carmen: pues sí, pero alguna reacción va a ver...

    Saludos.

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  9. ¡Plas plas plas plas plas! ¡Loores y Laureles Cathólica, Sacra y Real Majestad!
    Una labor EXCELENTE. ¿Sóis por ventura Liçenciado o Doctor en História y por tanto Colega de este vuestro, seguidor y amigo desde agora?
    Si aceptáis un consejo leal, NO DÉIS FUENTES, pues siempre habrá quién OS CRITIQUE "POR NO MIRARLAS TODAS" y otras zarandajas...
    Yo, por EXPERIENCIA PERSONAL Y PROFESIONAL, sé que Si Consigo Fijar uno o Dos Detalles, en la Mente de mis Alumnos, NO HABRÉ ECHADO A PERDER EL TIEMPO EMPLEADO, AUNQUE MI ESTILO IRÓNICO Y MORDAZ, NO SEA DEL GUSTO DE MIS MÁS SERIOS COLEGAS QUE LO CONSIDERABAN "FRÍVOLO"...
    Dejad comentarios si queréis y Bienvenido a MIS CASAS, pues si os fijáis, también le doy al Verso.

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  10. Dicen que han visto a Don Carlos
    por la Garganta de Francia
    Ay morena mía, sí, sí....
    (Música de Zarzuela y Amén).
    Un saludo.

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  11. Old Nick: vuesa merced me alaga sobremanera con sus palabras. Aunque extraño le pueda parecer el que aquì escribe es Liçenciado en Administraciòn y Direcciòn de Empresas, pero historiador de vocaciòn y de pasiòn...aunque mis estudios son econòmicos he realizado igualmente diversas materias de historia por libre elecciòn con ilustres profesores. Podemos decir que soy autodidacta.

    Tenga por cierto vuesa merced que por las casas del Quevedo del s. XXI que es vuesa merced pasaré a comentar e igualmente sabe que las puertas de este Real Alcàzar estaràn siempre abiertas para tan honorable y letrado visitante.

    Un real saludo.

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  12. Cathólica, Sacra y Real Majestad,
    permitid que agora, la pluma tomando,
    mi leal estima, os vaya mostrando,
    cual es preceptivo de mi calidad.

    Las gracias os dá con gran humildad,
    este poetastro que burla burlando,
    se pasa la vida siempre batallando,
    contra los traidores y su ruindad.

    No llegué a los Tercios porque usaba gafas, aunque soy guerrero de alta vocación.
    Gracias por el Título,que yo os prometo,

    pagar la Merced. con mi Verso Neto
    y mi estilo agudo, sin mala intención,
    salvo con traidores y viles piltrafas.

    Viva vuestra Alteza y a España enmendad,
    que este Quevedillo, os da su Amistad.

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  13. Old Nick: alabado quedo con estos versos que vuesa merced, poeta entre poetas, me ofrece y yo le digo que mayores son las glorias de las letras que las de las armas y màs inmortales sus héroes que los que mil plazas ganaron.

    Mi protecciòn y amistad le ofrezco en aquesta hora que en los libros como tan gloriosa quedarà plasmada y señalada por los siglos de los siglos.

    Firmado de mi real mano.

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  14. por fin parece que se organizará un buen fregado... una batalla de las de verdad...

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  15. José Luis: sì, finalmente una batalla con algo de emociòn, no todo el campo iba a ser orègano como dice Carmen.

    Un saludo.

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  16. Menos mal que hubo un poco de resistencia, parecía ser que los franceses solo estaban de vacaciones por Holanda.

    Me alegra saber que usted protege las artes, yo tengo mis poemillas y soy literadicto pero a nadie le honraria tener al yerno del Rey Felón como mecenas, jajaja.

    Reales Saludos

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  17. Mathías: ya ve S.M. que a esta corte no le falta de nada, caballeros del Toisón, bellas damas, poetas, artistas, personalidades extranjeras...ya sabe que cuando quiera puede publicar alguno de sus poemas aquí, será bienvenido...

    en cuanto a los asuntos de Flandes, algo empieza a cocerse en la resistencia española.

    Un real abrazo.

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