lunes, 1 de febrero de 2010

LA FAMILIA DEL REY, LOS HERMANOS DE CARLOS II: DON JUAN JOSÉ DE AUSTRIA, BASTARDO REAL Y MESÍAS DEL PUEBLO (PARTE VII)

Retrato de don Juan José de Ausria en el Real Convento de la Merced de la villa de Herencia.


Al finalizar la campaña de 1657 tuvo lugar una Junta presidida por don Juan de Austria, en la que se plantearon las dificultades exisentes para llevar a cabo, con éxito, la siguiente campaña que ya se aproximaba: falta de hombres, falta de medios para hallar dinero, el problema de los alojamientos de tropas, la inferioridad de la fuerzas hispanas frente a las francesas, ...
En mayo de 1658 los franceses lanzaron una ofensiva contra Ostende, encontrándose con una desagradable sorpresa, debido a que hacía meses que las fuerzas de Flandes preparaban el encuentro.

El buen inicio de la campaña con el rechazo de los franceses en Ostende no resultó, en modo alguno, significativo puesto que a partir de entonces las cosas fueron empeorando cada vez más para la Monarquía Hispánica.

Dunkerque fue el inicio del desastre final. Esta plaza constituía el principal objetivo francés de la presente campaña, pues era el botín prometido a Cromwell en la alianza que ambos países sellaron el 23 de marzo de 1657. La plaza tenía una importancia de primer orden por ser el puerto que dominaba el Mar del Norte (1).[] Los franceses, capitaneados por Turenne, pusieron cerco a Dunkerque, contando con la colaboración inglesa que se centró, fundamentalmente, en el bloqueo de la plaza por mar. Esta villa, gobernada por el Marqués de Leiden, se encontraba en unas condiciones lamentables pues los refuerzos, continuamente solicitados, nunca llegaban, por lo que estaba bastante desguarnecida. Ante estos acontecimientos, don Juan celebró una Junta de Guerra con todos sus altos mandos. Las fuerzas disponibles eran de unos 14.000 frente a más de 20.000 hombres que tenía el enemigo.

Inmediatamente se dispuso la marcha hacia Fournes, a donde llegaron el 10 de junio con las tropas. Sin embargo, se encontron sin artillería, ni pertrechos, ni siquiera con pólvora, a causa de los retrasos provocados por ciertos probelmas en su envío. A pesar de todo el 13 de junio salieron de Fournes y se acercaron a los cuarteles y líneas enemigas. Pronto se inició la fortificación del puesto, sin embargo los enemigos no estaban dispuestos a dejarles concluir su labor.El grueso de la infantería de don Juan ocupó las Dunas, sin embargo el enemigo era muy superior ya que tras dejar unos 60.000 hombres en la plaza de Dunkerque, llegó al campo de batalla con unos 10.000, mientras que don Juan no contaba ni con 5.000 hombres. La máxima fuerza hispana estaba cifrada en la caballería, cuya actuación resultaba muy impropia en el terreno de las dunas que . El combate fue muy desigual y obligó a la retirada de las tropas. Las bajas fueron muy numerosas, especialmente entre la infantería.

Quizás el socorro de Dunkerque se había decidido precipitadamente. Las fuerzas habían acudido sin artillería ni bagaje, pues aquélla venía en camino y el bagaje se dejó por orden de don Juan. Sin embargo, de no haber acudido a socorrer la plaza, ésta habría caído igualmente, dada su mala situación en hombres y víveres.

Este fracaso llevó a don Juan a plantearse seriamente la necesidad de una pronta paz, pero el Consejo, desde Madrid, hizo caso omiso de la propuesta y, por el contrario, animó al Rey a asistir con las fuerzas posibles para que Su Alteza continuara la campaña. A finales de junio de 1658, don Juan daba Dunkerque por perdida, debido a la imposibilidad de socorrer la plaza ni por tierra ni por mar. La estrategia propuesta ahora por el bastardo consistía en tratar de dificultar al máximo a los enemigos sus posibles y futuros objetivos. La mejor manera consistía en enviar infantería a las plazas más importantes y amenazadas: don Juan se instaló con las tropas entre Fournes y Nieuwpoort, para cubrir más de cerca las plazas de la marina. El 26 de junio recibió aviso de la rendición de Dunkerque.

Los franceses entregaron este importante puerto del norte a los ingleses, tal y como habían acordado en sus tratados de alianza. Poco después se rendían Bergas y Fournes. El 30 de agosto, por su parte también la villa de Gravelinas caía en poder de las fuerzas franco-inglesas.
Ypres constituía la siguiente plaza apetecida por los victoriosos franceses. Don Juan, reunido en Junta con los cabos principales de su ejército, se planteó la posibilidad de socorrer la plaza y al final concluyó de común acuerdo voto, que no convenía arriesgar el resto del país en el socorro de Ypres con tan remotas esperanzas de conseguirlo.

La situación no podía ser más crítica: si caía Ypres, quedaban en una posición muy delicada Nieuwpoort y Ostende, cruciales para la comunicación por mar. Si por el contrario acudían a socorrerla, corrían el riesgo de dejar desguarnecidas las plazas que constituían el corazón del país, especialmente Bruselas. Así pues, el Conde Marsín y el Marqués de Caracena pasaron a Gante, el Duque de York fue a Brujas, el Príncipe de Condé quedó en Tournai, el Príncipe de Ligne quedó en Courtrai y don Juan pasó a Bruselas. El 25 de septiembre, el Príncipe de Barbazón, gobernador de Ypres, se veía obligado a capitular.

En manos de Francia habían ido cayendo todas las principales plazas flamencas. La situación era crítica y se imponía la paz.



Lienzo donde se representa la Batalla de las Dunas de 1658.

La situación en Flandes había llegado a extremos insostenibles, así las cosas don Juan se mostró partidarios de buscar una rápida salida. Las vías eran fundamentalmente dos:


* Procurar la formación, junto con el Rey de Hungría, de un ejército auxiliar, capaz de asegurar la defensa de Flandes, frente a las invasiones de los ingleses en la zona de la marina.


* Establecer la paz con Francia.


Desde Madrid, tras estudiar estas posibilidades, se decidió ordenar a don Juan la realización de una expedición a Inglaterra capitulada con el rey inglés. En caso de que ésta no pudiese realizarse o bien que la misma fracasase, se instaba a don Juan entablar negociaciones con el gobierno de Cromwell. Pero don Juan no estaba dispuesto a realizar expedición alguna contra Inglaterra, puesto que no daba la menor credibilidad a los pactos establecidos, en su día, por Felipe IV y el rey inglés. Por ello el bastardo se planteó muy seriamente la posibilidad de establecer una alianza amistosa con Cromwell, a modo de puente para intentar conseguir la paz con Francia. Entretanto se produjo la muerte de Cromwell.


La situación en Flandes había llegado a extremos insostenibles, así las cosas don Juan se mostró partidarios de buscar una rápida salida. Las vías eran fundamentalmente dos:


* Procurar la formación, junto con el Rey de Hungría (2), de un ejército auxiliar, capaz de asegurar la defensa de Flandes, frente a las invasiones de los ingleses en la zona de la marina.


* Establecer la paz con Francia.


Desde Madrid, tras estudiar estas posibilidades, se decidió ordenar a don Juan la realización de una expedición contra Inglaterra capitulada con el rey inglés. En caso de que ésta no pudiese realizarse o bien que la misma fracasase, se instaba a don Juan entablar negociaciones con el gobierno de Cromwell. Pero don Juan no estaba dispuesto a realizar expedición alguna contra Inglaterra, puesto que no daba la menor credibilidad a los pactos establecidos, en su día entre Felipe IV y Carlos Estuardo. Por ello el bastardo se planteó muy seriamente la posibilidad de establecer una alianza amistosa con Cromwell, a modo de puente para intentar conseguir la paz con Francia.


Entretanto se produjo la muerte de Cromwell (3).


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Fuentes principales:


* Castillo Soto, Josefina. Don Juan José de Austria (hijo bastardo de Felipe IV) : su labor política y militar. Universidad Nacional de Educación a Distancia, 1991.


* Castillo Soto, Josefina. Las relaciones entre Felipe IV y Carlos II de Inglaterra, durante el protectorado de CromweII (1656-1659). Espacio, Tiempo y Forma, Serie IV, H." Moderna, t. 2, 1989, págs. 111-124. * Ruiz Rodríguez, Ignacio. Don Juan José de Austria en la monarquía hispánica : entre la política, el poder y la intriga. Dykinson, S.L. - Libros, 2008


(1) H.Lonchay, La rivalité de la France et de l'Espagne aux Pays-Bas (1635-1700), Bruselas, 1896, p.173.

(2) Se trataba del futuro emperador Leopoldo I, nombrado Rey de Hungría tras la muerte de su hermano Fernando en 1654. Este título solía ser entregado a los herederos al Sacro Imperio como entrenamiento para sus futuras obligaciones.

(3) Murió en Whitehall el 3 de septiembre de 1658. Le sucedió como Lord Protector su hijo Richard, el cual no tenía apoyos ni en el Parlamento ni en el ejército, y fue obligado a dimitir en la primavera de 1659, llevando el Protectorado a su final. En el periodo inmediatamente posterior a su abdicación, el jefe del ejército, George Monck, tomó el poder durante menos de un año, momento en el que el Parlamento reinstauró a Carlos Estuardo como Rey.

En 1661 su cuerpo fue exhumado de la Abadía de Westminster, y sujeto al ritual de la ejecución póstuma. El proceso tuvo lugar, de forma simbólica, el 30 de enero, la misma fecha en que se ejecutó a Carlos I . Su cuerpo fue colgado de unas cadenas en Tyburn durante un tiempo, hasta que finalmente fue lanzado a una fosa, mientras que su cabeza decapitada, fue exhibida en lo alto de un poste clavado a la entrada de la Abadía de Westminster hasta 1685. Tras ese año, la cabeza fue cambiando de manos hasta ser finalmente enterrada en los terrenos del Sidney Sussex College, en Cambridge, en 1960, donde Cromwell había estudiado.





6 comentarios:

  1. O sea que de haberse hecho mas caso a Juan Jose de Austria la paz con Francia se hubiera firmado mucho antes, ahorrandose España muchos sinsabores.
    En cuanto a lo de Cromwell, suerte que el Lord Protector murió antes de que se llevara a cambio esa alianza, que al poco tiempo se hubiera revelado nefasta. No hubiera faltado mas que abrir un nuevo frente contra los Estuardo.

    Muy interesante su analisis de la campaña, monsieur.

    Feliz comienzo de semana

    bisous

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  2. La historia se va torciendo para España. Pronto va a dejar de ser la gran potencia europea y el relevo lo tomarán por mucho tiempo Inglaterra y Francia.
    Sobre uno de los problemas que citas en tu entrada: el de alojar a las tropas, hay que decir que ésta fue una de las peores plagas para los españoles. La obligatoriedad de proporcionar comida, forraje y alojamiento a los soldados dio lugar a múltiples abusos que muy bien ha recogido nuestra literatura.
    Un saludo.

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  3. Madame: no solo eso, sino que si se hubiesen hecho muchas de las cosas que aconsejò don Juan seguramente el futuro de la Monarquìa habrìa sido muy distinto

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  4. Cayetano:sin duda el alojamiento de tropas fue uno de los problemas mas grandes que tuvo la Monarquìa Hispànica debido al enorme volumen de tropas que era necesario alojar. de hecho el alojamiento provocò problemas como la secesiòn catalana de 1640, las segundas germanìas o la revuelta dels gorretes...sin duda alojar tropas en los reinos forales fue siempre un problema de enorme envergadura

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  5. Un placer leer sus documentadas entradas. Creo que la elección de su último lugar de reposo, junto a don Juan de Austria, fue muy acertado.

    Por cierto, opino lo mismo que usted en la entrada de don Carlos en el blog de Madame Minuet. ¡Viva Felipe II!

    ¿Para cuándo un blog sobre su augusto bisabuelo?

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  6. En efecto, los dos don Juan reposan juntos pero sin hacerse sombra el uno al otro...

    ...sobre Felipe II, Rey de Reyes y monarca más poderoso de la historia, toso se andará, ahora mismo me gustaría sacar de la oscuridad este interesante período de la historia del Mundo, que es el reinado de Carlos II en el que tantos cambios se produjeron y que por una u otra razón han querido ser ocultados

    Feliz noche

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